Relato Histórico
Relato es una narración que se lleva a cabo con la intención de contar los detalles de determinados sucesos. Histórico, por parte, es lo que está vinculado a la historia (la exposición o explicación de hechos que se desarrollaron en tiempos pretéritos).
Relato histórico
Se conoce como relato histórico a la narración cronológica de acontecimientos reales del pasado. Lo habitual es que esta clase de relato se estructure en tres secciones: comienza con una introducción, donde se ofrece un panorama amplio acerca de lo que se tratará a continuación; sigue con el desarrollo de los acontecimientos; y finaliza con una conclusión.
Al centrarse en hechos del pasado, el relato histórico siempre dispone de un final. Es decir: aunque será el historiador quien elija cuándo finalizar el relato de acuerdo a sus interpretaciones y conocimientos, los sucesos que explica ya han concluido y, por lo tanto, no se renovarán ni se extenderán.
Un relato histórico sobre una batalla de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, puede comenzar con una introducción sobre el conflicto bélico. Luego se desarrollará lo referente a la batalla en sí misma y finalmente, se hará una conclusión sobre el resultado y las consecuencias de la misma. Dado que la Segunda Guerra Mundial finalizó en 1945, los acontecimientos narrados en este relato histórico no tendrán una continuación ni se modificarán en el futuro.
En algunos casos, de todas formas, nuevos descubrimientos o interpretaciones permiten la modificación de un relato histórico pese a que, obviamente, no cambian los hechos ya sucedidos.
Escribir un relato histórico, así como cualquier otra obra literaria, debe surgir como el resultado de una necesidad legítima y sustentarse con los conocimientos pertinentes; no es una tarea que cualquier persona pueda llevar a cabo, ya que no se trata de un mero recuento de hechos. Si cumplimos con dichos requisitos, entonces debemos prestar atención a una serie de puntos fundamentales que hacen a ala estructura del escrito.
Dichos puntos sirven como vértices que unen y articulan el relato histórico, pero que además permiten responder a diversos interrogantes. Veamos a continuación una lista de los principales, con una breve descripción de cada uno:
* Protagonistas: cómo contar parte de la historia de la humanidad sin enfocarse en uno o más personajes, en este caso personas reales, que la hayan protagonizado. Cualquier página de nuestro pasado debe girar en torno a las acciones de determinados individuos, y por eso debemos tener bien claro acerca de quién hablaremos antes de comenzar;
* Tiempo: otra de las preguntas fundamentales a la hora de escribir un relato histórico es “¿cuándo?”. No se trata de la mera búsqueda de una fecha, sino de todo lo que rodeaba la época en cuestión;
* Lugar: similar al punto anterior, es necesario situar al lector en un lugar bien definido, con todos los aspectos culturales que eso conlleva;
* Motivaciones: el o los protagonistas de la historia no actuaron porque sí, sino que existen razones que los impulsaron a dejar huellas imborrables. Conocer el trasfondo de los personajes le brinda al lector un punto de vista más humano y emocional para comprender los hechos;
* Dificultades: el relato histórico debe presentar una estructura limpia y fácil de seguir, para que el resultado de leerlo sea conocer una parte más de la historia. Habiendo cubierto los puntos iniciales, comienza el camino de los protagonistas y es probable que algo inesperado haya ocurrido, dificultades que los hayan obligado a cambiar de planes;
* Situación final: como se indica en párrafos anteriores, el narrador debe escoger una porción de la historia que concluya, y es importante explicar claramente cómo se tal cierre, recordando indicar la situación de los protagonistas y del espacio geográfico en dicho momento.
Un relato es definido como una transmisión de información que se enfoca en un solo hecho; suele ser reducido en tamaño y puede abarcar cuentos e historias tanto verídicas como ficticias, pero que son reducidas en tamaño.
Los relatos suelen ser más extensos que un cuento y más reducidos que una historia o novela.
Se puede decir que un relato es lo que cuenta una persona como aventura o suceso al que se haya enfrentado.
La diferencia clara entre relato simple y relato histórico es que en el relato simple se cuenta algo que puede o no tener interés para los demás tal como sucede con las noticias, que son el ejemplo más claro de un relato; o que puede o no estar fundamentado, tal y como si se contara una mentira como son los chismes o habladas.
Ejemplo de relato histórico: La revolución histórica
En tiempos de la revolución existió un cúmulo de gente que se llevaba a los niños para que pelearan en la revolución y también se llevaban a las niñas para casarse con ellas o usarlas de soldaderas y atendieran a los soldados.
Al inicio mucha gente creía que eso era mentira, pero con el paso del tiempo se percataron de que no era así.
Por eso cuando en los pueblos se oía que llegaba la leva, los padres escondían a las hijas en los sótanos o las metían en cuevas, para que los revolucionarios no se las llevaran.
Los padres también llegaban a esconder a los muchachos; muchos los hacían treparse en árboles de los más altos con agua y comida, haciendo que se amarraran para que no se cayeran.
La leva no solo levantaba gente, pues también se llevaban el ganado, sobre todo caballos y el dinero, pues lo reclamaban como contribución para la revolución.
En realidad todas estas precauciones fueron infructuosas, pues cuando llegaban los de la leva, es porque ya habían mandado a alguien a que revisara y sabían bien cuanta gente había para llevarse y acrecentar las filas de la revolución.
Fueron tiempos muy difíciles, pues en aquellas épocas no existía comunicación y después de que levantaban a la gente, tardaban años en saber de ellos.
Ejemplo de relato histórico: Guerra grande del Paraguay
Relato histórico de la guerra de la triple alianza en Paraguay
Esta guerra es llamada por los Paraguayos como la guerra grande el origen fue muy obscuro, pero se cree que en 1864 se comenzó como una represalia porque inicialmente Paraguay en voz de su presidente el Sr. Francisco Solano López que era un mariscal, le dio su apoyo al partido blanco del Uruguay, que estaba en Guerra civil en contra del partido colorado del Uruguay.
El conflicto armado con Brasil comenzó cuando el gobierno Paraguayo capturó un buque mercante Brasileño y al gobernante de la provincia de Mato Grosso, se declaró la guerra y ocuparon militarmente Mato Grosso.
Esta ocupación tuvo final cuando las tropas Brasileñas y una escuadra Imperial los atacaron apoyados logísticamente por el gobierno Argentino, que se mantenía como neutral hasta ese momento.
Argentina negó el paso a las tropas paraguayas lo que obligó a estas tropas a invadir la ciudad de Corrientes, introduciéndose así en la triple alianza el gobierno Argentino.
El gobierno Argentino formó alianzas estratégicas con el nuevo gobierno del Uruguay, lo que formó la triple alianza entre Brasil, Argentina y Uruguay, quienes atacaron fuertemente al Paraguay causando grandes daños a su economía una masacre directa a su población dejando muertos a la gran mayoría de varones adultos y dejando al país en quiebra, sin población y más aún el Paraguay considera la agresión de la triple alianza como un genocidio, pues después de haber marcado una derrota completa sobre el Paraguay aniquilaron a todos los varones adultos y de mediana edad.
La guerra grande o de la triple alianza tuvo una duración de tres años, iniciando el 12 de noviembre de 1864 y finalizando el 9 de marzo de 1870.
Los Paraguayos consideran que existió intervención del Imperio Británico, esto a pesar de que la esposa del presidente Paraguayo era británica, matando al presidente y a su hijo.
Finalmente fijaron el pago de la guerra hacia Paraguay, quien quedó económicamente destruida por pagar todos los gastos y daños de la guerra, el territorio de Paraguay se vio diezmado por cortes territoriales en favor de Brasil y Argentina.
Nexos Temporales
Nexos temporales son conectores que permiten unir oraciones subordinadas dotándolas de sentido para que se relacionen. Al usar los nexos temporales estamos uniendo oraciones principales a oraciones subordinadas por medio del tiempo.
Los nexos son palabras o morfemas cuya función es unir palabras u oraciones. Se llaman construcciones exocéntricas a las construcciones sintácticas que están unidas por un nexo.Los nexos temporales son muy propios en literatura
Existen dos tipos de nexos, los nexos coordinantes y los nexos subordinantes. Los nexos coordinantes son aquellos que unen palabras u oraciones de la misma categoría. Existen cuatro tipos de nexos coordinantes: copulativos, disyuntivos, adversativos e ilativos.
Los nexos subordinantes son aquellos que subordinan una proposición poco importante a la proposición principal. Existen tres tipos de subordinación: la subordinación sustantiva, la subordinación adjetiva y la subordinación adverbial.
Los nexos de subordinación sustantiva son aquellos que utilizan las conjunciones que, el que, el hecho de que, si; pronombres interrogativos qué, cuál, cómo, cuándo… por ejemplo “el hecho de que fumes es malo”
Los nexos de subordinación adjetiva utilizan los pronombres relativos, por ejemplo “el tabaco que me diste, es muy malo”
Los nexos de subordinación adverbial utilizan adverbios para establecer el orden de subordinación.
Podemos distinguir entre temporales, locales, modales y comparativas, dentro de la subordinación circunstancial, y causales y consecutivas en la subordinación lógica.
Características de los nexos temporales
Los nexos temporales se utilizan para conectar oraciones subordinadas a través de adjetivos, para localizar y ordenar hecho cronológicamente.
Podemos distinguir tres clases de nexos temporales: los de anterioridad, los de simultaneidad y los de posterioridad.
Los de anterioridad marcan el orden cronológico de los acontecimientos anteriores que subordinamos a la oración principal.
Los de simultaneidad marcan el tiempo en el que suceden dos hechos simultáneos. Y los de posterioridad marcan la sucesión inmediata de la oración subordinada a la oración principal.
Dentro de los textos literarios podemos encontrar gran cantidad de elementos que proporcionan información temporal, pero no siempre se tratan de nexos, sino que a veces cumplen una función sintáctica como complemento circunstancial de tiempo.
Los nexos temporales se utilizan también como estructuradores de la información dentro de un texto. Pueden introducir una enumeración, señalar el último hecho, ordenadores discursivos de la enumeración, etc.
En la tabla siguiente podemos ver todos los nexos temporales que se pueden emplear en el léxico español.
Ejemplos de nexos temporales
Dentro de oraciones subordinadas:
1-Mi abuela estaba dormida cuando llegó mi tío Juan.
2-Comenzó a llover cuando llegué a mi casa.
3-Antes de que nos diéramos cuenta, ya había salido.
4-Después de que la gente se fue, me contó su secreto.
5-Tan pronto como acabes la tarea podrás ir a jugar.
6-Siempre está conmigo cuando le necesito.
7-Cuando yo voy, tu vienes.
8-Avísame cuando estés lista.
9-Me teñí el pelo cuando me divorcié.
10-Recogí la casa cuando llegué de viaje.
En textos literarios hay que distinguir los que son nexos temporales de complemento circunstancial de tiempo:
Ejemplo 1
Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama.
Extraído de la obra de Cortázar, Continuidad de los parques.
En este caso, Primero y ahora son nexos temporales, sin embargo último es un complemento circunstancial de tiempo.
Ejemplo 2
Dio espaldas de golpe y se alejó ligero, sin mirar atrás hasta que llegó a la cresta de la última cuchilla. Entonces se volvió levantando el sombrero en la diestra. Y eso fue lo último que vieron los amigos, cuando al bajar la loma la figura desapareció.
Extraído de la obra de Stelardo, Don Julio.
Ejemplo 3
Carlos Argentino fingió asombrarse de no sé qué primores de la instalación de la luz (que, sin duda, ya conocía) y me dijo con cierta severidad:
—Mal de tu grado habrás de reconocer que este local se parangona con los más encopetados de Flores.
Me releyó, después, cuatro o cinco páginas del poema. (…) Denostó con amargura a los críticos; luego, más benigno, los equiparó a esas personas «que no disponen de metales preciosos ni tampoco de prensas de vapor, laminadores y ácidos sulfúricos para la acuñación de tesoros, pero que pueden indicar a los otros el sitio del tesoro».
Extraído de la obra de Borges, El aleph.
Ejemplo 4
Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos.
Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: «La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad».
Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.
Ejemplos de Nexo:
Mario y María.
Caja de cartón.
Cabeza de termo.
Luchar para ganar.
Tipos de Nexos:
1. Nexos Coordinantes:
Unen palabras, sintagmas o preposiciones en un plano de igualdad.
Copulativos (y, e, ni, que): “Ella habla y él escucha.”
Disyuntivos (o, u, o bien, ): “¿Prefieres hablar o escuchar?”
Adversativos (pero, mas, sin embargo, sino,…): “Ella habla mucho pero no escucha”
Explicativos (es decir, esto es, o sea ,…): “Ella habla, es decir, se comunica”
Distributivos (ya… ya a…; bien… bien; unos… otros…): “Ya barre, ya riega”
Nexos Subordinantes:
Los nexos subordinantes son aquellos que unen oraciones compuestas subordinadas. Los nexos subordinantes pueden ser:
Adverbiales:
Propios o Circunstanciales:
Lugar (donde , de donde , en donde , a donde , por donde, etc.): “Iré donde me digas”
Tiempo (cuando , antes que , después que , mientras que, siempre que , tan pronto como , al mismo tiempo que, etc.): “El enfermo murió cuando ya amanecía”.
Modo (como , como que , Ml como , tal como, según, según que , como si, etc): “Hazlo como quieras”
Impropios Cuantitativos:
Comparativos (como , más que , menos que, igual que , tal como , mejor que , peor que,etc.) “Carla es más alta que yo”
Consecutivos (de tal modo que , de tal manera que , hasta tal punto que , tanto que , tan que , tal que , por lo que) “Es tan alto que alcanza el techo”
Impropios Causativos:
Causales (pues , porque , puesto que, supuesto que , ya que, etc): “Lo hace porque quiere”
Condicionales (si , pero si , sino , con tal que , a condición que, etc): “Si tú lo dices será verdad”
Finales (para que , a fin de que , con objeto de que , con vista a que, etc): “Estudia para que puedas sacar buena nota”
Concesivos (aunque , por más que , bien que, etc): “Iré aunque llueva”
Ejemplos de Nexos Temporales:
Los Nexos Temporales son los siguientes:
cuando
antes que
después que
mientras que
siempre que
tan pronto como
al mismo tiempo que
mientras tanto
etc…
Algunos ejemplos de Oraciones con nexos temporales:
El enfermo murió cuando ya amanecía
Comenzó a llover cuando estaba llegando a mi casa
Trataré de llegar a mi casa antes de que comience a llover
Te llamaré por teléfono después de almorzar
Iré a tu casa en seguida que termine mi horario de trabajo
Adverbios De Tiempo
Lo primero que vamos a hacer, antes de proceder a determinar el significado del término adverbio de tiempo, es conocer de dónde emanan, etimológicamente hablando, las dos principales palabras que lo componen. En concreto, tenemos que plantear estos datos:
• Adverbio es un vocablo que emana del latín “adverbium”, que se encuentra compuesto de dos partes claramente delimitadas: el prefijo “ad-“, que es equivalente a “hacia”, y el sustantivo “verbum”, que puede traducirse como “palabra”.
• Tiempo, por otra parte, también procede del latín. Más exactamente es fruto de la evolución de la palabra “tempus”, que es sinónimo de “tiempo, momento o instante”.
Adverbio de tiempo
Los adverbios son la clase de palabra invariable que modifica adjetivos, verbos u otros adverbios, actuando como núcleo del sintagma adverbial o como complemento circunstancial del verbo.
Los adverbios añaden información circunstancial a una oración o palabra. Los adverbios de tiempo son aquellos que agregan información temporal. Estos adverbios aportan, por lo tanto, datos que permiten responder una pregunta sobre cuándo se desarrolló, se desarrolla o se desarrollará una acción.
“Ahora”, “antes”, “después”, “hoy”, “mientras”, “pronto”, “tarde”, “temprano” y “todavía” son algunos ejemplos de adverbios de tiempo.
No obstante, la lista de adverbios de este tipo es amplísima. De esta manera, también es habitual hacer uso de otros tales como anoche, antaño, antenoche, ayer, después, despacio, enseguida, luego, siempre o recientemente.
La expresión “Ahora estoy escribiendo un correo electrónico; en cuanto lo termine, prepararé el informe” hace referencia a una acción que se está desarrollando en el momento. El adverbio de tiempo “ahora” nos permite advertir esto.
“Antes trabajaba como empleado en una carnicería”, por su parte, es una frase que refiere a un empleo que una persona tenía en el pasado. Si se añaden otros adverbios de tiempo, es posible mencionar cuestiones pasadas, del presente o hasta del futuro en la misma expresión: “Antes trabajaba como empleado en una carnicería pero ahora soy gerente de un supermercado”.
“Después voy a pasar a saludar a Martín”, “Hoy me desperté con dolor de cabeza”, “Mientras paseamos por el centro, podemos buscar el regalo para Juana”, “Es muy pronto para saberlo”, “Mi jefe me retó por llegar tarde”, “La película empieza temprano, así que después podemos ir a cenar” y “Todavía estoy triste por lo que le pasó a Saúl” son otras oraciones con adverbios de tiempo.
De la misma manera, no hay que pasar por alto que hay algunos adverbios de tiempo que son específicos de países concretos, por lo que fuera de sus fronteras no se emplean. En este sentido, un claro ejemplo es el adverbio “horita”, que es utilizado con mucha frecuencia en naciones como México o Cuba.
Asimismo, idéntica situación ocurre con “enantes, que es propio de Venezuela o Colombia así como con “hasta”, que tiene un significado especial en Ecuador y México. En este último caso, podríamos matizar que se emplea en frases de este tipo: “El cine de la ciudad cierra hasta las doce”.
Todo ello sin olvidar que también hay adverbios de tiempo que son considerados vulgarismos como “endenantes”.
te tipo de adverbios aportan información sobre el tiempo (el momento) en que se realiza la acción del verbo. La información sobre la que se refiere puede ser pasada, presente o futura. Ejemplo: “Anoche dormí bien.”
De este modo este tipo de adverbios puede ubicarnos en el tiempo, y podremos determinar si la oración o el relato transcurre en el presente, en el pasado o en el futuro.
Función sintáctica
Los adverbios de tiempo, conforman los circunstanciales de tiempo. Como veremos luego, estos pueden estar conformados por una palabra o más de una.
Se utilizan tanto en lenguaje verbal (oral) como escrito (ya sea formal o informal).
Ejemplos de adverbios de tiempo
“Actualmente en mi casa vivo con mi mamá y mi hermano Rodrigo”
“Necesito que me ayudes ahora, por favor”
“Anoche tuve una pesadilla horrible”
“Anteriormente a que naciera mi hermanito Ignacio, yo era hija única”
“Antes de vivir en esta casa, nosotros vivíamos en un departamento”
“Antiguamente las historias se contaban de forma verbal y no escrita”
“Intento hacer los deberes asiduamente”
Aún. “Aún no tengo la nota del examen”
“Ayer me caí de la silla”
“Constantemente he salido a jugar con Lourdes el verano pasado”
Contemporáneamente. “La guerra comenzó en el mes de abril de 1982. Contemporáneamente se jugaba el mundial de fútbol en el mismo país”
“Llámame, cuando puedas”
Después. “Después de las 18 horas, no podré salir a jugar contigo”
En seguida (aunque también es correcto “enseguida”). “La película terminó en horario y enseguida partimos para nuestro hogar”
Entre tanto o entretanto. “Entre tanto ruido, no podía escucharte con atención”.
“Eternamente, mis padres insisten en que asista al dentista una vez cada 6 meses”
“Hoy terminó la novela que veía con mi prima Clarita. Finalmente el protagonista se casó con la muchacha”
“Frecuentemente vamos a la casa de mi tía María”
“Hoy puede ser un gran día”
“Inicialmente la tarea era difícil. Luego se convirtió el algo sencillo”.
Luego de jugar en el parque durante varias horas, llegué a mi casa y me fui inmediatamente a dar un baño”
Instantáneamente. “Después de ese ruido, entendí instantáneamente lo que había ocurrido”
Jamás. “Jamás volveré a salir sin permiso de casa”
“Luego de jugar en el parque, fuimos para mi casa”
Mañana. “Esta mañana me caí de la bicicleta”
“Mientras tanto, en la casa de Sofía, comíamos galletas que preparó su mamá ese día”
Momentáneamente. “Las funciones estaban suspendida momentáneamente”
“Normalmente todas las noches ceno con mi mamá, mi papá, mi hermano Valentín y mi primo Thiago”
“Nunca es tarde para empezar”
“Ocasionalmente me enfado con Lucas. A él no le gusta prestarme sus lápices para colorear”
Posteriormente, al llegar de la escuela, almuerzo con mi mamá, mi tía Juana y mi abuelo José”
“Primeramente, cuando me levanto por las mañanas, debo lavar mis dientes”
“Pronto seremos más en mi familia porque mi mamá está esperando un bebé”
“La maestra quiere que lleguemos a la clase puntualmente”
Recién. “Recién llego de la escuela”
“La casa de al lado, que ha estado vacía desde hace 6 meses, has ido ocupada recientemente por vecinos nuevos”
“Siempre podrás contar con mi ayuda”
Simultáneamente. “Mi mamá puede hacer varias cosas simultáneamente”
“Esta tarde te llevaré los deberes a tu casa”
“Mañana me levantaré muy temprano”
Todavía. “Todavía podemos seguir jugando un rato más”
“Ya es tiempo de irnos. Se ha hecho muy tarde”
Los 28 ejemplos de frases con adverbios de tiempo, en un lugar u otro de la oración:
Ahora voy a casa. / Voy a casa ahora.
Hoy tengo frío. / Tengo frío hoy.
Ayer estudié español. / Estudié español ayer.
Mañana trabajo por la noche. / Trabajo por la noche mañana.
Ya tengo que salir a escena. / Tengo que salir a escena ya.
Luego me lo cuentas. / Me lo cuentas luego.
Después veremos qué hacer / Veremos qué hacer después.
Antes estabas de acuerdo / Estabas de acuerdo antes.
Anoche dormí fatal. / Dormí fatal anoche.
Pronto entraré en el quirófano. / Entraré en el quirófano pronto.
Tarde lo dices / Lo dices tarde.
Siempre camino por esa calle / Camino siempre por esa calle.
Aún no tengo el diploma. / No tengo el diploma aún.
Enseguida estoy contigo. / Estoy contigo enseguida.
Nunca hablas a tiempo. / No hablas a tiempo nunca.
Anteayer estuve enfermo. / Estuve enfermo anteayer.
Entretanto leeré un libro / Leeré un libro entretanto.
Camiré cuando pueda / Cuando pueda caminaré.
Actualmente estoy en excedencia / Estoy en excedencia actualmente.
Constantemente me distraigo / Me distraigo constantemente.
Frecuentemente leo / Leo frecuentemente.
Antiguamente se estudiaba mucho latín / Se estudiaba mucho latín antiguamente.
Inmediatamente voy. / Voy inmediatamente.
Normalmente estoy de buen humor. / Estoy de buen humor normalmente.
Momentáneamente perdí la memoria. / Perdí la memoria momentáneamente.
Primeramente prepara la documentación / Prepara la documentación primeramente.
Posteriormente escribe la noticia. / Escribe la noticia posteriormente.
Puntualmente me doy algún capricho. / Me doy algún capricho puntualmente.
Uso De Mayúsculas
Uso de las mayúsculas es una de las cuestiones más controvertidas de la ortografía española. La Ortografía de la lengua española (2010) señala que el empleo de las mayúsculas tiene que tener en cuenta diversos factores como, por ejemplo, el tipo de texto que se esté escribiendo, el contexto del mismo o la intencionalidad del escritor. Como normal general, la escritura en español usa la letra minúscula. No obstante, es posible encontrar algún texto escrito íntegramente en mayúsculas, así como frases sueltas o palabras.
En este artículo de un profesor vamos a estudiar el uso de mayúsculas a través de las reglas ortográficas que establece la Real Academia Española (RAE), acompañando cada una de ellas de varios ejemplos.
La puntuación de un texto exige, en determinadas ocasiones, el uso de letras mayúsculas, generalmente en la palabra que sigue al signo de puntuación correspondiente. A continuación te mostramos en qué casos es obligatorio el uso de mayúscula:
La primera palabra que da comienzo a un texto: Érase una vez…
La palabra que va después de un punto: Esta noche hay fútbol. Mi hermano verá el partido en casa.
Después de puntos suspensivos cuando estos concluyen el enunciado; es decir, cuando actúan como punto final: Para la barbacoa necesitamos carne, pan, patatas, cerveza… Yo me encargo de hacer la lista. Sin embargo, cuando los puntos suspensivos no terminan la oración, la palabra que sigue tras de ellos se debe escribir con minúscula: No sé si iré al cine… porque tengo muchos deberes.
Después de los dos puntos, la palabra que sigue debe comenzar con letra mayúscula cuando se trata de una cita o palabra textual: Como dijo Sócrates:
“Solo sé que no sé nada”. Observa que, al tratase de una cita textual, esta debe ir entrecomillada. De igual forma, si estamos escribiendo una carta, después del saludo inicial, la palabra que sigue a los dos puntos debe escribirse en mayúscula: Querida Ana: Te agradezco mucho tus felicitaciones.
En el caso de frases interrogativas (¿?) y exclamativas (¡!), la palabra que da comienzo a la oración siguiente se escribirá con mayúscula cuando la pregunta o la exclamación sean por sí mismo un enunciado completo. Veámoslo a través de un ejemplo: Qué alegría verte! Hace mucho tiempo que no sé nada de ti./ ¿Qué noticias me traes hoy?, me preguntó el jefe al entrar en la oficina.
En los ejemplos anteriores observamos como en el primero de ellos, la oración exclamativa es un enunciado con un significado pleno independiente de la frase que le sigue, mientras que en el segundo caso, la oración siguiente hace referencia directa a la frase interrogativa, por lo que debe escribirse en minúscula.
En esta otra lección te descubrimos cuál es el uso de mayúsculas y minúsculas según la RAE para que tengas claro cómo se debe escribir correctamente.
Otros usos de mayúscula
Sin tener en cuenta los signos de puntuación del texto, existen una serie de palabras que, según las reglas ortográficas, deben escribirse siempre con letra mayúscula inicial. Son las siguientes:
Los nombres propios de personas, animales, ciudades y países: Claudia, Diego, Pancho, Sevilla, Barcelona, España, Suecia. Sin embargo, cuando el nombre propio de un lugar geográfico se acompaña de un nombre común, este debe ir en minúsculas: el río Duero, el mar Cantábrico, la sierra de Gredos. Ante esta regla, nos encontramos la excepción de Península Ibérica que se debe al hecho de que designa a un lugar con carácter e identidad propios, y no tanto una cuestión puramente geográfica.
Los apellidos: Hernández, Rodríguez, García, Díaz, así como los apodos o seudónimos: Alfonso X el Sabio, el Greco, y los nombres comunes utilizados por antonomasia para referirse a Dios, Jesucristo o la Virgen: el Creador, el Salvador, la Purísima. De igual manera, los nombres comunes utilizados en personificaciones de ideas abstractas como la Muerte, el Mal, la Codicia.
Los sustantivos y adjetivos que designan entidades, organismos administrativos, edificios, monumentos o partidos políticos, entre otros: la Biblioteca Nacional, la Universidad de Salamanca, el Partido Demócrata, el Ministerio de Defensa, el Teatro Real. Asimismo, los nombres y adjetivos que forman parte del nombre de revistas o publicaciones periódicas: El País, Revista de Lingüística Teórica y Aplicada, Biblioteca de Autores Españoles.
Las siglas de entidades, organizaciones, países, etc. también se escriben con mayúsculas: ONG (Organización No Gubernamental), EE.UU. (Estados Unidos), OMS (Organización Mundial de la Salud), U.E. (Unión Europea). En este vídeo de unPROFESOR te explicamos las reglas ortográficas para escribir las siglas.
Los nombres de festividades: Navidad, Día de la Constitución, Año Nuevo, Feria de Abril, Semana Santa.
Sustantivos que señalan épocas o sucesos históricos, sociales, políticos y culturales: la Antigüedad, la Edad Media, la Primera Guerra Mundial, la Prehistoria, el Renacimiento, el Barroco, el Siglo de Oro.
Las mayúsculas en títulos – Según la RAE
¿Y qué pasa con las mayúsculas en los títulos? Tienes que saber que, según apunta la RAE, la mayúscula tan solo deberá usarse en la primera letra de la primera palabra. De hecho, aunque el título contenga más de una palabra, la mayúscula tan solo tendrá que colocarse en la primera letra de todas.
Un ejemplo de ello es el siguiente:
Ortografía de la lengua española – CORRECTO
Ortografía de la Lengua Española – INCORRECTO
Eso sí: en el caso de que el título cuente con un nombre propio, entonces sí que deberemos poner dichos nombres en mayúsculas pues, tal y como hemos visto, es una normativa de la lengua española. Aquí te dejamos algunos ejemplos al respecto:
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
La increíble y triste historia de la cándida Eréndira
Si quieres seguir aprendiendo lecciones similares a Uso de mayúsculas – Reglas y ejemplos, te recomendamos que entres en el módulo Ortografía de la asignatura Lengua española.
Concepto: La palabra mayúscula deriva del latín maisculus, que significa más grande, mayor. Así, se le da el nombre de mayúscula a la letra tamaño y grafía diferente a la letra corriente o minúscula.
El uso de la mayúscula se ha ido restringiendo debido a la simplificación que exige el mundo moderno. Sin embargo, no deja de ser indispensable el conocimiento y práctica de las mayúsculas que favorecen la buena presentación y claridad en los escritos.
1. Se utiliza la mayúscula en los siguientes casos:
1. Al inicio de todo escrito. Ejemplo: La jueza reactivó el proceso del condenado.
2. Después de un punto. Ejemplo: Celina era una niña muy bonita. La gente del callejón del carrocero, en el barrio Belén, la veía todos los días y nunca terminaba de admirarla.
3. Nombres propios de personas, animales, y lugares geográficos: Alberto, Gato Félix, Egipto.
4. Los sobrenombres: Lucho, Majo, Pachi, Pancho, Lili, Vero, Baru, Mecha, Paty, Gabi, etc.
5. Nombres colectivos de sociedades, instituciones y cooperativas: Universidad Nacional, Cooperativa San Cristóbal, Instituto Paraguayo-Japonés.
6. Los títulos de los libros: Don Quijote, La mujer habitada, Amor peregrino, etc.
7. Los nombres de las revistas, periódicos, boletines: Gente, Hola, Vanidades, ABC color.
8. Los títulos de las películas: Mejor imposible, Recién casados, El pianista.
9. Los nombres de las obras artísticas, musicales, arquitectónicas y escultóricas: Monalisa de Leonardo Da Vinci, Moisés de Miguel Ángel.
10. Al iniciar una cita textual: Sócrates dijo: Conócete a ti mismo.
11. Hechos históricos muy importantes: Revolución Francesa, La Triple Alianza.
12. Divinidades y atributos divinos o autoridades: Zeus, Alá, Jehová, Virgen, Tupa, El Sumo Pontífice, Obispo, etc.
13. Movimientos culturales o religiosos: Comunión y liberación, Movimiento familiar cristiano.
14. Siglas. Ejemplos: OEA, UNICEF, UNESCO, ONEG, MERCOSUR, etc.
15. Abreviaturas: Ejemplos: Sr., Sra. Gral., Mcal., etc.
16. Los números romanos: X antes de Cristo, la ruta V, etc.
Observación: En las consonantes compuestas Ch, Ll, sólo se escribe en mayúscula la primera letra o grafema. Ejemplos: Chile, Lloreda, etc.
1.1. El empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación (→ tilde2, 7): ÁFRICA, África. Únicamente las siglas, que se escriben enteramente en mayúsculas, no llevan nunca tilde: CIA (del ingl. Central Intelligence Agency), y no CÍA.
1.2. Cuando los dígrafos ch, gu, ll y qu se emplean en mayúscula al inicio de una palabra escrita con minúsculas, solo adopta forma de mayúscula el primero de sus componentes: Chillida, Guinea, Llerena, Quevedo; pero si los dígrafos forman parte de una palabra escrita enteramente en mayúsculas, deben ir en mayúscula sus dos componentes: CHILLIDA, GUINEA, LLERENA, QUEVEDO. Cuando los dígrafos forman parte de una sigla, se escribe en mayúscula solo el primero de sus componentes (→ sigla, 5c): PCCh (Partido Comunista de China).
1.3. La forma mayúscula de las letras i y j carece del punto que llevan en su grafía minúscula: Inés, Javier.
2. Uso de mayúsculas en palabras o frases enteras
2.1. Se escriben enteramente en mayúscula las siglas y algunos acrónimos: ISBN, OTI, ONG. Se escriben en minúscula, en cambio, los acrónimos que el uso ha convertido en sustantivos comunes: láser, radar, uvi. Cuando los acrónimos son nombres propios y tienen más de cuatro letras, solo se escribe en mayúscula la inicial: Unicef, Unesco. (→ sigla, 5b).
2.2. Se utiliza la escritura en mayúsculas con el fin de destacar determinadas frases o palabras dentro de un escrito. Así, suelen escribirse enteramente en mayúsculas:
a) Las palabras o frases que aparecen en las cubiertas y portadas de los libros impresos, así como los títulos de cada una de sus divisiones internas (partes, capítulos, escenas, etc.).
b) Las cabeceras de diarios y revistas: EL UNIVERSAL, LA NACIÓN, TIEMPO.
c) Las inscripciones en lápidas y monumentos.
d) En textos jurídicos y administrativos —decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias—, el verbo o verbos que presentan el objetivo fundamental del documento: CERTIFICA, EXPONE, SOLICITA.
e) En textos de carácter informativo, las frases que expresan el contenido fundamental del escrito: Por orden expresa de la dirección, se comunica a todos los empleados que, a partir de ahora, ESTÁ PROHIBIDO FUMAR DENTRO DE LAS DEPENDENCIAS DE LA EMPRESA.
f) Los textos de los carteles de aviso, para asegurar su visibilidad: SE RUEGA NO FUMAR; PROHIBIDO EL PASO.
3. Uso de mayúscula inicial exigido por la puntuación. De acuerdo con la posición que la palabra ocupe en el escrito, la puntuación exige su escritura con mayúscula inicial en los casos siguientes:
3.1. Si se trata de la primera palabra de un escrito o va después de punto: Hoy no iré. Mañana puede que sí.
3.2. Si sigue a los puntos suspensivos, cuando estos cierran un enunciado: Compramos mariscos, solomillos, vino… La cena resultó un éxito. Pero si los puntos suspensivos no cierran el enunciado, sino que este continúa tras ellos, la palabra que los sigue se escribe con inicial minúscula: Estoy pensando que… aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme. (→ puntos suspensivos, 1).
3.3. Después de los dos puntos, debe comenzarse el texto con inicial mayúscula en los casos siguientes (→ dos puntos, 1.3, 1.4 y 1.6):
a) Tras los dos puntos que siguen a la fórmula de encabezamiento o saludo de una carta: Muy señor mío: / Le agradeceré…
b) Tras los dos puntos que siguen al verbo fundamental de un documento jurídico-administrativo: CERTIFICA: / Que D. José Álvarez García ha seguido el Curso de Técnicas Audiovisuales…
c) Tras los dos puntos que anuncian la reproducción de una cita o palabras textuales: Pedro dijo: «No volveré hasta las nueve».
3.4. En frases interrogativas y exclamativas existen dos posibilidades:
3.4.1. Si la pregunta o la exclamación constituyen la totalidad del enunciado, y sus signos de cierre equivalen a un punto, la primera palabra de la pregunta o la exclamación se escribe con inicial mayúscula, así como la palabra que inicia la oración siguiente:
¿En qué año nació tu abuelo? Si no me equivoco, tenía la misma edad que el mío.
¡Qué miedo pasamos ayer! Se nos hizo de noche mientras bajábamos de la montaña.
3.4.2. Si la pregunta o la exclamación constituyen solo una parte del enunciado, pueden darse dos casos:
a) La pregunta o la exclamación inician el enunciado. En este caso, la primera palabra que sigue a los signos de apertura (¿ ¡) se escribe con mayúscula y la que sigue a los signos de cierre (? !) se escribe con minúscula: ¿Qué sorpresas me deparará este día?, me pregunto ante el espejo cada mañana. Esto ocurre también cuando se suceden varias preguntas o exclamaciones breves que pueden ser consideradas un único enunciado y separarse con signos de coma o de punto y coma: ¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿dónde naciste?
b) La pregunta o la exclamación no están colocadas al comienzo del enunciado, sino que siguen a otra palabra o palabras que también forman parte de este. En ese caso, la primera palabra de la pregunta o de la exclamación (la que sigue a los signos de apertura) se escribe con minúscula:
Natalia, ¿puedes ayudarme?
Pero ¡qué alegría tan grande verte por aquí!
3.5. Antes era costumbre, en los poemas, emplear la mayúscula al principio de cada verso, razón por la cual las letras de esta forma tomaron el nombre de «versales» (mayúsculas de imprenta). En la poesía moderna, esta costumbre está en desuso.
4. Uso de mayúscula inicial independientemente de la puntuación. Se escriben con letra inicial mayúscula todos los nombres propios y también los comunes que, en un contexto dado o en virtud de determinados fenómenos (como, por ejemplo, la antonomasia), funcionan con valor de tales, es decir, cuando designan seres o realidades únicas y su función principal es la identificativa. En otras ocasiones, la mayúscula responde a otros factores, como la necesidad de distinguir entre sentidos diversos de una misma palabra (mayúscula diacrítica), o a razones expresivas o de respeto (mayúscula de respeto). Se escriben con inicial mayúscula las palabras siguientes:
4.1. Los nombres propios de persona, animal y cosa singularizada: Beatriz, Platero, Tizona (espada del Cid).
4.2. Los nombres de divinidades: Dios, Jehová, Alá, Afrodita, Júpiter, Amón.
4.3. Los apellidos: Jiménez, García, Mendoza. Si un apellido español comienza por preposición, o por preposición y artículo, estos se escriben con minúscula cuando acompañan al nombre de pila (Juan de Ávalos, Pedro de la Calle); pero si se omite el nombre de pila, la preposición debe escribirse con mayúscula (señor De Ávalos, De la Calle). Si el apellido no lleva preposición, sino solamente artículo, este se escribe siempre con mayúscula, independientemente de que se anteponga o no el nombre de pila (Antonio La Orden, señor La Orden). También se escriben con mayúscula los nombres de las dinastías derivados de un apellido: los Borbones, los Austrias, salvo que se utilicen como adjetivos, caso en el que se escriben con minúscula: los reyes borbones. Por otra parte, deben conservar la mayúscula los apellidos de autores (a veces acompañados también del nombre de pila) cuando designan sus obras: «Incendiaron la iglesia, y con ella las tres joyas pictóricas —un Goya […], un Bayeu […] y un José del Castillo» (Laín Descargo [Esp. 1976]).
4.4. Los sobrenombres, apodos y seudónimos: Manuel Benítez, el Cordobés; José Nemesio, alias el Chino; Alfonso X el Sabio; el Libertador; el Greco; el Pobrecito Hablador (seudónimo del escritor Mariano José de Larra). El artículo que antecede a los seudónimos, apodos y sobrenombres, tanto si estos acompañan al nombre propio como si lo sustituyen, debe escribirse con minúscula: Ayer el Cordobés realizó una estupenda faena; por lo tanto, si el artículo va precedido de las preposiciones a o de, forma con ellas las contracciones al (→ al) y del (→ del): Me gusta mucho este cuadro del Greco (no de El Greco); El pueblo llano adoraba al Tempranillo (no a El Tempranillo).
4.5. Los nombres comunes que, por antonomasia, se utilizan para designar a una persona en lugar del nombre propio: el Mantuano (por Virgilio), el Sabio (por Salomón), el Magnánimo (por el rey Alfonso V), así como los que se refieren, también por antonomasia, a Dios, a Jesucristo o a la Virgen: el Creador, el Todopoderoso, el Mesías, el Salvador, la Purísima, la Inmaculada.
4.6. Los nombres abstractos personificados, utilizados alegóricamente: la Muerte, la Esperanza, el Mal.
4.7. Los nombres propios geográficos (continentes, países, ciudades, comarcas, mares, ríos, etc.): América, África, Italia, Canadá, Toledo, Lima, las Alpujarras, la Rioja (comarca), la Mancha (comarca), el Adriático, el Mediterráneo, el Orinoco, el Ebro, los Andes, el Himalaya. Como se ve en los ejemplos, determinados nombres propios geográficos van necesariamente acompañados de artículo, como ocurre con las comarcas, los mares, los ríos y las montañas. En otros casos, como ocurre con determinados países, el uso del artículo es opcional: Perú o el Perú (→ el, 5). El artículo, en todos estos casos, debe escribirse con minúscula, porque no forma parte del nombre propio. Pero cuando el nombre oficial de un país, una comunidad autónoma, una provincia o una ciudad lleve incorporado el artículo, este debe escribirse con mayúscula: El Salvador, La Rioja (comunidad autónoma), Castilla-La Mancha (comunidad autónoma), La Pampa, La Habana, Las Palmas. Cuando el artículo forma parte del nombre propio no se realiza en la escritura la amalgama con las preposiciones de o a: Mi padre acaba de regresar de El Cairo (no del Cairo); Este verano iremos a El Salvador (no al Salvador).
Los nombres comunes genéricos que acompañan a los nombres propios geográficos (ciudad, río, mar, océano, sierra, cordillera, cabo, golfo, estrecho, etc.) deben escribirse con minúscula: la ciudad de Panamá, el río Ebro, la sierra de Gredos, la cordillera de los Andes, el cabo de Hornos. Solo si el nombre genérico forma parte del nombre propio, se escribe con mayúscula inicial: Ciudad Real, Río de la Plata, Sierra Nevada, los Picos de Europa. También se escriben con inicial mayúscula algunos de estos nombres genéricos cuando, por antonomasia, designan un lugar único y, por lo tanto, funcionan a modo de nombre propio. Estas antonomasias están lógicamente limitadas en su uso a la comunidad de hablantes que comparten una misma geografía, para los que la identificación de la referencia es inequívoca, como ocurre, por ejemplo, entre los chilenos, con la Cordillera (por la cordillera de los Andes) o, entre los españoles, con la Península (por el territorio peninsular español) o el Estrecho (por el estrecho de Gibraltar). El hecho de escribir Península Ibérica con mayúsculas se debe a que con esta expresión nos referimos a una entidad de carácter histórico-político, y no a un mero accidente geográfico.
4.8. Las designaciones que, por antonomasia, tienen algunos topónimos y que se usan como alternativa estilística a su nombre oficial: el Nuevo Mundo (por América), la Ciudad Eterna (por Roma).
4.9. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de determinadas zonas geográficas, que generalmente abarcan distintos países, pero que se conciben como áreas geopolíticas con características comunes: Occidente, Oriente Medio, Cono Sur, Hispanoamérica, el Magreb.
4.10. Los nombres de vías y espacios urbanos. Al igual que en el caso de los nombres geográficos, solo el nombre propio debe ir escrito con mayúscula, y no los nombres comunes genéricos que acompañan a este, como calle, plaza, avenida, paseo, etc., que deben escribirse con minúscula: calle (de) Alcalá, calle Mayor, plaza de España, avenida de la Ilustración, paseo de Recoletos. Sin embargo, se escribirán en mayúscula los nombres genéricos de vías o espacios urbanos procedentes del inglés: Oxford Street, Quinta Avenida, Central Park, como es usual en esa lengua.
4.11. Los nombres de galaxias, constelaciones, estrellas, planetas y satélites: la Vía Láctea, la Osa Mayor, la Estrella Polar, Venus, Ganimedes. Las palabras Sol y Luna solo suelen escribirse con mayúscula inicial en textos científicos de temática astronómica, en los que designan los respectivos astros: «Entre la esfera de fuego y la de las estrellas fijas están situadas las esferas de los distintos planetas, empezando por la esfera de la Luna y, a continuación, las esferas de Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno» (Torroja Sistemas [Esp. 1981]); pero, excepto en este tipo de textos, se escriben normalmente con minúscula: El sol lucía esplendoroso esa mañana; Entra mucho sol por la ventana; Negros nubarrones ocultaron la luna por completo; Me pongo muy nervioso cuando hay luna llena. La palabra tierra se escribe con mayúscula cuando designa el planeta: «Dios le hizo ver las estrellas jamás vistas desde la Tierra» (Fuentes Naranjo [Méx. 1993]); pero con minúscula en el resto de sus acepciones: El avión tomó tierra; Esta tierra es muy fértil; He vuelto a la tierra de mis mayores.
4.12. Los nombres de los signos del Zodiaco: Aries, Géminis, Sagitario; también los nombres alternativos que aluden a la representación iconográfica de cada signo: Balanza (por Libra), Toro (por Tauro), Carnero (por Aries), Gemelos (por Géminis), Cangrejo (por Cáncer), Pez (por Piscis), Escorpión (por Escorpio), León (por Leo), Virgen (por Virgo). Se escriben con minúscula, en cambio, cuando dejan de ser nombres propios por designar, genéricamente, a las personas nacidas bajo cada signo: Raquel es sagitario; Los géminis son muy volubles.
4.13. Los nombres de los cuatro puntos cardinales (Norte, Sur, Este, Oeste) y de los puntos del horizonte (Noroeste, Sudeste, etc.), cuando nos referimos a ellos en su significado primario, como tales puntos, o cuando forman parte de un nombre propio: La brújula señala el Norte; La nave puso rumbo al Noroeste; Corea del Norte; la Cruz del Sur. También se escriben con mayúsculas los casos de Polo Norte y Polo Sur. Sin embargo, cuando los nombres de los puntos cardinales o de los puntos del horizonte están usados en sentidos derivados y se refieren a la orientación o la dirección correspondientes, se escribirán en minúscula: el sur de Europa, el noroeste de la ciudad, el viento norte. También se escribirán en minúscula estos puntos cuando estén usados en aposición: latitud norte, hemisferio sur, rumbo nornoroeste. En el caso de las líneas imaginarias, tanto de la esfera terrestre como celeste, se recomienda el uso de la minúscula: ecuador, eclíptica, trópico de Cáncer.
4.14. Los sustantivos y adjetivos que componen el nombre de entidades, organismos, departamentos o divisiones administrativas, edificios, monumentos, establecimientos públicos, partidos políticos, etc.: el Ministerio de Hacienda, la Casa Rosada, la Biblioteca Nacional, el Museo de Bellas Artes, la Real Academia de la Historia, el Instituto Caro y Cuervo, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Facultad de Medicina, el Departamento de Recursos Humanos, el Área de Gestión Administrativa, la Torre de Pisa, el Teatro Real, el Café de los Artistas, el Partido Demócrata. También se escribe con mayúscula el término que en el uso corriente nombra de forma abreviada una determinada institución o edificio: la Nacional (por la Biblioteca Nacional), el Cervantes (por el Instituto Cervantes), la Complutense (por la Universidad Complutense), el Real (por el Teatro Real).
4.15. Los nombres de los libros sagrados y sus designaciones antonomásticas: la Biblia, el Corán, el Avesta, el Talmud, la(s) Sagrada(s) Escritura(s). También los nombres de los libros de la Biblia: Génesis, Levítico, Libro de los Reyes, Hechos de los Apóstoles.
4.16. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de publicaciones periódicas o de colecciones: La Vanguardia, Nueva Revista de Filología Hispánica, Biblioteca de Autores Españoles.
4.17. La primera palabra del título de cualquier obra de creación (libros, películas, cuadros, esculturas, piezas musicales, programas de radio o televisión, etc.); el resto de las palabras que lo componen, salvo que se trate de nombres propios, deben escribirse con minúscula: Últimas tardes con Teresa, La vida es sueño, La lección de anatomía, El galo moribundo, Las cuatro estaciones, Las mañanas de la radio, Informe semanal. En el caso de los títulos abreviados con que se conocen comúnmente determinados textos literarios, el artículo que los acompaña debe escribirse con minúscula: el Quijote, el Lazarillo, la Celestina.
4.18. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de documentos oficiales, como leyes o decretos, cuando se cita el nombre oficial completo: Real Decreto 125/1983 (pero el citado real decreto), Ley para la Ordenación General del Sistema Educativo (pero la ley de educación, la ley sálica, etc.). También se escriben con mayúscula los nombres de los documentos históricos: Edicto de Nantes, Declaración Universal de los Derechos Humanos.
4.19. Los nombres de festividades religiosas o civiles: Epifanía, Pentecostés, Navidad, Corpus, Día de la Constitución, Año Nuevo, Feria de Abril.
4.20. Las advocaciones de la Virgen: la Virgen de Guadalupe, la Virgen del Rocío. También las celebraciones o festividades a ellas dedicadas: el Rocío, el Pilar.
4.21. Los nombres de órdenes religiosas: el Carmelo, el Temple, la Merced. También se escribe con mayúscula la palabra Orden cuando acompaña al nombre propio: la Orden del Temple.
4.22. Los nombres de marcas comerciales. Las marcas comerciales son nombres propios, de forma que, utilizados específicamente para referirse a un producto de la marca, han de escribirse con mayúscula: Me gusta tanto el Cinzano como el Martini; Me he comprado un Seat; pero cuando estos nombres pasan a referirse no exclusivamente a un objeto de la marca en cuestión, sino a cualquier otro con características similares, se escriben con minúscula: Me aficioné al martini seco en mis años de estudiante (al vermú seco, de cualquier marca).
4.23. Las palabras que forman parte de la denominación oficial de premios, distinciones, certámenes y grandes acontecimientos culturales o deportivos: el Premio Cervantes, los Goya, la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, la Bienal de Venecia, la Feria del Libro, los Juegos Olímpicos. Por lo que respecta a los premios, cuando nos referimos al objeto material que los representa o a la persona que los ha recibido, se utiliza la minúscula: Esa actriz ya tiene dos goyas; Ha colocado el óscar encima del televisor; Esta noche entrevistan al nobel de literatura de este año.
4.24. Los sustantivos y adjetivos que forman el nombre de disciplinas científicas, cuando nos referimos a ellas como materias de estudio, y especialmente en contextos académicos (nombres de asignaturas, cátedras, facultades, etc.) o curriculares: Soy licenciado en Biología; Me he matriculado en Arquitectura; El profesor de Cálculo Numérico es extraordinario. Fuera de los contextos antes señalados, se utiliza la minúscula: La medicina ha experimentado grandes avances en los últimos años; La psicología de los niños es muy complicada. Los nombres de asignaturas que no constituyen la denominación de una disciplina científica reciben el mismo tratamiento que si se tratase del título de un libro o de una conferencia, esto es, solo la primera palabra se escribe con mayúscula: Introducción al teatro breve del siglo xvii español, Historia de los sistemas filosóficos. También se escriben con mayúscula los sustantivos y adjetivos que dan nombre a cursos, congresos, seminarios, etc: 1.er Curso de Crítica Textual, XV Congreso Mundial de Neonatología, Seminario de Industrias de la Lengua.
4.25. La primera palabra del nombre latino de las especies vegetales y animales: Pimpinella anisum, Panthera leo (los nombres científicos latinos deben escribirse, además, en cursiva). Se escriben también con mayúscula los nombres de los grupos taxonómicos zoológicos y botánicos superiores al género, cuando se usan en aposición: orden Roedores, familia Leguminosas; pero estos mismos términos se escriben con minúscula cuando se usan como adjetivos o como nombres comunes: El castor es un mamífero roedor; Hemos tenido una buena cosecha de leguminosas.
4.26. Los nombres de edades y épocas históricas, cómputos cronológicos, acontecimientos históricos y movimientos religiosos, políticos o culturales: la Edad de los Metales, la Antigüedad, la Edad Media, la Hégira, el Cisma de Occidente, la Contrarreforma, la Primera Guerra Mundial, la Revolución de los Claveles, el Renacimiento. Igualmente se escriben con mayúscula los sustantivos que dan nombre a eras y períodos geológicos: Cuaternario, Mioceno, Pleistoceno, Jurásico. El adjetivo especificador que acompaña, en estos casos, a los sustantivos Revolución e Imperio se escribe con minúscula: la Revolución francesa, el Imperio romano.
4.27. Determinados nombres comunes cuando, por antonomasia, designan una sola de las realidades de su misma clase: el Diluvio (referido al diluvio bíblico), la Reconquista (referida a la de los territorios ocupados por los musulmanes, llevada a cabo por los reinos cristianos peninsulares durante la Edad Media), el Muro (referido al que separaba en Berlín los sectores oriental y occidental).
4.28. Determinados nombres, cuando designan entidades o colectividades institucionales: la Universidad, el Estado, el Ejército, el Reino, la Marina, la Judicatura, el Gobierno. En muchos casos, esta mayúscula tiene una función diacrítica o diferenciadora, ya que permite distinguir entre acepciones distintas de una misma palabra: Iglesia (‘institución’) / iglesia (‘edificio’), Ejército (‘institución’) / ejército (‘conjunto de soldados’), Gobierno (‘conjunto de los ministros de un Estado’) / gobierno (‘acción de gobernar’). La mayúscula diacrítica afecta tanto al singular como al plural: «Europa es importante para los Gobiernos, pero sobre todo para los ciudadanos» (País [Esp.] 9.1.97).
4.29. Los nombres de conceptos religiosos como el Paraíso, el Infierno, el Purgatorio, etc., siempre que se usen en su sentido religioso originario, y no en usos derivados o metafóricos, pues, en ese caso, se escriben con minúscula: Aquella isla era un paraíso; La noche pasada fue un infierno.
4.30. En textos religiosos, suelen escribirse con mayúscula, en señal de respeto, los pronombres personales Tú, Ti, Sí, Vos, Él, Ella, referidos a Dios o a la Virgen.
4.31. Los títulos, cargos y nombres de dignidad, como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., que normalmente se escriben con minúscula (→ 6.9), pueden aparecer en determinados casos escritos con mayúscula. Así, es frecuente, aunque no obligatorio, que estas palabras se escriban con mayúscula cuando se emplean referidas a una persona concreta, sin mención expresa de su nombre propio: El Rey inaugurará la nueva biblioteca; El Papa visitará la India en su próximo viaje. Por otra parte, por razones de respeto, los títulos de los miembros de la familia reinante en España suelen escribirse con mayúscula, aunque vayan seguidos del nombre propio de la persona que los posee, al igual que los tratamientos de don y doña a ellos referidos: el Rey Don Juan Carlos, el Príncipe Felipe, la Infanta Doña Cristina. También es costumbre particular de las leyes, decretos y documentos oficiales, por razones de solemnidad, escribir con mayúsculas las palabras de este tipo: el Rey de España, el Jefe del Estado, el Presidente del Gobierno, el Secretario de Estado de Comercio. Por último, es muy frecuente que los cargos de cierta categoría se escriban con mayúscula en el encabezamiento de las cartas dirigidas a las personas que los ocupan.
4.32. En textos de carácter publicitario, propagandístico o similar, es frecuente la aparición de mayúsculas no justificadas desde el punto de vista ortográfico, así como el fenómeno inverso, esto es, la aparición de minúsculas donde las normas prescriben la mayúscula. Estos usos expresivos o estilísticos, cuya finalidad es llamar la atención del receptor para asegurar así la eficacia del mensaje, no deben extenderse, en ningún caso, a otro tipo de escritos.
4.33. También es habitual que en textos pertenecientes a ámbitos particulares se escriban con mayúscula las palabras que designan conceptos de especial relevancia dentro de esos ámbitos. Así, por ejemplo, es normal ver escritos con mayúscula, en textos religiosos, palabras como Sacramento, Bautismo, Misa; o, en textos militares, las palabras Bandera o Patria. Estas mayúsculas, que no deben extenderse a la lengua general, obedecen únicamente a razones expresivas o de respeto.
5. Otros usos de las mayúsculas. Se escriben con mayúsculas los números romanos (→ números, 3), algunas abreviaturas (→ abreviatura, 6b) y algunos símbolos (→ símbolo, 4).
6. Casos en que no debe usarse la mayúscula inicial. Se escriben con minúscula inicial, salvo que la mayúscula venga exigida por la puntuación (→ 3), las palabras siguientes:
6.1. Los nombres de los días de la semana, de los meses y de las estaciones del año: lunes, abril, verano. Solo se escriben con mayúscula cuando forman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios: Primero de Mayo, Primavera de Praga, Viernes Santo, Hospital Doce de Octubre.
6.2. Los nombres de las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la, si.
6.3. Los nombres propios que se usan como nombres comunes. Es muy frecuente que determinados nombres propios acaben designando un género o una clase de objetos o personas. Esto ocurre en los casos siguientes:
a) Nombres propios de persona que pasan a designar genéricamente a quienes poseen el rasgo más característico o destacable del original: Mi tía Petra es una auténtica celestina; Siempre vas de quijote por la vida; Mi padre, de joven, era un donjuán.
b) Muchos objetos, aparatos, sistemas y productos que pasan a ser designados con el nombre propio de su inventor, de su descubridor, de su fabricante o de la persona que los popularizó o en honor de la cual se hicieron (zepelín, roentgen, braille, quevedos, rebeca, napoleón), o del lugar en que se producen o del que son originarios (cabrales, rioja, damasco, fez). Por el contrario, conservan la mayúscula inicial los nombres de los autores aplicados a sus obras (→ 4.3).
c) Nombres de marcas comerciales, cuando no designan ya un objeto o un producto de la marca, sino, genéricamente, cualquier objeto o producto de características similares (→ 4.22).
6.4. Los nombres comunes genéricos que acompañan a los nombres propios de lugar, sean geográficos (→ 4.7) o de espacios o vías urbanas (→ 4.10).
6.5. Los nombres de los vientos, salvo que estén personificados en poemas o relatos mitológicos: céfiro, austro, bóreas, tramontana.
6.6. Los nombres de las religiones: catolicismo, budismo, islamismo, judaísmo.
6.7. Los nombres de tribus o pueblos y de lenguas, así como los gentilicios: el pueblo inca, los mayas, el español, los ingleses.
6.8. Los tratamientos (usted, señor, don, fray, san(to), sor, reverendo, etc.), salvo que se escriban en abreviatura, caso en que se escriben con mayúscula: Ud., Sr., D., Fr., Sto., Rvdo. Solo cuando, por tradición, se han formado acuñaciones que funcionan como nombres propios, se escribirán estos tratamientos en mayúscula: Fray Luis, referido a fray Luis de León; Sor Juana, referido a sor Juana Inés de la Cruz; Santa Teresa, referido a santa Teresa de Jesús.
6.9. Los títulos, cargos y nombres de dignidad como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., se escriben con minúscula cuando aparecen acompañados del nombre propio de la persona que los posee, o del lugar o ámbito al que corresponden (el rey Felipe IV, el papa Juan Pablo II, el presidente de Nicaragua, el ministro de Trabajo), o cuando están usados en sentido genérico (El papa, el rey, el duque están sujetos a morir, como lo está cualquier otro hombre). Existen casos, sin embargo, en que estas palabras pueden escribirse con mayúsculas (→ 4.31).
Refranes
Se denomina refranero a la recopilación de refranes o enunciados breves sentenciosos populares o popularizados. Tal repertorio constituye el compendio de la sabiduría de un pueblo. De ahí que habitualmente se hable de refrán popular. Los refraneros se suelen clasificar por zonas geográficas, lenguas o temáticas.
Miguel de Cervantes, en su obra Don Quijote de la Mancha, nos define lo que es un refrán: “los “‘refranes”‘ son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios” (Segunda parte, capítulo LXVII).
Edad Media
En el siglo XIV contamos ya con una primera colección, Romancea Proverbiorum que recoge 150 refranes.
En el siglo XV son dos colecciones, casi simultáneas las que aparecen: Seniloquium con 494 refranes y sobre todo la recopilación atribuida a Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, bajo el título de Refranes que dizen las viejas tras el fuego, con más de 700 refranes.
Siglo XVI
El racionero de la Catedral de Toledo Blasco de Garay escribió después dos Cartas en refranes (Toledo, 1541) que carecen del propósito exhaustivo de una compilación, pero pretenden ser un agradable pasatiempo cortesano. La primera era exclusivamente de refranes y la segunda de sentencias, pero en posteriores ediciones se añadieron otras dos: una de Juan Vázquez de Ayora y otra, sumamente deturpada, que provenía de un impreso sevillano. Así aparecieron junto al Processo de cartas de amores de Juan de Segura y el Diálogo de mujeres de Cristóbal de Castillejo, recortado y moralizado, por cierto, por Blasco de Garay.
Pedro de Vallés imprimió la tercera colección, Libro de refranes copilado por el orden A. B. C. (Zaragoza, Juana Millán, 1549). Después vinieron tres cuyo carácter era profundamente humanístico. La cuarta realizada por el Comendador griego, es decir, Hernán Núñez (1478-1553) catedrático de Salamanca, Refranes o proverbios en romance, Salamanca, Juan de Canova, 1555, con un prólogo de León de Castro. El sevillano Juan de Mal Lara, discípulo de ambos, publicó otra, La Philosophia vulgar, Sevilla, Hernando Díaz, 1568. Por otra parte, Sebastián de Horozco, quien también estudió en Salamanca, escribió una Recopilación de refranes y adagios que consta de 8.311 ordenados alfabéticamente, pero cuyo manuscrito ha perdurado acéfalo, falto de aquellos que debían reunirse en las letras A, B, C y D. Lo que queda fue impreso en 1916 con el título de Teatro universal de los proverbios.
Siglo XVII
Gonzalo Correas reunió en un largo manuscrito que tituló Vocabulario de refranes y frases proverbiales un verdadero tesoro idiomático que no llegó a comentar debidamente ni se vio impreso hasta el siglo XX. Correas se basó en la obra de Hernán Núñez que acrecentó con aportes propios.
En el mismo siglo publicaron otros refraneros eruditos como Juan Sorapán de Rieros: Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nra. lengua. Muy provechosa para todo genero de estados, para Philosophos, y Medicas, para Theologos, y Juristas, para el buen regimiento de la salud, y más larga vida (1615), y Jerónimo Martín Caro y Cejudo: Refranes y modos de hablar castellanos con latinos (1675), entre otros.
Siglo XVIII
Frente a la fecundidad paremiográfica de los siglos anteriores, el siglo XVIII, siglo de las luces, carece de recopilaciones importantes. Solo aparecen en revistas generalistas algunas pequeñas colecciones hechas por particulares, como la publicada en el Correo de Madrid (o de los ciegos) por Lucas Alemán y Aguado: Ramillete de sentencias morales (1788).
Siglo XIX
José María Sbarbi y Osuna dedicó gran parte de su vida a los temas paremiográficos y paremiológicos. En vida publicó Monografía sobre los refranes, adagios y proverbios castellanos y las obras o fragmentos que expresamente tratan de ellos en nuestra lengua, obra de corte enciclopédico, como puede apreciarse por el título, que fue premiada por la Biblioteca Nacional de España en 1871 y publicada en 1891. En 1872 se imprime El libro de los refranes, y en 1873, Florilegio ó Ramillete alfabético de Refranes y Modismos comparativos y ponderativos de la Lengua Castellana, definidos razonadamente y en estilo ameno. En 1922, se publica en Madrid, a título póstumo, el Gran diccionario de refranes de la lengua española.1
A finales de siglo aparecen las primeras recopilaciones de Francisco Rodríguez Marín: Cien refranes andaluces de meteorología, cronología, agricultura y economía rural (1883) y Los refranes del almanaque recogidos, explicados y concordados con los de varios países románicos (1896). Sus principales y exhaustivas recopilaciones aparecerían ya en el siglo XX.
Siglo XX
El siglo XX en España es el siglo de la consolidación paremiográfica en español. No solo se consolidaron las recopilaciones anteriores, sino que también se elaboraron nuevas y revisadas ediciones de las colecciones ya publicadas.
En 1906 la RAE publicó la primera edición del Vocabulario de refranes y frases proverbiales de Correas, que hasta entonces solo había estado disponible en versiones manuscritas. La edición fundamental fue realizada por Louis Combet en 1967, edición que revisaron sus discípulos en el 2000.2
Julio Cejador y Frauca publicó a título póstumo su Refranero castellano (1928-29), obra en tres volúmenes en las que por palabras clave agrupa los refranes contenidos en las recopilaciones desde el Marqués de Santillana hasta Correas.
Por su parte Francisco Rodríguez Marín emprendió la tarea de recopilar todos aquellos refranes que no estuvieran en el Correas, publicando en 1926 un primer volumen: Más de 21.000 refranes castellanos no contenidos en la copiosa colección del maestro Gonzalo Correas. A este primer volumen siguieron otros tres: 12.600 refranes más no contenidos en la colección del maestro Gonzalo Correas ni en “Más de 21.000 refranes castellanos” (1930); Los 6.666 refranes de mi última rebusca… (1934) y Todavía 10.700 refranes más… (1941).
Tomando como pilares principales, las obras de Correas y de Rodríguez Marín, Luis Martínez Kleiser publicó en 1953 la que es considerada como la «Biblia» de la paremiografía española: Refranero general ideológico español. En ella agrupó por temas —ideas— más de 60.000 refranes procedentes de las colecciones ya mencionadas y complementadas por obras menores.
Por su parte, y basándose de nuevo en fuentes propias, José Bergua publicó en 1944 Refranero español, colección de 8000 refranes ordenados por orden alfabético y seguidos de una sucinta explicación «para su mejor comprensión y conocimiento». Pese a no ser muy extensa, esta recopilación ha gozado de gran popularidad debido a ser una edición asequible y de formato manejable.
Hasta la edición de 1956, la RAE venía recogiendo en su Diccionario algunos refranes, pero a partir de esa edición consideró que por diversas razones no debían figurar en él, buscando una solución alternativa. Se optó por una publicación exenta para lo que convocó en 1967 un concurso que contó con el patrocinio de la Fundación Conde de Cartagena. El concurso fue ganado en 1971 por Juana G. Campos y Ana Barella con su Diccionario de refranes, cuya primera edición vio la luz en 1993. En él no solo se recogen los refranes contenidos en el Diccionario de la Academia, sino que se incluyen también el significado, aclaraciones y citas literarias.3
Junto a obras que recogen todo tipo de refranes, aparecieron también importantes obras especializadas por temas, tal como había hecho Sorapán y Rieros en el siglo XVII.
Manuel Saralegui y Medina recopiló el Refranero español náutico y meteorológico (1918), obra que se vio ampliamente superada por el Refranero del mar (1944) de José Gella Iturriaga.
Gabriel María Vergara Martín fue recopilando distintas manifestaciones de la sabiduría popular relacionadas directamente con los pueblos de España. En 1923 salió su primera obra, Diccionario geográfico popular de cantares, refranes, adagios, proverbios, locuciones proverbiales y modismos españoles que amplió y reeditó en 1936: Refranero geográfico español.
En esta área de la dictadología tópica (refranes toponímicos), Camilo José Cela, inició de forma sistemática su estudio y recopilación con la aparición del primer y único volumen en 1998: Diccionario geográfico popular de España. I Introducción a la dictadología tópica. España.
Los refraneros centrados en una región o provincia también han tenido destacados ejemplos durante el siglo XX. Citaremos tres de ellos: El refranero navarro de José María Iribarren de 1983, basado en las recopilaciones que ya habían aparecido en sus obras lexicográficas; Refranero geográfico turolense (1995) de José de Jaime Gómez y José María de Jaime Lorén; y Refranero temático castellano (1999) de Juliana Panizo Rodríguez, donde refundió la labor que había realizado y publicado en la Revista de Folklore.
Los refranes agrícolas tuvieron su obra cumbre en la recopilación de Nieves de Hoyos Sancho, Refranero agrícola español (1954).
El mérito de esta obra reside en ser el primer intento de clasificar y comentar los refranes agrícolas españoles (castellanos, gallegos, catalanes, valencianos), puesto que lo impreso anteriormente no pasa de ser una mera recopilación de carácter regional, como sucede con la mencionada colección de Rodríguez Marín Cien refranes andaluces de meteorología, cronología, agricultura y economía rural, la cual, además de referirse a Andalucía, se queda muy por debajo de los 5.370 refranes, sentencias, aforismos, aleluyas y coplas reunidos por Nieves de Hoyos y acompañados, en ocasiones, por la correspondencia en otras lenguas, principalmente el portugués.
Finalmente, y en lo que a refranes meteorológicos se refiere, Luis Martínez Kleiser publicó en 1945: El tiempo y los espacios de tiempo en los refranes.
Siglo XXI
Los primeros años del siglo XXI en la paremiografía española se han caracterizado por la aparición de un lado de refraneros multilingües y por otra por la aparición de las bases de datos digitales, combinándose en algunos casos ambas modalidades.
Destacamos en las compilaciones monolingües el Diccionario Akal del refranero español (2012) de Jesús Cantera Ortiz de Urbina.
Entre las multilingües Julia Sevilla Muñoz y Jesús Cantera Ortiz de Urbina al frente de un equipo de especialistas publicaron en 1998 877 refranes españoles con su correspondencia catalana, gallega, vasca, francesa e inglesa, apareciendo en el 2000 una edición revisada.4
Los mismos editores, al frente de un equipo de 12 especialistas más, publicaron en el 2001 1001 refranes españoles con su correspondencia en árabe, francés, inglés, italiano, polaco, provenzal y ruso, apareciendo en 2008 la segunda edición, igualmente revisada.5.
En 2005 Julia Sevilla Muñoz y M.ª I. Teresa Zurdo Ruiz-Ayúcar de la Universidad Complutense iniciaron el Refranero multilingüe, publicándose en el 2009 su primera edición en la sede virtual del Instituto Cervantes. Se trata de una base de datos, actualizada con nuevas incorporaciones, que, tomando como base los refranes en español, proporciona equivalencias hasta en 18 lenguas de trabajo.6
José Enrique Gargallo Gil, de la Universidad de Barcelona, inició en el 2008 el proyecto Base de datos sobre refranes del calendario y meteorológicos en la Romania (BADARE), donde se recogen refranes de calendario y meteorológicos en las distintas lenguas romances así como en numerosos dialectos. El proyecto de reconvertió en Paremiología Romance: refranes meteorológicos y territorio (ParemioRom)
Ejemplos de Refranes
1– No es oro todo lo que reluce.
Nos señala la importancia de no dejar llevarse por las primeras impresiones. Es decir, intentar nunca confiar en las apariencias.
2 – A falta de pan, buenas son tortas.
Resalta la importancia de ser agradecido con lo que se tiene.
Algunas variantes, en diferentes países, cambian el término “torta” por un pan de elaboración nacional.
3 – A llorar al valle.
La consecuencia directa de tomar malas acciones o decisiones. Lo que les queda es, precisamente, ir a llorar al valle.
También puede significar el hecho de ir a lamentarse a quejarse con los que anteriormente le aconsejaron no tomar tales acciones o decisiones (padres, amigos,…).
Variantes: Anda a llorar al valle; Ahora te toca llorar al valle.
4 – A lo hecho, pecho.
Cada acción humana genera consecuencias. Este refrán recalca que, tras realizar cualquier acción, se deben asumir tales consecuencias.
Algunas variantes pueden ser “ponerle el pecho a la situación”, que se toma del argot de una pared de fusilamiento.
5 – Al mal tiempo, buena cara.
Mostrar siempre una actitud positiva y proactiva ante cada una de las situaciones de la vida, por negativas o adversas que estas puedan ser.
6 – Cada loco con su tema.
Cada persona tiene sus manías o terquedades.
Algunas personas le toman como una crítica despectiva, y otras como un enunciado de aceptar tal como son a los demás.
7 – De tal palo, tal astilla.
Un refrán utilizado comúnmente para señalar la similitud entre dos personas que provienen de la misma familia. Usualmente se utiliza para señalar el parentesco entre padres, hijos y nietos.
Algunas variantes de cada país pueden ser: “Hijo de gato caza ratones”.
8 – El que la hace, la paga.
Un enunciado que se realiza para afirmar que la justicia existe. Y que a todos les llega su momento de rendir las cuentas.
Variantes latinoamericanas: “A cada cochino gordo le llega su diciembre”, por la tradición que existe en países como Colombia o Venezuela de hornear un cerdo (cochino) para Navidad.
9 – Dinero llama dinero.
Una frase utilizada para resaltar las posibilidades que tiene las personas de dinero de generar aún más ganancias.
Pero, también es un refrán que puede utilizarse para demostrar que todos atraen personas y cosas de acuerdo a su visión del mundo.
10 – El mundo es un pañuelo.
Es un refrán que utiliza la exageración de afirmar que el tamaño del mundo es diminuto (como un pañuelo).
Se le dice a una persona que hacía mucho tiempo no se le veía, y que se ha encontrado en el lugar menos pensado.
11 – A la tercera va la vencida.
Es un refrán de ánimos. Se utiliza para afirmarle a otra persona, o a sí mismo, que la mejor oportunidad es la que está por venir.
12 – Cada oveja con su pareja.
Un dicho utilizado para referirse a las relaciones de amistad, noviazgo o matrimonio.
Lo que se intenta decir es que siempre se debería buscar a alguien que comparta sus gustos, intereses o su visión de futuro.
Variación: “Cada quien con su cada cual”
13 – Más vale prevenir que lamentar.
Recalca la importancia de tomar precauciones y ser cautos, antes de tomar decisiones que puedan ocasionar males mayores.
Variación: “Más vale un ‘por si acaso’ que un ‘de haber sabido’”.
14 – Más vale tarde que nunca.
Señala la importancia de tomar acciones, sin importar si es el momento adecuado o si se tienen todas las condiciones para hacerlo.
Suele utilizarse para señalar esas cosas que no se hicieron en el momento debido, pero que son imprescindibles; por lo que la importancia de hacerlas es suficiente para darse por satisfechos.
15 – En boca cerrada no entran moscas.
Un refrán que nos indica la importancia de no decir lo que no tiene relevancia o necesidad. Es utilizado para sugerir a los demás que es mejor guardar silencio antes de meterse en problemas en los que no se tiene necesidad de hacerlo.
16 – Al que madruga, Dios lo ayuda.
Denota la importancia de ser diligentes y responsables en lo que se hace. Se utiliza, propiamente, para afirmar que es importante que las personas aprovechen el tiempo y tomen acción lo antes posible.
Variación: “Quien madruga coge agua clara”.
17 – El que calla otorga.
Refrán utilizado para situaciones en las que se pide una opinión o sugerencia diferente a una principal, ya planteada.
Si ninguna persona muestra una posición contraria, y en su lugar se queda en silencio, hemos de admitir que acepta tácitamente lo que se propone.
Variación: “Quien calla, otorga”.
18 – Amor con hambre no dura.
Un refrán que puede ser entendido de diferentes maneras. La primera y principal tiene que ver exactamente con el matrimonio o la vida en pareja, asumiendo que el amor no puede mantener los cimientos de una relación que no tiene aspiraciones ni obligaciones para mantenerse fuerte.
También se utiliza para asumir que una persona, para ser amada y valorada, debe cumplir con ciertos deberes. Como diciendo que para tener derechos es necesario cumplir con sus deberes.
19 – Tira la piedra y esconde la mano.
Cuando se dice que “esa persona tira la piedra y esconde la mano”, lo que se está diciendo es que es una persona que siempre se muestra como un completo inocente, pero que en realidad está ocultando sus verdaderas acciones o propósitos.
Variación: “Como quien no rompe un plato”
20 – El que ríe el último, ríe mejor.
Nada es real y cierto hasta que no está consumado. Este refrán se utiliza para sugerir a los demás que no se debe cantar victoria antes de que esta se materialice. No reírse antes de que se haya hecho la gracia.
21 – El hábito no hace al monje.
Un refrán que nos invita a no juzgar a las personas por las apariencias.
A diferencia de otros, este también nos indica que las personas son lo que son, más no son lo que tienen o lo que se mira desde afuera.
22 – A palabras necias, oídos sordos.
Una frase sentenciosa que nos invita a ignorar por completo aquellas palabras sin fundamento, malintencionadas, o que no se sustentan en ninguna información confiable. A fin de cuentas, no tiene sentido hacer caso a las mentiras.
23 – Crea fama y acuéstate a dormir.
Un refrán que nos hace recordar la historia del lobo y las ovejas. Lo que nos quiere decir es que si has hecho algo mal la primera vez, las personas esperarán que sigas haciendo las cosas de la misma manera. Por tanto, “ya has hecho fama”.
24 – Del dicho al hecho, hay mucho trecho.
Una cosa es hablar de lo que se va a hacer o conseguir, y otra cosa muy diferente es cumplir lo que se dice o promete.
Este dicho nos dice exactamente eso: hay una distancia muy grande entre lo que se dice y lo que se hace.
Este refrán nos puede recordar, por momentos, al Cuento de la lechera.
25 – Dios aprieta pero no ahorca.
Todos pueden pasar por situaciones difíciles (es parte de la existencia), pero eso no quiere decir que no exista una salida airosa de dichas situaciones.
26 – Donde fueres, haz lo que vieres.
Un refrán que nos invita a respetar las costumbres de los demás. Es decir, que cuando vayas a un lugar –ciudad, país,…-, te comportes de una manera que resulte desapercibida para los nativos. De no poder hacerlo, al menos, respetarles sus diferencias.
27 – Quien mucho abarca, poco aprieta.
Hace referencia a las personas que quieren conseguir todos los objetivos al mismo tiempo. También a los que quieren hacer varias cosas a la vez. Todos tenemos recursos limitados, y debemos focalizar. Intentar abarcar mucho significa, al final, poder quedarse sin “apretar” nada.
28 – Hombre precavido vale por dos.
Reafirma la importancia de tomar precauciones antes de realizar cualquier acción.
Variación: “Guerra avisada no mata a soldado”.
29 – Preguntando se llega a Roma.
Un refrán que nos recuerda que no podemos saberlo todo. Sin embargo, tener la humildad de preguntar a los demás sí nos acercará a lo que queremos conseguir.
30 – Zapatero a sus zapatos.
Un refrán que se utiliza para decir a los que intentan opinar en un tema en el que no tienen conocimiento alguno, o donde no han sido invitados a opinar.
31 – Una golondrina no hace verano.
Indica que para lograr ciertos proyectos, es necesario contar con la colaboración, apoyo o ayuda de sus semejantes.
Variación: “No se puede tapar el sol con un dedo”.
32 – Obras son amores y no buenas razones.
Se utiliza generalmente para describir que la mejor forma de amar es tomando acciones que den razones para ello. Además, indica que dar razones sin acciones no es, en esencia, valorar a los demás.
Variación: “Hacer es la mejor manera de decir”
33 – Mucho ruido y pocas nueces.
Se les dice a las personas que dicen que harán muchas cosas, y al final terminan por no concretar nada, o muy poco de lo que han anunciado.
34 – En la variedad está el gusto.
Indica la importancia de la diversidad. Es un refrán extraído del argot de la gastronomía, que indica que para poder encontrar el gusto, es necesario probar una gran variedad de sabores. Se usa para afirmar a los demás que para hacer comparaciones, críticas o juicios se debe, antes, conocer las demás alternativas.
35 – Tanto tienes, tanto vales.
Una frase de amplia data en las sociedades actuales. Se utiliza para criticar a las sociedades donde se trata a las personas por lo que tienen, más no por lo que son en esencia.
36 – Nadie es profeta en su tierra.
Indica la dificultad de tener éxito en tu lugar de origen. Bien sea porque todos tienen una opinión de ti desde el inicio, o porque estás determinado al éxito que tenga tu familia, y a partir de allí ser juzgado.
También señala la necesidad de mucha gente de abandonar sus lugares de origen para poder consagrarse y lograr una reputación en base a sus méritos individuales.
37 – ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.
Es una frase crítica hacia las personas que siempre actúan de acuerdo a lo que piensan los demás, y no por lo que consideran en base a sus propias creencias o criterios.
38 – Dios los cría y ellos se juntan.
Un refrán que hace referencia expresa a las personas que se hacen amigas y tienen características similares, tanto en físico como en personalidad y gustos.
39 – El que espera desespera.
Se utiliza para destacar la ansiedad y el sufrimiento que tienen las personas que se aferran a una esperanza difusa de que algo mejore en el futuro. Quedarse estáticos, esperando que el destino traiga resultados mejores a su vida es siempre un mal plan.
40 – Escoba nueva barre bien.
Denota la actitud de los empleados nuevos para ganarse a los jefes, siendo diligentes y muy eficientes en la realización de sus oficios. También se utiliza para el campo de las amistades o para las relaciones de pareja, donde el recién llegado intenta ser lo mejor posible, teniendo ventaja siempre sobre los que han estado antes.
Variación: “Cuando hay santos nuevos, los viejos no hacen milagros”.
41 – No hay mal que dure cien años.
Es una frase sentenciosa que se utiliza a modo de advertencia. Lo que se trata de decir es que nunca hay que aprovecharse de las situaciones u oportunidades actuales para hacer daño, porque un día esas situaciones pueden darse a la inversa.
También nos indica que nada es eterno. Todo tiene un principio y un fin.
42 – Guerra avisada no mata soldados.
Y si los mata es por descuidados.
Una frase que nos habla de la importancia de ser precavidos. Y que, cuando se le ha avisado a alguna persona sobre otra o sobre algo, esta no tiene justificación alguna en caso de cometer un error.
43 – La fe mueve montañas.
Denota la relevancia de tener fe en lo que se hace. El simple hecho de tener confianza en lo que se va a realizar le otorga a cualquier persona la motivación para lograrlo.
44 – El que no la debe, no la teme.
Quien no ha cometido ninguna infracción o falta, no tiene por qué ocultarse, negarse a hablar o temerle a la justicia.
45 – Perro que ladra, no muerde.
Es una varianza de “mucho ruido y pocas nueces”. Pero también se refiere a las personas que utilizan las palabras para amedrentar o amenazar a todos, pero que nunca actúan conforme a lo que dicen que realizarán.
Esta frase nos intenta explicar que las personas que harán algo, simplemente lo hacen, sin necesidad de hablar más de la cuenta.
46 – Si te he visto, no me acuerdo.
Es una frase burlesca con la que una persona intentará evadir cualquier vínculo o responsabilidad adquirida con otra persona.
47 – No hay mal que por bien no venga.
Es una frase optimista que nos indica que todo lo malo que nos ocurra tiene una explicación positiva. Todo pasa por una razón, y es deber sobreponerse a sus efectos, en caso de que sean negativos.
48 – Si así llueve, que no escampe.
Una manera simple de decir que si las cosas se están dando tan bien, lo que queremos es que sigan dándose de la misma manera y por tiempo indefinido.
49 – Querer es poder.
La voluntad y las ganas de hacer las cosas es lo único que nos separa de lograrlas.
50 – Loro viejo no aprende a hablar.
Una frase que nos indica que cuando se es mayor no se pueden hacer las cosas que se hacían antes. También se utiliza para criticar a las personas que no actúan o se visten de acuerdo a su edad, sino que lo hacen para hacerse ver más jóvenes.
51 – Más vale maña que fuerza.
De nada vale el ímpetu y la energía inicial (fuerza) si no va acompañada de la perseverancia y la paciencia (maña).
52 – El papel aguanta todo.
Hace referencia a los planes, mensajes y palabras en general que se escriben sin una verdadera convicción de llevarlos a cabo, o de que sean reales.
53 – Barriga llena, corazón contento.
Una frase que nos señala las pocas preocupaciones que tienen las personas que ya han solventado sus necesidades básicas (en el caso de la frase, comer).
54 – Casa de herrero, cuchillo de palo.
Denota la ausencia de un objeto o una virtud en un lugar o entorno donde se supone (por lógica) que no debería faltar.
También se utiliza para juzgar o criticar las actitudes semejantes en caso de profesionales (como los cardiólogos que mueren de infarto al miocardio).
55 – Poco a poco se anda lejos.
Se utiliza para aconsejar a los demás que es mejor tener paciencia y perseverancia para avanzar con mayor seguridad, antes que querer ir a la ligera.
56 – Malos ojos son cariño.
Nos invita a admitir que muchas veces las actitudes o comportamientos negativos de una persona para con otra no son, en realidad, por odio o resentimiento; sino una forma de querer ocultar la admiración o afecto que se le tiene.
Variación: “Del amor al odio hay un paso”.
57 – Lo cortés no quita lo valiente.
Una frase que indica que para defender las opiniones y puntos de vista no necesariamente se tiene que ser violento o descortés.
58 – A otro perro con ese hueso.
Se utiliza para alejar a las personas que vienen con malas intenciones o mentiras hacia nosotros. A su vez, dejarles ver que no somos tontos y que ya conocemos lo que se traen entre manos.
59 – Contigo pan y cebolla.
Es una forma de decir que estará junto a ti en las buenas y las malas.
60 – Jaula nueva, pájaro muerto.
Indica que a veces los grandes cambios pueden resultar contraproducentes.
61 – Nunca es tarde si la dicha es buena.
Una frase que denota alegría o felicidad por un momento o logro que tardó mucho en materializarse.
62 – Sarna con gusto no pica.
Los obstáculos, sacrificios y días grises no tienen ninguna incidencia negativa en las personas que aman lo que hacen y sienten que hacen lo correcto.
63 – Quien tiene boca se equivoca.
Si bien se utiliza para cuando nos equivocamos al hablar, es una frase que nos quiere decir que todos los humanos cometemos errores.
64 – El poeta nace, no se hace.
Señala que algunos oficios no se dan únicamente por lo que aprenderás académicamente, sino que debe haber detrás de ello una vocación real y una inclinación natural a ser eso que se intenta ser.
65 – Haz bien y no mires a quien.
Una frase que nos señala la importancia de obrar positivamente y sin interés.
66 – El que se excusa, se acusa.
Quien ofrece demasiadas disculpas o explicaciones acerca de algo, comienza directamente a ser sospechoso de haber cometido tal acción.
67 – El pez grande se come al chico.
Una frase directamente relacionada con la superioridad de algo o alguien. Siempre el lado débil tiene las de perder.
68 – Lo barato sale caro.
En afán de ahorrar dinero o tiempo, algunas personas compran o se inclinan por ofertas de menor valor. Sin embargo, pronto tendrán que gastar más dinero o tiempo en reemplazarles porque se han dañado o no han servido del todo.
69 – A rey muerto, rey puesto.
Una frase que nos indica que hay situaciones en las que los cambios o reemplazos deben ser urgentes y eficaces. Puede utilizarse para un puesto vacante o para una máquina que se ha averiado.
70 – Para muestra, un botón.
Una frase del argot expositor. Se utiliza para indicar que un ejemplo inicial puede explicar por deducción todo lo demás que se ha intentado argumentar. “Presiona el botón y verás el resto”, es lo que intenta decir este refrán.
71 – Se dice el pecado, más no el pecador.
Se utiliza para afirmar que se sabe algo sobre determinado tema, pero que no se está dispuesto a responsabilizar al culpable o responsable.
72 – Mucho donaire, causa desaire.
Se utiliza de forma crítica a las personas que se vanaglorian de su libertad o personalidad desenfadada, y que puede llegar a caer mal o a causar recelo entre sus semejantes.
73 – Hoy por ti, mañana por mí.
Una frase que nos indica la importancia de ser solidarios. En el presente se actúa conforme al bienestar de otra persona, pero se espera que en el futuro esta solidaridad se vea recompensada con una devolución de favores.
74 – No hay rosa sin espinas.
Toda meta alcanzada requiere de sacrificios y esfuerzo.
75 – El que busca, encuentra.
Cuando alguien tiene la voluntad y la paciencia de lograr algo, finalmente lo logrará.
Es una variación de “El que quiere, puede”.
76 – Quien se pica, ajos come.
Se utiliza para las personas que se sienten aludidas en medio de una conversación, y reaccionan de forma airada y violenta, aun cuando no se les ha nombrado directamente.
Variación: “Quien se pica, ajíes come”.
77 – Gota a gota, la mar se agota.
Por muy pequeños que parezcan ser los pasos que se dan, todos van sumando y acercando para un mismo objetivo.
78 – Hierba mala nunca muere.
Se utiliza para reafirmar la persistencia del mal en la sociedad (o en el mundo). También se utiliza para juzgar a una persona que actúa mal y que tiene antecedentes familiares para ese mal actuar.
Finalmente, se utiliza de forma jocosa para animar a una persona que se encuentra enferma: “Estarás bien, porque hierba mala nunca muere”.
79 – El tiempo es oro.
Señala el valor del tiempo como el único recurso humano no renovable. Se utiliza para darle el valor real y evitar desperdiciarlo.
80 – Ojo por ojo, diente por diente.
Se conoce como la Ley de Talión. La frase nos indica que las personas que han cometido algún mal deben ser castigadas causándoles exactamente el mismo mal.
Variación: “Con la vara que midas, serás medido”; “El que a hierro mata, a hierro muere”; “Quien a hierro mata, no puede morir a sombrerazos”.
81 – Quien canta, su mal espanta.
Una frase que invita a las personas a hacer lo que les hace felices, para de esa forma aliviar su sufrimiento o sus preocupaciones.
82 – Del árbol caído, todos hacen leña.
Un refrán que denota oportunismo e interés. Señala a las personas que utilizan una situación negativa para sacar tajada.
83 – El que a hierro mata, a hierro muere.
Una adaptación de la Ley de Talión, y que dice que las personas que obran mal, reciben el mismo mal como algo natural.
84 – Piensa mal y acertarás.
Indica la importancia de ser perspicaz. No llenarse de grandes expectativas sobre los demás para no terminar decepcionados o desilusionados en caso de que las cosas salgan mal.
85 – Por la boca muere el pez.
Una variación de “En boca cerrada no entran moscas”.
Nos invita a ser precavidos y medidos cuando se habla de algo. Evitar hablar de más para, con ello, evitar problemas innecesarios.
86 – Ojos que no ven, corazón que no siente.
Ignorar una situación evitará que sufras por ello. También se utiliza de forma burlesca para las personas que cometen fechorías a espaldas de sus conocidos.
87 – La excepción hace la regla.
Se utiliza para demostrar que cuando ocurre, se justifica la existencia de una regla que evita que vuelva a suceder.
88 – Como se vive, se muere.
Una frase sentenciosa que se utiliza para juzgar la forma de vivir de otras personas. De acuerdo a como viven, así mismo tendrán un final. Puede ser utilizada de forma positiva, para realzar los valores o principios de vida de cualquier individuo; o puede utilizarse de forma negativa para criticar la forma de vida de otros.
89 – Un clavo saca otro clavo.
Casi siempre se utiliza para las relaciones amorosas.
Indica que una nueva relación puede hacer olvidar las decepciones de una relación anterior.
90 – Mañana será otro día.
Nos invita a tener esperanza y fe en lo que vendrá, sobre todo cuando se han hecho avances suficientes en el plazo inmediato.
91 – Decir refranes, es decir verdades.
Curiosamente, es un refrán que denota la importancia de los refranes.
Nos indica la sabiduría que esconden estas frases de uso popular.
92 – No hay quinto malo.
Una variación de “A la tercera va la vencida” o “No hay mal que por bien no venga”.
Indica la importancia de seguir intentando las cosas, aunque no salgan a la primera (o a la segunda, tercera o cuarta,…).
93 – La intención es lo que cuenta.
Una frase que se usa para justificar las intenciones positivas detrás de cualquier hecho o actividad, aun cuando no se hayan completado exitosamente.
94 – La música amansa las fieras.
Una frase que hace alusión al poder tranquilizador y relajante de la música.
95 – Más claro no canta un gallo.
Una frase que señala que es imposible explicar las cosas de una forma más clara.
96 – El casado, casa quiere.
Más que una frase, es un consejo para los que quieren casarse.
Es importante tener un espacio propio donde puedan vivir sin estar bajo la influencia y opiniones de otras personas.
Variación: “Quien se casa es porque casa tiene”.
97 – A mala vida, mala muerte.
Variación de “Como se vive, se muere”.
Señala que no se debe esperar nada positivo cuando todo lo que se ha hecho para lograrlo ha sido malo.
98 – Caras vemos, corazones no sabemos.
Se utiliza para expresar que muchas veces lo que vemos no es la realidad. En el caso de la frase, nos indica que las personas pueden mostrar una felicidad externa, pero por dentro la pueden estar pasando muy mal.
99 – Al pan, pan, y al vino, vino.
Una frase que nos invita a hablar con claridad y a llamar las cosas por su nombre.
100 – Cría cuervos y te sacarán los ojos.
Una frase que denota ingratitud. Se utiliza para juzgar a las personas a las que se ha ayudado, pero que luego no corresponden con tal ayuda y obran muy mal.
101 – Matar pulgas a balazos.
Es la contraposición de “Matar dos pájaros de un tiro”.
“Matar pulgas a balazos” significa que se ha hecho un esfuerzo muy grande para lograr un objetivo muy pequeño.
102 – Más sabe el diablo por viejo, que por diablo.
Una frase que nos invita a aceptar los consejos y opiniones de los más viejos, por el simple hecho de haber vivido más tienen como ventaja la experiencia.
103 – Agua que no has de beber, déjala correr.
Lo que no te conviene o no puedes afrontar en el momento, no lo retengas. Mejor dejarlo ir y focalizarte en lo que sí puedas hacer.
Fábula
La fábula es una composición literaria breve, generalmente en prosa o en verso, en la que los personajes principales son animales o cosas inanimadas que presentan características humanas. La fábula tiene “una intención didáctica de carácter ético y universal”1 que siempre aparece en la parte final de esta misma, proporciona una enseñanza o aprendizaje, que puede ser útil o moral y es conocida generalmente como moraleja. En el Diccionario de uso del español de María Moliner2 de Helena Beristáin se indica que “se trata de un género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de las costumbres y de los vicios locales o nacionales, pero también de las características universales de la naturaleza humana en general”.
Características
Como género literario, posee un carácter mixto narrativo y didáctico, además debe contener estas propiedades:
Género: Literario, subgénero narrativo.
Elementos de la narración: Generalmente en las fábulas existe un narrador que relata los hechos acontecidos en tercera persona, así como en un orden cronológico. Además, relata lo que les sucede a los personajes principales en un tiempo y lugar indeterminados.
Estructura: Las fábulas, suelen estar escritas en prosa o en verso además de que suelen ser historias breves y didácticas. La mayoría de estas comienzan con la presentación de una situación inicial en la cual, generalmente se plantea una problemática moral que puede tener solución o no. Finalmente, ésta termina con una enseñanza o moraleja que puede ser útil para el lector.
Los personajes: En su mayoría, los personajes suelen ser animales u objetos inanimados a los que se les dota con características humanas; tales por ejemplo la codicia, avaricia y envidia. Estos suelen estar envueltos en situaciones problemáticas que deberán resolver.
Temas: Generalmente los temas que se abordan en las fábulas son vicios humanos como la arrogancia, la mentira, etcétera; ya que detrás de cada una de éstas se muestra una intención de criticar los comportamientos y actitudes que se van desarrollando dentro de la historia.
Su exposición de vicios y virtudes es maliciosa, irónica.
La fábula clásica reposa sobre una doble estructura; desde el título mismo se encuentra una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas encontradas. Pero estos dos personajes se encuentran siempre en desigualdad social: uno en posición alta y otro en posición baja y desfavorable. Gracias a un evento narrativo imprevisto o survenant, el que estaba en posición alta se encuentra en posición inferior y viceversa. Este esquema es denominado por Christian Vandendorpe como “doble reenvío” en Apprendre à lire des fables, Montréal, 1989 y se encuentra en decenas de ellas, sobre todo en las populares, y permite fijar la comprensión y vehicular una moralidad clara. Como dice Hegel, “La fábula es como un enigma que será siempre acompañado por su solución” (Estética, II) Incluso si la fábula no tiene ya popularidad, el esquema que la forma se reencuentra en el hecho diverso (Christian Vandendorpe, De la fable au fait divers) y en la leyenda urbana (Jean-Bruno Renard, Rumeurs et légendes urbaines, París: Coll. Que sais-je?, 3445). Estas situaciones son imprescindibles en una fábula, pues sin importar el autor, el contexto social o político, éstas son las que la identifican y marcan un límite entre ella y otros géneros similares con los que podría confundirse por la forma alegórica que contienen.
Género literario
No debe confundirse con la parábola o relato simbólico ni con el discurso o sermón parenético, cuya intención es exhortar a seguir una conducta ética y por ello recurre con frecuencia a este tipo de procedimientos.
Se diferencian de los apólogos en que estos son más generales y en ellos pueden intervenir además hombres y personajes tanto animados como inanimados. Pueden estar escritas en prosa o verso. En el Index motifs, catálogo de motivos de relatos folclóricos de Antti Aarne y Stith Thompson (Aarne-Thompson), las fábulas aparecen clasificadas como cuentos de animales.
A pesar de ser un género literario sujeto a la transmisión oral de generación en generación, la fábula aún conserva estas características que la diferencian de otros géneros narrativos más mutables como el cuento, el relato o la novela, a los cuales el tiempo ha traído numerosos cambios, nuevos subgéneros y tendencias.
Conviene distinguir claramente la fábula como género literario, de la fábula argumental o argumento: Aristóteles hablaba de esta última cuando escribe que la fábula es uno de los seis elementos que forman la tragedia junto con los caracteres, el canto, la elocución, el pensamiento y el espectáculo. (Poética, cap. VI, 1450a). Así pues, la fábula trágica es su argumento o el encadenamiento de acciones y hechos expuestos que forma la narración o, de otra forma, en el lenguaje cinematográfico, la sinopsis.
Un ejemplo de fábula en prosa es el “Gato y el Ratón” en donde se pueden identificar las características de ésta.
El Gato y el Ratón
Había una vez un pequeño ratón que vivía en la casa de una mujer vieja. La señora, que temía de estas criaturas, colocó muchas trampas para matarlo. El ratón, asustado, le pide ayuda al gato de la mujer.
-¿Podrías ayudarme, lindo gatito? -le dijo al gato.
-Sí, ¿en qué? -respondió este.
-Sólo quita las trampas de la casa -dijo el ratón.
-Hmmm… Y, ¿qué me das a cambio? -dijo el gato.
-Finjo ante la señora que estoy muerto, ya que tú me has matado; ella creerá que eres un héroe -respondió el ratón.
-Me has convencido -dijo el gato.
El gato sacó las trampas de la casa, pero el ratón nunca cumplió su parte del trato. Un día, la señora descubrió que fue el gato quien sacó las trampas. Ella, muy enfadada, decide dejar al gato en la calle.
La siguiente es un ejemplo de fábula en verso, es un texto de Tomás de Iriarte:3
La rana y la gallina
Al que trabaja algo, puede disimulársele que lo pregone; el que nada hace, debe callar.
Desde su charco, una parlera rana
oyó cacarear a una gallina.
«¡Vaya! -le dijo-; no creyera, hermana,
que fueras tan incómoda vecina.
Y con toda esa bulla, ¿qué hay de nuevo?»
«Nada, sino anunciar que pongo un huevo».
«¿Un huevo sólo? ¡Y alborotas tanto!»
«Un huevo sólo, sí, señora mía.
¿Te espantas de eso, cuando no me espanto
de oírte cómo graznas noche y día?
Yo, porque sirvo de algo, lo publico;
tú, que de nada sirves, calla el pico».
Historia
La fábula ya era cultivada en Mesopotamia, dos mil años antes de nuestra era.4 Unas tablas de arcilla que provienen de bibliotecas escolares de la época cuentan brevemente historias de zorros astutos, perros desgraciados y elefantes presuntuosos. Muchos de estos textos muestran una gran afinidad con los proverbios por su construcción antitética, pero no poseen una moral explícita.
En la antigüedad griega, la primera fábula, conocida como la fábula del ruiseñor, la contó Hesíodo a comienzos del siglo VII a.C. en Los trabajos y los días, y ya posee la intención de hacer reflexionar sobre la justicia. Aunque en Homero no hay fábulas, sus comparaciones con animales ya poseen in nuce el germen del género. En época clásica Sócrates entretuvo sus últimos días poniendo en verso las fábulas de Esopo. Demetrio de Falero publicó la primera colección de fábulas históricamente atestiguada, que se ha perdido, pero que dio lugar a innumerables versiones. Una de ellas, fusión de varios manuscritos, probablemente del siglo I d.C., y es la llamada Augustana. Es a esta colección a la que nos referimos cuando hablamos de las llamadas Fábulas de Esopo. Era este un esclavo semilegendario de Asia Menor de cuyas circunstancias biográficas poco se puede sacar en limpio, salvo que fue vendido como esclavo en Samos al filósofo Janto, quien le prometió repetidas veces la libertad y la obtuvo al fin gracias a una intervención popular. Nicóstrato hizo una colección de fábulas con intención educativa en el siglo II, y también otros sofistas. De Grecia la fábula pasó a Roma; Horacio escribió en Sátiras, II, 6, una memorable, la del ratón del campo y el ratón de ciudad; Fedro, siguiendo ese precedente, transformó el género en prosa en un género poético en verso. En el siglo IV el poeta romano Flavio Aviano escribió unas cuarenta, en su mayor parte adaptaciones de las de Fedro, pero otras no atestiguadas por ninguna tradición y quizá elaboradas por él mismo; las fábulas de Aviano circularon mucho en la Edad Media, porque a diferencia de las de Fedro no son nunca licenciosas y su métrica, en la que abunda el hexámetro leonino, facilita el recuerdo.
En la Edad Media la fábula continúa transmitiéndose bajo nombres de autores o de colecciones que parecen pseudónimos: Romulus, Syntipas, pseudo-Dositeo, el Isopete… Esta temática se expande considerablemente mediante el Roman de Renart, colección de narraciones compuestas por clérigos anónimos en el siglo XII. En las historias del Ysengrinus, obra latina del poeta flamenco Nivard de Gand, la lucha del zorro contra el lobo sirve de pretexto para una vigorosa sátira social de la sociedad feudal y sus injusticias. La fábula se transforma aquí en una comedia animal. En el siglo XII, la poetisa María de Francia publica una colección de 63 fábulas.
Por otra parte, circularon por Europa numerosas colecciones de otras fábulas pertenecientes a una tradición autónoma distinta de origen indio (Hitopadesa, Pancatantra), difundidas a través de traducciones árabes o judaicas españolas o sicilianas. Muchas de ellas fueron a pasar a ejemplarios o libros de ejemplos para sermones. El más famoso y difundido fue sin duda la Disciplina clericalis del judío converso español Pedro Alfonso, entre otros muchos.
Jean de La Fontaine.
Durante el Renacimiento las fábulas contaron con el interés de los humanistas; Leonardo da Vinci, por ejemplo, compuso un libro de fábulas. El género de los emblemas, que se puso de moda en el siglo XVI y XVII, recurrió con frecuencia a la fábula en el comentario escrito y en el grabado gráfico a imitación del humanista italiano Alciato, como los de Guillaume Guéroult, quien parece haberse especializado en este género con Le Blason des Oyseaux (1551), Les Hymnes du Temps et de ses parties (1560) y Les Figures de la Bible (1564), compuestos bajo el mismo modelo de un grabado acompañado de una corta pieza en verso. En Portugal cultiva la fábula Sá de Miranda. El jesuita François-Joseph Desbillons, profesor, produjo quinientas sesenta. Boisard publicó una colección con mil y una. Jean-Pons-Guillaume Viennet publicó en 1843 fábulas que escribió a lo largo de toda su vida. Incluso Napoleón, antes de ser consagrado emperador, compuso una juzgada bastante buena en su época.
Sin embargo casi todos estos autores han caído en el olvido, salvo Jean de La Fontaine, cuyas fábulas fueron retomadas en ilustraciones y en diversos objetos (biombos, mesas) a partir de pinturas y motes, y el escritor dieciochesco Florian (1755-1794). Este último compuso una colección de un centenar de fábulas de moraleja pública o privada, muchas de ellas inspiradas en las del tinerfeño Tomás de Iriarte (Fábulas literarias). Florian inspiró a su vez al inglés John Gay y al español Félix María Samaniego. Gotthold Ephraim Lessing ilustró el género en Alemania e Ignacy Krasicki en Polonia.
En el siglo XIX la fábula se cultivó también con ahínco en el resto del mundo, aunque no en Francia; tuvieron éxito solamente las colecciones especializadas en temas concretos; en Rusia cultivaron el género Iván Krylov, en España Cristóbal de Beña (Fábulas políticas) y Juan Eugenio Hartzenbusch, en Chile Daniel Barros Grez (Fábulas originales) y en México José Rosas Moreno. Ambrose Bierce utilizó la fábula para la sátira política en los Estados Unidos (con sus Fábulas fantásticas y su Esopo enmendado), pero Beatrix Potter (1866-1943) fue más convencional en Gran Bretaña.
En España, y ya en el siglo XX, ha escrito un Nuevo fabulario Ramón de Basterra, quien, siguiendo algunos precedentes de Hartzenbusch, hace protagonistas de sus composiciones a elementos deshumanizados, como máquinas, cigüeñales, émbolos, cables y grúas, en vez de leones, zorras, cuervos o lobos; con ello incorpora la Revolución industrial y las Vanguardias a esta milenaria tradición. En 1961, el dramaturgo francés Jean Anouilh publicó una colección de 43 fábulas que fue muy vendida y revitalizó este género. Jean Chollet ha escrito también en el siglo XX bastantes fábulas inspiradas en el mundo actual.
Las fábulas y los apólogos se utilizaron desde la Antigüedad grecorromana por los esclavos pedagogos para enseñar conducta ética a los niños que educaban. La moral deducida de estos ejemplos era la del paganismo: es imposible cambiar la condición natural de las cosas, incluida la condición humana y el carácter de las personas. Con el tiempo, el Cristianismo sustituyó esta concepción del mundo por otra que presuponía en el hombre la posibilidad de cambiar su naturaleza, con un juicio moral incluido. Esopo y Babrio, entre los autores de expresión griega, y Fedro y Aviano entre los romanos, han sido los autores más célebres de fábulas y han servido de ejemplo a los demás. Con la revitalización de la Antigüedad clásica en el siglo XVIII y su afán didáctico y educador comenzaron a escribirse fábulas; en el siglo XIX, la fábula fue uno de los géneros más populares, pero empezaron a ampliarse sus temas y se realizaron colecciones especializadas. En el siglo XX el género se cultivó ya muy poco.
A principios del siglo XXI, inesperadamente, la fábula padece una revolución literaria gracias a la obra del escritor napolitano Sabatino Scia, autor de más que doscientos fábulas, que él llamó “fábulas de protesta occidental”; como el mismo Esopo y Fedro, ha elegido el género fábula cuál género principal y al mismo tiempo género-portavoz de la misma actividad creativa. La fábula, ahora, por el trabajo de renovación de Sabatino Scia, ya no es simplemente un medio para contar la vida, un instrumento para poner en escena los vicios del hombre, los vicios de la sociedad y los problemas de la naturaleza misma, sino es el teatro mismo en que los vicios se manifiestan de modo completamente espontáneo. ” ¡Y se sabe que en las fábulas, raleas a correo para protestar, cada cosa se mueve, ríe, llora, se enfada, habla, juega. Las fábulas de Sabatino Scia tienen la forma dialógica franca y directa y los animales hablan entre ellos usando las astucias de los hombres y siempre tratando de salir de situaciones enredadas. Son animales que piensan, que actúan por consiguiente como los animales en las fábulas de Esopo. Hay una diferencia: no pretenden hacer una moral, aceptan con una forma de sabiduría los acontecimientos y buscan su vida en el bosque, que es su espacio, el más confortable posible. Ellos también, como los hombres, deben aprender a procurarse comida y a no convertirse ellos mismos en alimento para los hombres. Conocen sus capacidades, el grado de inteligencia y tan también entre ellos como entre los hombres, los más listos tienen el mejor.
Asimismo, en el otro lado del mundo, en Latinoamérica, los gemelos Juan y Víctor Ataucuri García han contribuido al resurgimiento de la fábula en el siglo XXI con una idea novedosa: utilizar la fábula como elemento difusor la identidad nacional haciendo uso de la vasta literatura tradicional de este continente. Para el efecto, en su libro”Fábulas Peruanas”, publicado en el año 2003, han llevado a cabo su tesis recopilando mitos, leyendas, creencias andinas y amazónicas del Perú, para luego, a partir de esto, crear hermosas fábulas, hecho que se ha convertido en una forma muy interesante de difundir la rica literatura tradicional de su país. El resultado ha sido una extraordinaria obra rica en matices regionales, en donde uno descubre la relación del hombre con su origen, con la naturaleza, con su historia, con sus costumbres y creencias que más tarde se convertirán en normas y valores. Más aún cuando en el mundo se requiere del rescate de valores, tan venido a menos, para la búsqueda de una convivencia pacífica y justa, los hermanos Ataucuri García plantean el uso de la fábula para este cometido.5[cita requerida]
Fábula y moraleja
A lo largo de la historia, la fábula ha sido considerada más que un elemento lúdico o un género literario. Diferentes pensadores le han dado a la fábula un tinte de elemento ejemplarizante que a lo largo de la historia ha fungido como más que relatos fantásticos con animales.
Uno de los primeros filósofos que opinó respecto a la problemática de la enseñanza por medio de las fábulas, fue Platón, quien la atacó por la preponderancia que él le daba a la lógica sobre la estética; sin embargo, Platón se oponía no solo al uso de las fábulas en la enseñanza sino a todo uso de arte, puesto que el arte alejaba el alma de la verdad, de la cual poseía por naturaleza la semilla y la disposición para el conocimiento. (Nervi, 1965)
Aristóteles define a la fábula como uno de los tantos elementos de los que se vale un orador para persuadir. Por tanto es un elemento más de la retórica y no un género literario. Ya en las fábulas griegas se reflejaban rasgos de su sociedad; cada sociedad ha buscado transmitir ciertos valores de manera implícita en estas narraciones sin embargo fantásticas.
Por otra parte, Rousseau (2005, p115) critica fuertemente el uso de las fábulas en el entorno educativo y las tilda de deformadoras del carácter inocente de los niños. Para Rousseau las fábulas son relatos de difícil entendimiento para un niño y son escritos cargados de mensajes de moral equívoca, porque muestran que es el más fuerte y astuto quien vence y posee ventajas sobre quienes adolecen de falta de sagacidad.
Sin embargo, si bien hubo críticos acérrimos de las fábulas, también hay quienes desde una posición más neutral defienden que pueden ser beneficiosas en ciertos procesos de aprendizaje. Karl Vossler (1947, p.70) dijo a propósito que una fábula puede servir como elemento de ayuda en el aprendizaje, pero no para los niños, puesto que un correcto entendimiento de las mismas necesita al menos la experiencia de quien tenga al menos 40 años.
Más benévolos son autores como Alfonso Francia (1992, p.8), quien destaca la importancia del género para fomentar actitudes y comportamientos precavidos en niños y adolescentes; es más, afirma que una gran cantidad de técnicas y recursos hacen de la fábula un medio pedagógico de primera calidad y del cual se puede hacer uso para mejorar el proceso educativo.
e dejo un listado con fábulas cortas para niños con sus moralejas. Entre ellas destacan algunas de las más populares; la liebre y la tortuga, el león y el ratón, la cigarra y la hormiga, Pedro y el lobo y muchas más.
Con estos ejemplos podrás entretener y transmitir conceptos morales a través de sus animales carismáticos. Algunas son mexicanas, otras españolas, otras de Colombia, Argentina, Perú, Ecuador…
Las fábulas infantiles parecen una composición lírica que nunca pasarán de moda. Desde “la Cigarra y la hormiga” de Esopo, pasando por “la gallina de los huevos de oro” de María Samaniego hasta las más modernas del escritor colombiano Rafael Pombo, todas destacan su capacidad de educar y hacer reflexionar a través de las moralejas a los niños.
Todos desde los más pequeños de la casa hasta los adultos, hemos pasado por lecturas de fábulas de manos de nuestros padres o abuelos, quedándose muchas de ellas impregnadas en nuestra memoria y la cual la hemos transmitido a nuestros más pequeños.
Lista de fábulas cortas para niños
La liebre y la tortuga
Una vez, una liebre se burlaba de las patas tan cortas y de la lentitud al caminar de una tortuga, sin embargo, esta no se quedó callada y se defendió lanzando una risa y diciéndole a la liebre: – Puede que seas muy veloz amiga liebre, pero, estoy más que segura de que podré ganarte una carrera.
La liebre, sorprendida por lo que le dijo la tortuga, aceptó el reto sin pensarlo dos veces, ya que ella estaba muy segura de que ganaría a la tortuga a ojos cerrados. Entonces, ambos propusieron a la zorra, que fuese ella quien señalase el camino y la meta.
Días después, llegó el esperado momento de la carrera, y al sonar la cuenta de tres, se inició la carrera de estos dos contendientes. La tortuga no dejaba de caminar y caminar, pero a su lento paso, avanzaba tranquilamente hacia la meta.
En cambio la liebre, corrió tan rápido que dejó muy atrás a la tortuga. Al darse la vuelta y ya no verla, la liebre vió seguro su éxito sobre la carrera y deicidió echarse una siesta.
Poco después, la liebre despertó y vió si por atrás seguía sin llegar la tortuga, pero al mirar hacia la meta, vió a la tortuga muy cerca de la final, y en un intento desesperado por correr lo más veloz que pudo, la tortuga llegó y ganó.
Moraleja: la enseñanza es que las metas se consiguen poco a poco, con trabajo y esfuerzo. Aunque a veces parezcamos lentos, el éxito llegará siempre.
También nos muestra que no tenemos que burlarnos de las personas por sus defectos físicos, ya que pueden ser mejores en otros aspectos.
Esta fábula tiene un gran valor educativo, ya que hacer las cosas bien hechas es importante en la educación y para ello es necesario ser pacientes.
El león y el ratón
Érase una vez un león que estaba descansando en la selva, después de un día de caza. Era un día caluroso y solo le apetecía dormir.
Cuando se encontraba más cómodo, llegó un ratón haciendo mucho ruido. El león era tan grande que ni si quiera se percató, pero el ratón empezó a subir por su nariz.
El león se despertó con muy mal humor, empezó a gruñir, y agarró al ratón, preparándose para comerlo.
“¡Perdóname!” suplicó el pobre ratón. “Por favor déjame ir y algún día seguramente te lo pagaré”.
Al león le resultó divertido pensar que un ratón podría alguna vez ayudarlo. Pero fue generoso y finalmente lo liberó.
Algunos días más tarde, mientras acechaba a una presa en el bosque, el león quedó atrapado en la red de un cazador.
Era incapaz de liberarse y rugió fuerte para pedir ayuda. El ratón reconoció la voz y acudió rápidamente para ayudarlo. Mordió una de las cuerdas que ataban al león y este se liberó.
Entonces el ratón dijo:
“Incluso un ratón puede ayudar a un león”.
Moraleja: no menosprecies lo que pueden hacer los demás. Aunque parezca lo contrario todos te pueden ayudar.
La cigarra y la hormiga
Una cigarra cantaba y disfrutaba durante el verano. Día tras día se despertaba tarde y sólo se dedicaba a cantar, hasta que un día algo le llamó la atención.
Un grupo de hormigas pasaban por debajo de su rama cargando pesadas porciones de comida sobre su espalda, entonces la cigarra bajó de su rama y le preguntó a una.
-Amiga hormiga ¿por qué trabajas tanto?-
-El invierno se acerca, debemos guardas provisiones para poder pasar la helada- respondió la hormiga.
A lo que la cigarra luego dijo:
-¡Bah! Trabajar tanto es para bobos, haz como yo, canta y disfruta del verano.
La pequeña hormiga sin decir más nada siguió su camino. En los siguientes días, la cigarra seguía cantando y muchas veces componía canciones que se burlaban de su amiguita la hormiga.
Pero un día, la cigarra despertó y ya no era verano, el invierno había llegado.
La helada era la peor de todas en muchos años, trató de abrigarse con hojas de su rama, pero no pudo. Hambrienta buscó comida, pero no encontró nada.
Entonces recordó que su amiguita hormiga había estado guardando provisiones durante el verano y se dirigió a su hormiguero, tocó la puerta y la hormiguita salió. Entonces dijo:
-¡Hormiga, ayúdame; tengo hambre y tengo frío, dame refugio y comida!
-¿Pero qué estuviste haciendo todo el verano cigarra?- preguntó la hormiga.
-Cantar y bailar- contestó la cigarra.
-¡Pues si eso hiciste en el verano, ahora baila en el invierno!- Dijo la hormiga y cerró la puerta.
Mientras, la cigarra arrepentida se alejaba reflexionando sobre la lección que había aprendido.
Moraleja: la vida consiste en trabajar y descansar. No puedes descansar demasiado porque más tarde puedes encontrar consecuencias negativas.
Pedro y el lobo
Había una vez un niño llamado Pedro que era pastor y se llevaba todo el día caminando con sus ovejas.
Un día estaba tan aburrido que comenzó a preguntarse cómo divertirse. Entonces se le ocurrió gastar una broma, diciendo que un lobo estaba cerca. Dijo:
-¡Que viene el lobo, que viene el lobo! ¡Ayuda!
Los vecinos del pueblo acudieron rápidamente con palos para ahuyentar al lobo, pero cuando llegaron al árbol donde se sentaba Pedro, lo encontraron riendo a carcajadas. Pedro decía:
¡Ja ja ja! ¡Os lo habéis creído!
Los vecinos se fueron a sus casas pensando que era una broma y que no pasaba nada.
Otro día, de nuevo Pedro se encontraba aburrido y volvió con la misma broma:
-¡Que viene el lobo, que viene el lobo! ¡Socoro! ¡Socoro!
Los vecinos volvieron a acudir rápido, con sus palos y preparados para hacer frente al lobo. Pero se volvieron a encontrar a Pedro riendo, que reía y decía:
¡Os lo habéis vuelto a creer! ¡Qué incrédulos! ¡Ja ja ja!
Esta vez los vecinos pensaron que la broma no era tan graciosa y se fueron malhumorados a sus casas.
Otro día, Pedro estaba caminando con sus ovejas cuando escuchó un ruido entre los matorrales. No le dio importancia, pero rápidamente un lobo salió empezó a perseguir a sus ovejas. Pedro empezó a pedir ayuda:
-¡Que viene el lobo, que viene el lobo! ¡Socorro!
Los vecinos lo escucharon pero no prestaron atención, ya que pensaban que era otra broma de Pedro.
El lobo pudo atrapar a algunas de sus ovejas y se las llevó para comerlas con su manada.
Moraleja: no mientas, ya que puede que los demás no te crean cuando digas la verdad.
El cuervo y el zorro
Había una vez un cuervo que descansaba en un árbol, tras haber logrado robar un queso de la ventana de una casa.
Cerca caminaba un zorro que olió el fuerte aroma, vio al cuervo y le dijo:
-¡Hola! Qué buen día hace, además tu plumaje es muy bonito. Le queda muy bien.
El cuervo se sintió muy bien con lo que le dijo el zorro. Le entraron ganas de cantar para celebrarlo, abrió el pico, pero entonces dejó caer el queso.
El zorro, sonriendo, corrió hacia el queso y lo atrapó con la boca antes de caer al suelo.
Moraleja: presta atención cuando alguien te dice cosas bonitas. Puede que sea por interés.
El niño y los dulces
Era 21 de Septiembre y todos los niños contentos después de un largo verano, regresaban a las escuelas. Al ser el primer día, la maestra llevó a clase un bote lleno de chucherías para dar la bienvenida al nuevo curso escolar. Uno de los alumnos salió el primero corriendo hacia los dulces.
Una vez que cogió todas las chuches que pudo,al intentar sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo. El niño lloraba y lloraba amargamente, pero un amigo que estaba cerca le dijo: -Confórmate con coger solo la mitad y así podrás sacar la mano con los dulces.
Moraleja: no seas egoísta, avaricioso y escoge solo aquello que necesites. Como bien dice el dicho “quien mucho abarca, poco aprieta”.
Esta fábula enseña a los niños a no ser tan egoístas, una cualidad muy importante a la hora desarrollar su personalidad. En un mundo en donde la individualidad prevalece, es bueno desde pequeños que lo niños aprendan a compartir y a ser generosos con sus iguales.
La pulga y el hombre
Un hombre disfruta de un buen sueño cuando de repente comenzó a sentir picazón por todo el cuerpo.
Molesto por la situación, buscó por toda su cama para ver qué era lo que les estaba causando tanta molestia. Tras su búsqueda encontró a una minúscula pulga y le dijo las siguientes palabras:
– ¿Quién te crees que eres insignificante bicho, para estar picándome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar de mi merecido descanso?
– Contestó la pulga: Discúlpeme señor, no fue mi intención molestarlo de ninguna manera; le pido por favor que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeño tamaño no creo que lo pueda molestar mucho. El hombre riéndose de las ocurrencias de la pulga, le dijo:
– Lo siento pequeña pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida para siempre, ya que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras, no importa si es grande o pequeño que pueda ser el prejuicio que me causes.
Moraleja: nos enseña a que todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias. Ya que cuando uno molesta, agrede u ofende a otros compañeros, debe saber que sus actos irán seguidos de unas consecuencias.
El conejo y el cerdo
Había una vez en un colegio un conejo muy presumido que todos los días llevaba sus zapatitos muy limpios, relucientes, brillantes.
En su misma clase también estaba el cerdito Peny, que tenía mucha envidia al conejo por sus zapatos.
Pero el cerdito al vivir en una charca de barro sabía que nunca conseguiría tener unos zapatos como los de su amigo conejo.
Todos los días limpiaba y limpiaba, pero nada seguían igual de sucios.
Un día jugando en el recreo tenía que hacer una carrera para ver quien era el más veloz. El cerdito asustado, no sabía que hacer, ya que sus zapatillas no eran como las de su amigo.
El día de la carrera, el cerdito Peny no se lo pensó, y salió corriendo a la par que el conejo.
Mientras corría, solo pensaba en ser el ganador y no rendirse nunca, tal y como le decía su madre.
Al llegar a la meta, todos se quedaron asombrados por la rapidez del cerdito Peny, no entendían como podía haberle ganado al conejo y sus superzapatillas.
Moraleja: da igual el zapato que lleves, el esfuerzo por conseguir una meta que te propongas no está en los zapatos sino en ti. Debes ser feliz con lo que tienes, sentirte a gusto contigo mismo y confiar en ti.
Familia de hormigas
Había una vez una familia de hormigas formada por la madre, el padre y su dos hijitas.
Pronto se acercaba el invierno, así que toda la familia salió en busca de comida ya que si no morirían.
Paseando por el prado, se encontraron con otra hormiga, pero esta no era de su misma especie, ya que era de color rojo y le faltaban dos patitas.
Angustiada, la hormiga roja les pidió ayuda para que la llevasen hasta su casa, ya que podría morir enterrada por la nieve.
La madre hormiga rotundamente dijo que no, ya que no pertenecía a su especie y si se enteraba el resto de hormigas negras podrían echarle del prado.
Así que la familia siguió su camino, pero una de las hijas no pudo aguantar y se dio la vuelta para ayudar a la hormiga roja, aun sabiendo que podrían echarla del prado para siempre.
Una vez llegaron las dos a la casa de las hormigas rojas, estas sorprendidas por la solidaridad de la hormiga negra, le regalaron toda la comida que tenían.
Gracias a esta recompensa, la familia de la hormiga negra pudo sobrevivir todo el invierno gracias a la familia de hormigas rojas.
Moraleja: hay que ayudar a los demás cuando lo necesiten, ya que algún día también nosotros podemos necesitar esa ayuda.
También nos enseña a que no hay que prejuzgar ni discriminar a otros por su raza o por su condición fisica, algo muy importante en la vida, ya que tenemos que educar a nuestros hijos en la tolerancia y el respeto a la diversidad.
El pájaro ruiseñor
Era un pájaro ruiseñor muy alegre y divertido. Siempre andaba cantando pero era muy muy despistado.
Una noche cenando con su madre, esta le dijo que no debía cantar hasta mas tarde ya que los cazadores pasarían a esa hora y si estos les oían podrían matarle.
A la mañana siguiente como todos los días, el pájaro comenzaba a cantar para así atraer a sus presas. Olvidando lo que le dijo su madre, los cazadores le oyeron y se pusieron a disparar.
Afortunadamente al pájaro le dio tiempo a esconderse, ya que oyó el canto de su madre avisando de que estaban los cazadores en la zona
Moraleja: hay que estar muy atentos y escuchar a nuestros padres cuando nos hablen, ya que un descuido nos puede salir caro.
El gato y el ratón
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Una vez, un gato muy hambriento vio entrar a su casa a un ratoncito. El felino, con muchas intenciones de agarrarlo y luego comérselo, se acercó a la ratonera para decirle:
– ¡Qué guapo y lindo estás ratoncito! Ven conmigo, pequeñito, ven… dijo con dulce voz el gato.
La mamá del ratoncito escuchó las intenciones que tenía el hábil gato y le advirtió a su hijo diciendo:
– No vayas hijito, tú no conoces los trucos de ese bribón.
El gato insistente le dijo nuevamente al ratón:
– Ven, pequeñito ven. ¡Mira este queso y estas nueces! ¡Todo eso será para ti!
El inocente ratoncito le preguntó de nuevo a su madre:
– ¿Voy mamá?… ¿voy?
– No hijito, ni se te ocurra ir, sé obediente, le dijo nuevamente su madre.
El gato nuevamente volvió a engañarlo diciendo:
– Ven, te daré este sabroso bizcocho y muchas cosas más…
– Puedo ir mamá, por favor te lo suplico – dijo el ratoncito.
– ¡Que no, tontuelo! No vayas. – Insistió la mamá ratona.
-No me hará nada mamá. Sólo quiero probar un pedacito… – dijo por última vez el ratoncito, y sin que su madre pudiera detenerlo, salió rápidamente de su agujero.
A los pocos instantes, se oyeron unos gritos que decían:
– ¡Socorro, mamá, socorro! ¡Me come el gato!
La mamá ratona no pudo hacer nada para salvar a su ratoncito que murió devorado por el gato.
Moraleja: esta fábula nos enseña que debemos obedecer a nuestros padres y respetar sus decisiones, ya que ellos siempre querrán lo mejor para nosotros y el no hacerles caso nos puede pasar factura como al ratoncito de la historia.
El ciervo y el cervatillo
Esta fábula trata sobre dos ciervos, uno joven y otro más mayor.
Ambos querían quedarse a vivir en el monte ya que tenia alimentos para todo el año, pero esto solo podía ser posible si ambos luchaban, ya que solo había provisiones para uno.
El cervatillo joven tenía muy claro que ganaría, ya que era más veloz y mas rápido que el ciervo anciano.
A la mañana siguiente cuando se encontraron para luchar, el ciervo anciano le propuso que se marchara, ya que sabía perfectamente que el iba a ser el ganador.
El cervatillo tozudo y enfadado se dispuso a luchar hasta que fue perdiendo poco a poco sus cuernos.
Sorprendido de que el ciervo anciano le ganara, preguntó:
-¿Como lo has hecho?, no puede ser, si yo soy más. joven y más veloz que tú.
A lo que respondió el anciano:
-mira mis cuernos y tendrás la respuesta.
El cervatillo sorprendido se dió cuenta de que los cuernos estaban intactos, eran mucho más fuertes y robustos que los suyos.
Moraleja: debemos respetar a las personas mayores, ya que el ser una persona mayor no quiere decir que sean patosos o lentos, sino todo lo contrario, ya que nos pueden enseñar muchas cosas que aún no sabemos.
El mono y el delfín
Había una vez un marinero que se comprometió a realizar un viaje muy largo. Para hacer más entretenida la travesía, se llevó con él a un mono para divertirse durante la larga travesía.
Cuando estaban cerca de la costa de Grecia, una muy ruidosa y violenta tempestad se levantó e hizo naufragar a la débil nave. Su tripulación, el marinero y su mono tuvieron que nadar para así poder salvar sus vidas.
Mientras tanto, el mono que luchaba contra las olas, fue visto por un delfín; el cual creyendo que era un hombre, fue a salvarlo deslizándose debajo él y transportándolo hacia la costa.
Cuando estaban llegando al puerto, el delfín le preguntó al mono:
– Mono ¿eres ateniense (nacido en Atenas)?, y él mono por darse de muy presumido y mentiroso, le respondió:
– Sí, y tengo también parientes muy importantes viviendo allí –
El delfín le preguntó de nuevo si conocía el Pireo (el famoso puerto de Atenas). El mono creyendo entonces que se trataba de un hombre, le contestó que no solo lo conocía, sino que también era uno de sus mejores amigos.
El delfín indignado por tantas mentiras que el mono decía, dio media vuelta y lo devolvió a alta mar.
Moraleja: las propias mentiras del mentiroso son las que se encargan de revelar la verdad en un pequeño descuido. Las mentiras tienen las patas muy cortas, por tanto siempre saldrá a la luz la verdad.
El Astrónomo
En un país muy lejano, donde la ciencia es muy importante para sus habitantes, había un anciano astrónomo al que le gustaba realizar el mismo recorrido todas las noches para observar las estrellas.
Un día, uno de sus viejos colegas le dijo que había aparecido un extraño astro en el cielo, el anciano salió de la ciudad para poder verlo con sus propios ojos. Tan emocionado estaba el astrónomo mirando al cielo, que no se dio cuenta que a pocos pasos de él había un agujero. Cuando se cayó al agujero comenzó a gritar pidiendo ayuda.
Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acercó hasta el agujero para ver lo que sucedía. Informado de lo que había ocurrido, le dijo al anciano:
-Te ayudaré a salir de ahí, pero ten mucho cuidado la próxima vez que salgas por un lugar que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo.
Moraleja: antes de lanzarse a la aventura o ir por sitios desconocidos, hay que conocer muy bien el lugar por el que se transita y ser precavidos.
El asno, el perro y el lobo
Caminaban muy despacio y agotados por el sol un asno, con su carga de pan, y su amo seguido por su perro. Es así que llegaron a una pradera verde donde el amo cansado y agotado por la caminata realizada, echó a dormir bajo la sombra de un árbol.
El asno se fue a comer algo de pasto que había en la pradera cuando de pronto el perro, que también estaba muy cansado y hambriento, le dijo:
– Estimado asno, yo también tengo hambre, ¿Me darías un poco de pan que hay en la cesta que llevas encima por favor?
A lo que el asno le respondió:
– Mejor ¿Por qué no esperas un rato más hasta que despierte el Amo y te dé el mismo de comer?
El perro, al escuchar la respuesta del asno, se dirigió a otro lado de la pradera. Es entonces que, mientras que el asno seguía comiendo su pasto, apareció un hambriento lobo que se abalanzó de inmediato sobre el asno para devorarlo. Sorprendido, gritó ayuda al perro:
– ¡Socorro! ¡Sálvame amigo perro!
El perro, respondió:
-Mejor, ¿Por qué no esperas un poco más hasta que despierte el amo y te salve?
Moraleja: hay que ofrecer nuestra ayuda a los demás siempre y cuando la necesiten si no queremos que nos pase lo mismo que al asno. Hay que educar a nuestros hijos para que sean personas solidarias y compartan con el resto de sus iguales.
El cuervo y los pájaros
Un día el dios Júpiter citó a todos los pájaros a una reunión para elegir como Rey al más hermoso de todos. Los pájaros, muy halagados ante esta gran oportunidad, de inmediato fueron a las aguas del gran río para lavarse y acicalarse para estar presentables.
El cuervo, dándose cuenta de su fealdad, se le ocurrió un plan que consistía en recoger las plumas que los pájaros dejaban caer al acicalarse, para luego pegarlas a su cuerpo. Es así que el cuervo pasó varias horas colocándose las plumas para ser el más bello de los pájaros.
Entonces llegó el día esperado y todas las aves acudieron a la cita, entre ellos el cuervo, que destacó al instante por sus plumas multicolor. Júpiter al verlo, decidió coronar al cuervo por su gran belleza, pero los pájaros se sintieron muy indignados por haber elegido al cuervo.
Sin embargo, el cuervo pronto perdió sus plumas, sintiendose avergonzado ya que volvía a ser el mismo que era en realidad.
Moraleja: no tenemos que aparentar lo que no somos y no debemos por que sentirnos inferiores por nuestro físico o aptitudes, ya que cada persona es única y diferente, con sus virtudes y sus defectos.
Debemos querernos tal y como somos, ya que solo así nos querrán los demás.
El viejo perro cazador
Hace muchos años, vivía un viejo perro de caza, cuya avanzada edad le había hecho perder gran parte de las facultades, como ser más fuerte o veloz.
Un día, mientras se encontraba en una jornada de caza junto a su amo, se topó con un hermoso jabalí, al que quiso atrapar para su dueño. Poniendo en ello todo su empeño, consiguió morderle una oreja, pero como su boca ya no era la de siempre, el animal consiguió escaparse.
Al escuchar el escándalo, su amo corrió hacia el lugar, encontrando únicamente al viejo perro. Enfadado porque hubiera dejado escapar a la pieza, comenzó a regañarle muy duramente.
El pobre perro, que no se merecía semejante regañina, le dijo:
-Querido amo mío, no creas que he dejado escapar a ese hermoso animal por gusto. He intentado retenerlo, al igual que hacía cuando era joven, pero por mucho que lo deseemos ambos, mis facultades no volverán a ser las mismas. Así que, en lugar de enfadarte conmigo porque me he hecho viejo, alégrate por todos esos años en los que te ayudaba sin descanso.
Moraleja: nos viene a decir que debemos ser respetuosos con nuestros mayores, ya que hicieron lo posible porque nuestra familia tuviera una vida feliz.
El perro y el reflejo
Había una vez un perro, que estaba cruzando un lago. Al hacerlo, llevaba una presa bastante grande en su boca. Mientras lo cruzaba, se vio a si mismo en el reflejo del agua. Creyendo que era otro perro y viendo el enorme trozo de carne que llevaba, se lanzó a arrebatársela.
Decepcionado quedó cuando, por buscar quitarle la presa al reflejo, perdió la que el ya tenía. Y peor aún, no pudo obtener la que deseaba.
Moraleja: no hay que envidiar a los demás y debemos ser felices con lo que somos y con lo que tenemos, ya que como dice el dicho “la avaricia rompe el saco”. Tenemos que conformarnos con lo que tenemos, y no pedir o exigir más a nuestros padres, sino queremos que nos pase lo que al perro.
Las ranas y el pantano seco
Vivían dos ranas en un bello pantano, pero llegó el verano y se secó, por tanto la abandonaron para buscar otro con agua. Hallaron en su camino un profundo pozo repleto de agua, y al verlo, dijo una rana a la otra:
– Amiga, bajemos las dos a este pozo.
– Pero, y si también se secara el agua de este pozo, – repuso la compañera -, ¿Cómo crees que subiremos entonces?
Moraleja: Antes de emprender cualquier acción, analiza primero las consecuencias de ella. Ante un problema, debemos buscar otras alternativas y reflexionar sobre cuál es la opción buena antes de tomar una decisión de manera impulsiva que no sea la adecuada.
El labrador y la culebra
Al lado del hogar de un modesto labrador, una culebra había decidido instalar su nido. Un tarde, el pequeño hijo del labriego, pensando que era uno más de sus juguetes, agarró al animal de tan mala manera, que este le mordió en defensa propia. Una mordedura de la que no se pudo recuperar y que su padre quiso vengar cortándole la cola a la culebra.
Enterado de cómo habían sucedido los hechos, el labrador sintió tal culpa que fue en busca de la culebra para pedirle perdón y ofrecerle miel, agua, harina y sal, como muestra de su sincero arrepentimiento. A pesar de la nobleza de sus intenciones, la culebra no solo no le perdonó, sino que además se permitió el lujo de decirle:
– Agradezco que quieras venir a intentar remediar el error que cometiste conmigo, pero no hay ninguna posibilidad de que tú y yo podamos ser amigos. Mientras que a mí me falte la cola que tú me quitaste y a ti el hijo que mi veneno te ha arrebatado, seremos incapaces de estar en paz.
Moraleja: es imposible reconciliarse con algún amigo si uno de los dos no ha perdonado al otro. Con esta fábula aprendemos a que hay que saber pedir perdón y perdonar cuando tengamos algún debate o discusión con un compañero. De esta manera se resolverán tranquilamente y pacíficamente cualquier problema.
El lobo y el perro dormido
Disfrutaba un perro de un merecido descanso en la puerta de su casa, cuando de repente un veloz lobo se lanzó sobre él con claras intenciones de devorarlo. Para intentar librarse de tan negro destino, el perro le suplicó con todas sus fuerzas que lo escuchara, aunque solo fuera una sola vez, antes de que el lobo cumpliera sus deseos.
Entiendo que desees saciar tu hambre –comenzó diciendo el perro- pero de un saco de huesos como yo, tu estómago no tardará en volver a sentirse vacío; si en verdad deseas darte un buen festín, espera a que mis dueños celebren sus bodas y seguro que me encuentras mucho más apetecible.
Tan convincente era su argumento, que el lobo se marchó tan contento. Meses después, estaba el perro asomado a una ventana de la casa de su dueño, cuando volvió el lobo para reclamar lo que tanto tiempo había estado esperando. Molesto ante la insistencia, el perro contestó:
– ¡Lobo tonto, la próxima vez que aparezcas y yo esté durmiendo en el portal de mi dueño, no esperes a que se celebren las bodas de mis dueños!
Moraleja: viene a decirnos que si hemos sido capaces de salir airosos de algún tipo de peligro y si recordamos como lo hicimos, podremos hacerlo en otras ocasiones.
El zorro, el oso y el león
Habiendo encontrado un león y un oso a un cervatillo, se retaron en combate a ver cual de los dos se quedaba con la presa.
Un zorro que por allí pasaba, viéndolos extenuados por la lucha y con el cervatillo en medio, se apoderó de este y corrió pasando tranquilamente entre ellos.
Y tanto el oso como el león, agotados y sin fuerzas para levantarse, murmuraron:
-¡Desdichados nosotros! ¡tanto esfuerzo y tanta lucha hicimos para que todo quedara para el zorro!
Moraleja: por ser egoístas y no querer compartir, podemos perderlo todo.
Las dos amiguitas
Era una vez 2 avestruces amiguitas que se hicieron tan pero tan amiguitas que no podían pasar un día sin la compañía de la otra, hasta que cierto día un pequeño desliz entre ambas puso a prueba su hermosa amistad:
– Hoy jugaremos a lo que yo quiera – le dijo uno de ellas a la otra.
A lo que la otra contesto:
– Te equivocas eso lo decidiré solo yo.
Y así con tales posturas, ambas se empecinaron en sus caprichos por muchas horas y sin llegar a un acuerdo. Luego de discutir por un largo rato, las dos avestruces amigas por fin entraron en razón y una de ella dijo:
-Dejemos los juegos por hoy y encontremos otra manera de llegar a un acuerdo.
Y diciendo estas palabras ambas acordaron alternarse diariamente y que cada una decidiese por un día entero que juegos jugar.
De esta manera no hubo más problemas y conflictos y conservaron una linda amistad hasta la muerte.
Moraleja:hablando tranquilamente se puede llegar a un acuerdo, donde ambas personas salgan privilegiadas. Debemos educar a nuestros hijos en el diálogo y la comunicación para resolver los conflictos que le sucedan en la vida diaria, ya que es la mejor opción para llegar a una acuerdo.
El aceituno y la higuera
El aceituno ridiculizaba a la higuera porque, mientras él era verde todo el año, la higuera cambiaba sus hojas con las estaciones.
Un día una nevada cayó sobre ellos, y, estando el aceituno lleno de follaje, la nieve cayó sobre sus hojas y con su peso se quebraron sus ramas, despojándolo inmediatamente de su belleza y matando al árbol.
Pero al estar la higuera desnuda de hojas, la nieve cayó directamente a la tierra, y no la perjudicó en absoluto.
Moraleja: No debemos burlarnos de las cualidades ajenas, pues las nuestras pueden ser inferiores. Debemos ser respetuosos y tolerantes con el resto de personas.
El zorro y la cabra
Una vez un zorro estaba vagando por la oscuridad, cuando or desgracia cayó en un pozo. Intentó salir pero no podía. No tenía otra alternativa que permanecer allí hasta la mañana siguiente. Al día siguiente, una cabra llegó por allí, miró al pozo y vio al zorro. La cabra preguntó “¿qué estás haciendo ahí, señor zorro?”
El astuto zorro respondió:
“Vine aquí para beber agua. Es la mejor que he probado en mi vida. Ven y pruebala por ti misma. Sin pensar ni siquiera por un rato, la cabra saltó al pozo, apagó su sed y buscó una forma de salir. Pero al igual que el zorro, también fue incapaz de salir.
Entonces el zorro dijo:
“Tengo una idea. Ponte de pie sobre tus patas traseras. Subiré sobre tu cabeza y saldré. Entonces yo te ayudaré a salir también”.
La cabra era inocente e hizo lo que el zorro le dijo.
Mientras caminaba, el zorro dijo:
“Si hubieras sido lo suficientemente inteligente, nunca hubieras entrado sin ver cómo salir”.
Moraleja: Mira ante de saltar. No hagas algo ciegamente sin pensarlo antes.
El huevo de oro
Había una vez un rico comerciante de tela que vivía en un pueblo con su esposa y sus dos hijos. Tenían una gallina hermosa que ponía un huevo todos los días. No era un huevo normal, sino un huevo de oro. Sin embargo, el joven comerciante no estaba satisfecho con lo que solía obtener todos los días.
Quería conseguir todos los huevos de oro de su gallina en muy poco tiempo. Por tanto, un día pensó y al fin concluyó en un plan. Decidió matar a la gallina y juntar todos los huevos.
Al día siguiente, cuando la gallina puso un huevo de oro, el hombre lo cogió, tomó un cuchillo afilado, cortó su cuello y cortó su cuerpo abierto. No había nada más que sangre por todas partes y ningún rastro de ningún huevo en absoluto. Estaba muy triste porque ahora no conseguiría ni siquiera un solo huevo.
Debido a su codicia, comenzó a ser más pobre y finalmente se convirtió en un mendigo.
Moraleja: Si deseas más, puedes perder todo. Es necesario estar satisfecho con lo que uno tiene y actuar sin codicia.
El coyote y las uvas
Una tarde muy soleada, un coyote iba caminando y el estómago le rugía de hambre. De repente, nota en la cima de un árbol que hay un racimo de hermosas uvas moradas e intentó alcanzarlas apoyándose en sus patas traseras, pero no llegó.
Intentó alcanzarlas saltando, pero tampoco llegó; una y otra vez fallaba hasta que sus patas ya no podían más y entonces cayó al suelo extenuado.
Estando tumbado en el suelo, se pudo dar cuenta que dos pajarillos la estaban observando; levantándose, se sacudió el polvo y se marchó diciendo.
-Mejor paso de esas uvas, seguro están verdes-
Retomó así su camino, y en cuanto ya había ganado distancia, los pajarillos picotearon las uvas y éstas cayeron al suelo, donde se dieron un banquete.
Mirando de lejos, el coyote pensó:
-Tal vez si hubiese pedido ayuda, estaríamos comiendo los tres-.
Moraleja: A veces nuestro orgullo puede más que nuestro juicio, hasta el punto en que somos capaces de despreciar las cosas, sólo porque parecen inalcanzables.
La hormiga y la mariposa
Una hormiga trabajadora se encontraba reuniendo provisiones bajo el fuerte sol de verano a orillas del río. De pronto, el suelo bajo ella cedió, y la hormiga cayó al agua donde estaba siendo violentamente arrastrada.
Desesperada, la hormiga gritaba
-¡Ayuda, socorro, auxilio, me ahogo!-
En eso, una mariposa se da cuenta de la situación de la hormiga y rápidamente buscó una ramita, la agarró con sus patitas y se lanzó hacia donde estaba la hormiga; tendiéndole la rama y salvándola.
La hormiga muy feliz le dio las gracias y ambas siguieron su camino.
Al poco tiempo, un cazador furtivo se acerca por detrás de la mariposa con una red; en silencio se disponía a capturarla, pero justo cuando ya tenía la red sobre la cabeza de la mariposa ¡sintió un piquete muy doloroso en su pierna! Gritando soltó la red y la mariposa al darse cuenta, salió volando.
Mientras volaba, la mariposa desconcertada giró su cabeza para ver qué había herido al cazador, y se dio cuenta que era la hormiga a la que ese mismo día había salvado.
Moraleja: Haz el bien, sin mirar a quien. La vida es una cadena de favores.
El viento y el sol
Una vez, el viento y el sol tuvieron una discusión
-Yo soy el más fuerte, cuando yo paso, los árboles se mueven; hasta puedo derribarlos si quiero- dijo el viento.
-El más fuerte aquí soy yo, yo no derribo árboles, pero puedo hacerlos crecer- Le respondió el sol.
-Voy a demostrarte que soy el más fuerte ¿ves a ese hombre con chaqueta? Se la voy a quitar con mi soplido- dijo el viento.
Así, el viento sopló con todas sus fuerzas, pero mientras más fuerte soplaba, más fuerte el hombre se aferraba a su chaqueta, y el viento se cansó de soplar.
Entonces fue el turno del sol, y este, lanzando todos sus rayos hacia el hombre, hizo que se quitara la chaqueta de tanto calor.
-Bien, tú ganas, pero debes admitir que yo hice mucho más ruido- dijo el viento al final.
Moraleja: cada persona tiene sus propias capacidades y a menudo vale más la maña que la feurza.
El halcón, el cuervo y el pastor
Lanzándose desde los cielos, un halcón cazó un corderito. Un cuervo la observó y tratando de imitarlo, se lanzó sobre un carnero.
Sin embargo, no pasó lo mismo que antes, y al desconocer las artes, el cuervo se enredó en la lana, donde sin importar que tan fuerte batía sus alas, no logró escapar.
Viendo el pastor lo que sucedía, tomó al cuervo entre sus manos, con su machete cortó sus alas, y a su casa lo llevó.
Fascinados sus hijos lo vieron, y curiosos del asunto a su padre preguntaron:
-¿Papá, qué ave es esta?
-Para mí es sólo un cuervo, pero él se cree halcón.
Moraleja: Es bueno y necesario aprender a conocer nuestros propios límites, incluso para superarlos; el primer paso es conocerlos.
Símil y Metáfora
Metáfora y el símil o comparación a menudo son confundidas, debido a sus similitudes. Pero, de hecho, las dos implican diferentes aspectos del lenguaje literario. Sólo para empezar, podemos decir que un símil es una metáfora, pero no todas las metáforas son símiles .
Metáfora
La metáfora se utiliza a menudo como un recurso de gran alcance que sirve para sustituir términos por otros que literalmente significan algo más; pero que guardan semejanza como aquello que se quiere expresar. Por lo tanto, hay una especie de “sustitución” entre los términos que quiero expresar y aquellos que utilizo para expresarme.
Un ejemplo de metáfora sería la frase “El mar de sus ojos”. Esto no indica que el mar esté atrapado en los ojos de nadie, sino que es una persona con ojos azules. (Como el mar se suele representar de color azul, al referirse “al mar de sus ojos” lo que se quiere decir es que los ojos de esa persona son “azules”. En lugar de usar directamente el término “azul”, éste se sustituye por el término “mar”).
Símil o comparación
En el símil, por otro lado, se comparan dos cosas para crear un significado. La introducción de la palabra “como” es lo que le da a la comparación una característica que la diferencia de la metáfora. Así que aquí la sentencia anterior se convertiría en “Sus ojos son como el mar”. El símil indica similaridad. Es la comparación entre dos cosas no relacionadas.
Podemos decir que el símil es una aproximación, mientras que la metáfora es una ecuación en sí. Así que la principal diferencia es que el símil; al ser una aproximación no puede extender, sustituir o invertir. Pero metáfora, al ser una ecuación puede ser revertida, extendida y sustituida por otras metáforas.
Si la palabra “como” se utiliza en la frase para mostrar similitud, entonces se trata de un símil. Pero si lo que se hace es una sustitución de un término por otro, entonces se trata de una metáfora.
Otras palabras que se utilizan como conectores en el caso del símil son: igual que, igual a, semejante a, así como…
Diferencias clave entre metáfora y símil
El símil compara dos cosas para crear el sentido, mientras que en la metáfora se sustituye un elemento por otro atendiendo a las semejanzas que hay entre ellos.
La palabra “como” suele usarse especialemente en el símil para establecer una comparación, mientras que en la metáfora se asume que dos cosas son iguales (se hace una sustitución).
La comparación es una figura retórica con la que se intenta enfatizar semejanza entre seres o cosas. En estos primeros vuelos literarios se suelen emborronar textos cargados de comparaciones, a veces odiosas, a veces llenas de ripios y de muletillas o frases hechas, que los escritores siempre recomiendan evitar.
La figura retórica de la comparación se estructura gramaticalmente mediante nexos de unión, que actúan como comodines de estilo: (como, igual que…, semejante a…, parece…).
El denominado “reino del como” gana a la descripción trabajada y aparece y desaparece en las primeras correcciones. Abusar de ellas, impide avanzar en la creación propia.
En Aviondepapel.tv, te proponemos que leas este fragmento de Cien Años de Soledad. Aquí, García Márquez muestra en uno de sus párrafos una cascada de símiles, comparaciones y metáforas para el deleite del lector.
“Llegaba un hombre descomunal. Sus espaldas cuadradas apenas si cabían por las puertas.
Tenía una medallita de la Virgen de los Remedios colgada en el cuello de bisonte (…).
Tenía… el pelo corto y rapado como las crines de un mulo… Tenía un cinturón dos veces más grueso que la cincha de un caballo… y su presencia daba la impresión trepidatoria de un sacudimiento sísmico…”.
La comparación tiene un punto en común con el símil: las dos figuras retóricas establecen una relación de semejanza entre un término real y otro imaginario. Sin embargo, existe una diferencia entre ambas.
El símil expresa igualdad, mientras que la comparación muestra superioridad o inferioridad.
Si suprimimos el primer término, y el comodín del como dentro de nuestros párrafos literarios, la comparación se convierte en metáfora.
La metáfora implica giros no habituales en el significado de las palabras. En este caso, la narración muestra como iguales dos términos diferentes: la imagen y la comparación.
Cuando se suprime la imagen, se llega a la metáfora. Una forma de comparar más compacta, más concisa, más sugerente, más complicada, en su originalidad.
Metáfora
a- Al despertar su cabello es un estropajo (O sea, que está enredado).
b- Cuando está a la mesa se vuelve un barril sin fondo. (Que come exageradamente y no se llena)
c- Su alma es un tizón de carbón. (Es un alma malvada al identificarse con lo obscuro)
d- Me tranquiliza su voz cristalina. ( Tono suave o refinado)
e- Me encanta su cabellera dorada. (Se refiere al pelo rubio)
f- Mi cabellera en raudas ondas su caudal levanta (Estoy muy peludo).
g- Tu piel, sublime pétalo de rosa. (piel suave)
Símil
a- Tu abuelo es parecido al poste de la luz. (Es alto y flaco).
b- Tus ojos son como luceros (Que brillan).
c- Se movió parecido a un rayo (Rápidamente).
d- Se defendió tal cual una bestia. (Con bravura)
c- Al pelear es igual que un roble. (Duro)
Personificación
a- Mi perro se reía a más no poder jugando con mi nieta. (Los perros no ríen).
b- El sol le bendecía cada mañana ( El sol no tienes manos ni emociones como para bendecir).
c- La bola de baloncesto se me salió de las manos y corría delante de mí (Las bolas no se mueven corriendo)
d- Noté que la estrella pestañeaba.(Ninguna estrella tiene pestañas).
Hipérbole
¡Eres más lento que una tortuga!
Llueve a cántaros
Tengo tanto sueño que podría quedarme dormido aquí de pie
Te llamaré un millón de veces
Te mando infinitas gracias
Te bajaré las luna y las estrellas a tus pies
¡Lo sabe todo el mundo!
¡Tienes un corazón tan grande que, no te cabe en el pecho!
Sustantivo, Género y Número
Los sustantivos tienen género, que puede ser masculino o femenino:
Como regla general los sustantivos masculinos terminan en “-o” y los femeninos en “-a”, aunque hay excepciones.
Ejemplos de sustantivos masculinos: niño, gato, perro, palo, saco
Ejemplos de sustantivos femeninos: niña, leona, cama, casa, peluca
Veamos algunas excepciones:
Ejemplos de sustantivos masculinos: cristal, camión, muelle
Ejemplos de sustantivos femeninos: pared, mujer, revolución
Para referirnos a personas o animales, que pueden ser de ambos géneros, el femenino se forma:
1.- Sustituyendo la “o” del masculino por la “a” del femenino:
Ejemplos:
Alumno – alumna
Muchacho – muchacha
Tío – tía
2.- Añadiendo una “a” al masculino:
Ejemplos:
Ladrón – ladrona
León – leona
Manuel – Manuela
3.- A veces el femenino puede tener una terminación diferente al masculino:
Actor – actriz
Emperador – emperatriz
Príncipe – princesa
4.- O puede ser una palabra distinta:
Padrino – madrina
Caballo – yegua
Toro – vaca
Los sustantivos también tienen número, que puede ser singular o plural.
El sustantivo singular se refiere a una única persona, animal, cosa o lugar, mientras que el sustantivo plural se refiere a más de una.
Como regla general el plural se forma:
1.- Añadiendo “-s” al singular si termina en vocal:
Toro – toros
Oreja – orejas
Muñeca – muñecas
Silla – sillas
Bolso – bolsos
2.- Añadiendo “-es” al singular si termina en consonante:
Pared – paredes
Camión – camiones
Mujer – mujeres
Árbol – árboles
Salón – salones
3.- Cuando la palabra termina en “z” forma el plural sustituyendo esta letra por una “c” y añadiendo “-es”.
Lápiz – lápices
Pez – peces
Paz – paces
4.- Cuando la palabra termina en “y” forma el plural añadiendo “-es”.
Buey – bueyes
Ley – leyes
Rey – reyes
5.- Si la palabra termina en “s” hay que distinguir:
Si la palabra es aguda el plural se forma añadiendo “-es”.
Obús – obuses
Anís- anises
Holandés – holandeses
Si la palabra no es aguda el plural coincide con el singular.
El lunes – los lunes
La dosis – las dosis
La crisis – las crisis
Hay palabras que tan sólo se utilizan en singular y otras que tan sólo se utilizan en plural.
Ejemplos de palabras que sólo se utilizan en singular: sed, salud, norte
Ejemplos de palabras que sólo se utilizan en plural: sacapuntas, paraguas, tijeras
Ejercicios
1. Indica si los siguientes sustantivos son masculinos (M) o femeninos (F):
1.Camión
2.Conejo
3.Casa
4.Actriz
5.Consonante
6.Cárcel
7.Planeta
8.Baile
9.Clima
10.Foto
11.Tablón
12.Uña
13.Hipopótamo
14.Fuerza
15.Dorsal
16.Cabeza
17.Pectoral
18.Silla
19.Emperatriz
20.Historia
Sustantivos género y número ejemplos:
1. La casa roja de la esquina tiene dos puertas.
2. Los perros de mi vecino son muy agresivos.
3. El deporte que más me gusta es el futbol.
4. Siempre me ha gustado leer libros de aventura.
5. En mi casa tengo varias guitarras.
6. En el centro comercial venden muchas televisiones.
7. A mi gato no le gusta la leche.
8. La ventana está sucia y rota.
9. Los automóviles tienen colores muy bellos.
10. Los profesores no van a dar clase porque están en una junta.
Sustantivos aumentativos
El proceso de exageración se da mediante sufijos que se le añaden de manera específica a los sustantivos. Estos se van a añadir al final de la palabra como tal. Entre los sufijos aumentativos se encuentran “ión” y “azo”, como los más comunes y recurrentes en el uso de la lengua española.
Los Sustantivos Aumentativos son sustantivos que designan a personas, animales, cosas o fenómenos de gran tamaño o en alto grado de intensidad de alguna de sus cualidades.
Suelen ser sustantivos derivados de otras palabras a las que se le han añadido sufijos aumentativos (-ón, -azo, -ote, -acho, -arrón, etc.)
Ejemplos de Sustantivos Aumentativos:
Niñote: aumentativo de niño
Perrazo: aumentativo de perro
Arbolote: aumentativo de árbol
Ruidazo: aumentativo de ruido
Grandullón: aumentativo de grande
Narizón: aumentativo de nariz
Hombracho: aumentativo de hombre
Bonachón: aumentativo de bueno
Cabezón: aumentativo de cabeza
Portón: aumentativo de puerta
Manchurrón: aumentativo de mancha
Nube: aumentativo de nube
…
¿Eres capaz de encontrar más ejemplos? Te animamos a compartirlos abajo en los comentarios.
Gramático y la Aventura de los Sustantivos:
El Rey llora desconsolado. El señor de la Oscuridad ha raptado a su hija, la bella princesa. Nuestro protagonista, Gramático, soldado de élite, caballero de honor y fiel servidor de su Rey, jura por su vida rescatarla sana y salva…
idioma español dispone de recursos morfológicos particulares para agregarle significaciones a las palabras, en particular a los sustantivos. Entre ellos cabe mencionar la posibilidad de exagerar o bien de minimizar lo que concierne al tamaño de algo, ya sea en el sentido físico real o bien de modo figurado o simbólico.
La exageración por lo general se logra mediante el empleo de sufijos, esto es, de partículas que se adicionan al final del sustantivo. Entonces existe una cantidad de sufijos aumentativos que transforman a ciertos sustantivos comunes en sustantivos aumentativos.
Pese a que los diccionarios no recogen siempre a todos los sustantivos aumentativos, los usuarios de la lengua saben que las palabras terminadas de cierta manera (por ejemplo, en “ón” o en “azo”) tienen por intención destacar el tamaño de algo, o bien su intensidad.
Ejemplos de oraciones con aumentativos
Lo borró de un plumazo.
Le pegó con su tremenda manaza.
El pibe ya está más que grandote.
Se asomó un nubarrón oscuro.
Semejante grandulón no sabe preparar la comida.
Ella siempre tan mandona.
Se fue dando un portazo.
Compraron un perrazo para cuidar la casa.
Se escribió un novelón de sesenta capítulos.
Sale a cenar todos los jueves con sus amigotes.
Se ve que tenía hambre: se devoró un platazo de fideos.
Anda de aquí para allá con su carretón.
Siempre sigue siendo el mismo pelmazo.
Me gusta aunque es un poco narigón.
El petiso orejudo fue un famoso asesino.
Características
Es importante destacar que los aumentativos son típicos del registro coloquial, es decir, del habla corriente, de modo que difícilmente han de emplearse en ámbitos formales
Los sufijos aumentativos no forman una lista demasiado extensa, y tampoco existe un criterio único y bien definido para establecer de qué manera se debe formar el aumentativo de un sustantivo dado. De hecho, hay sustantivos que tienen más de una posible forma aumentativa.
Básicamente son cuestiones que se imponen por el habla. Así por ejemplo, decimos “Amadeus es un peliculón” y “El Independiente-Racing de ayer fue un partidazo” (y no “Amadeus es un peliculazo” y “El Independiente-Racing de ayer fue un partidón”).
En cualquier caso, no es tan importante el establecimiento de una pauta que privilegie una forma sobre otra, pues, como ya se señaló, no es habitual su utilización en ámbitos en los que el habla deba ser especialmente cuidada.
Sin embargo, en rigor de verdad debe decirse que existen algunas pocas excepciones a la condición señalada (de no aparecer en los diccionarios), pues sucede que algunas palabras que incluyen aumentativos han adquirido identidad propia.
Es decir, se han lexicalizado con significaciones nuevas y es por ello que estas sí aparecen en los diccionarios. Tal es el caso de la palabra ‘Pizarrón’ (aumentativo de ‘pizarra’), ‘tazón’ (aumentativo de ‘taza’) o ‘telón’ (aumentativo de ‘tela’).
A veces los aumentativos son aplicados a los adjetivos, y la función que pasan a tener se vuelve mucho más subjetiva: ya no siempre se busca mostrar que hay mayor intensidad o tamaño en lo dicho, sino que se agrega una suerte de afectividad al término. ‘Fortachón’, ‘buenazo’ o ‘grandote’ son ejemplos de esos adjetivos aumentados.
Los diminutivos
Las palabras que conforman el grupo de los aumentativos tienen un vínculo inmediato con sus opuestos: los diminutivos. Estos tienen la función opuesta a la que se explicó, es decir, la de asignar un tamaño o una intensidad reducida. En lo cotidiano los usamos muchísimo, en frases como ‘Dame un minutito’.
Palabras para denotar intensidad o grandeza. Entre las palabras a las que se les pueden agregar los sufijos aumentativos están los sustantivos y adjetivos, en su mayoría. Son un tipo de sufijo que se utiliza en el habla coloquial, urbana y popular de diversas regiones e idiomas, por ello no son incluidos en muchas ocasiones tanto en diccionarios como enciclopedias. Se piensa que no es correcto usarlos ni al hablar ni al escribir. Sin embargo, aun así son muy utilizados, sobre todo en el idioma español del continente americano. Recordemos que los sufijos son partículas, elementos, partes o terminaciones diversas que se agregan o adhieren en la última sílaba de una palabra, a la raíz o base de la palabra la existente. Por ejemplo: La raíz del adjetivo tonto se conserva en el nuevo adjetivo que se puede formar: tontote, tont En el ejemplo anterior, tonto tiene su raíz tont, y esta tiene un sufijo (morfema) agregado o. Y para hacer que el adjetivo tonto tengo un aumentativo se le pueden añadir los sufijos aumentativos: ote, ota. Los aumentativos son uno de los tipos de los morfemas o sufijos llamados apreciativos, al igual que lo diminutivos y los despectivos. Dichos apreciativos son sufijos que son añadidos a las palabras para expresar la valoración afectiva que hacemos de personas, animales o cosas. Como su nombre lo indica, apreciativos tiene como significado expresar o reflejar la apreciación que el emisor tiene respecto a otra persona, animal, cosa o situación. Estos no cambian el significado de las palabras simplemente funcionan para dar la idea de acrecentar o incrementar el tamaño, forma, sonido, cualidad, sabor, etcétera, de aquello a lo que refieren. Características de los aumentativos: Expresan un valor positivo o negativo de algo, dando una idea objetiva, burlona o irónica o despreciativa, pues tienen una fuerte carga connotativa y afectiva; por ejemplo: Mi hermana tiene una cabezota. El ejemplo anterior se puede referir a que, literalmente, esa persona tiene una cabeza grande. También se puede usar de manera irónica o despreciativa, por ejemplo se puede referir a que la cabeza de esa persona es fea; que tiene algún defecto pero no necesariamente es grande en verdad. Dependiendo de la región o país el sufijo que se usa en una palabra puede variar, por ejemplo: con el sustantivo hombre se pueden usar los aumentativos hombresote, hombrote, hombrón, hombretón. Los sufijos aumentativos pueden usarse en sustantivos entre toda la variedad que existe; por ejemplo: planta, mancha, mantel, piedra, sol, calor, mesa, silla, zapato, etcétera. Los sufijos aumentativos pueden usarse en adjetivos. Se pueden llamar adjetivos aumentativos; por ejemplo: altote (del adjetivo alto), mensota (del adjetivo mensa), gordote (del adjetivo gordo), etcétera. Tipos de aumentativos: No existen reglas exactas para los aumentativos; es decir que no es posible encontrar en gramáticas, enciclopedias o diccionarios las diversas maneras reglamentadas para usar correctamente este tipo de sufijos, no así, por ejemplo, en el caso de los diminutivos que sí presentan ciertas normas. Las palabras o voces terminadas en -ón; tales como: pizarrón, camión, avión, legión, mesón, panzón, etcétera, pueden tener el sufijo -sote o -zote, todo dependerá de qué parte del mundo seas para ver cuál es el uso más común; por ejemplo, en España es adecuado escribir avionzote, en lugar de avionsote. Los sufijos aumentativos más comunes son: Aumentativo -ote -ota, o también; -zote -zota y -sote, -sota. Por ejemplo en las palabras siguientes: televisionsota, tazota, mesota, sillota, etc. Aumentativo -ón -ona, por ejemplo en las palabras siguientes: cajuelón, peliculón, culebrón, alegrona, etc. Aumentativo -azo -aza, por ejemplo en las siguientes palabras: rodillazo, golpazo, temazo. Y en menor medida, los aumentativos (también de uso para superlativo): -ísimo, -ísima 30 ejemplos de oraciones con aumentativos: Eres el más grandote y mensote que he conocido, pero aun así te quiero. Quiero comprar una casota que tenga un jardinsote para los animales. Compré una televisionsota que va genial para ver los partidotes de futbol. Ya te perdiste el pleitazo que se armó durante el partido. Pásame el vasote que dejó ahí tu hermano. Quisiera mejor poder darte un besote antes de que digas otra palabrota. ¿Qué haces con ese abrigote puesto si está haciendo un calorón del infierno? Ayer chocó un camionzote contra una bardota cerca de la casa de mi tía. Ya eres un niñote como para que sigas llorando tanto. Mi hermana puso el librote ese en la estantería del final del pasillote más largo. Tu papá tiene un relojote que le regaló su abuelo. Tengo una libresota que me compré en la tienda de cuadernos. En ese jarrote puse el agua para que ahí coloques las floresotas que recogiste. Ayer fuimos de excursión a un bosquezote. Si no te portas bien tu padre te va a dar un buen golpe con esa manaza que tiene. En Monterrey Nuevo León hay unos cerrotes que cuando los miras te sientes demasiado pequeño. El amigazo de mi prima es un mangazo; está guapote, altote, La mujer policía que nos ayudó es una auténtica Salió el discazo de mi cantante favorito, y tiene un temazo que ya está en la radio. El carpintero ya trajo las tablotas que se pondrán para cubrir el agujerote de la pared. En esta habitación hay una camota solo para mí. Tengo una bolota de boliche en mi casa. ¿Otra vez vas a hacer un papelón delante de mis amigos? Los niños jugaron dentro de unas burbujotas de plástico. ¿No ves el botonzote que está enfrente de ti? Mi amigo es muy alto apenas cabe en ese bancote. Esa mansión tiene tres bañotes divinos, por eso me encantó. ¡Ya no puedo más! esa es una bajadota y yo ya me cansé. Mi novio me regaló un peluchote por mi cumpleaños. Tengo una piedrota en el zapato.
10 Ejemplos de Aumentativos: En los siguientes ejemplos de aumentativos se incluyen más de uno dependiendo del caso:’
1. Cuchillo – Cuchillote
2. Diablo – Diablazo, Diablote
3. Cabeza – Cabezazo, Cabezota
4. Mesa – Mesota
5. Botella – Botellazo
6. Gol – Golazo
7. Banco – Bancote
8. Coche – Cochezote
9. Plato – Platón, Platote
10. Ventana – Ventanota
Anuncios Publicitarios
Anuncio publicitario es un mensaje que se hace con la intención de que las personas puedan conocer un producto, hecho, acontecimiento o algo similar, por eso, es que los anuncios publicitarios forman parte de las compañías, debido a que los anuncios están vinculados con un propósito convincente y están encauzados a la promoción de artículos, los productos y los servicios.
Anuncio Publicitario
El anuncios publicitarios es un soporte visual, auditivo o audiovisual de corta duración que transmite un mensaje en el cual se limita a un hecho fundamental o un conocimiento, indique de carácter publicitario, que forma parte de la publicidad. Los anuncios publicitarios tienen varias partes que se toman en cuenta para hacer efectivo el modo en el cual se quiere comunicar el mensaje, ellos antes de hacer un anuncio publicitario deben tener una cantidad de ideas a la hora de hacer el mensaje que se va anunciar y es recomendable que sigan diversos tipos de pautas.
En caso de que vayan a usar personas en los anuncios se puede seleccionar o elegir personajes famosos, en el cual incrementa los niveles de atracción del producto publicitado. La composición del anuncio, debe ser sencillo para que pueda ser el centro de atención. Los colores de los anuncios son interesantes porque atraen la atención de las personas. En los anuncios donde colocan modelos humanos, el rostro de la persona debe ser más grande de su tamaño natural. Existen diferentes tipos de anuncios publicitarios:
Banner: es una especie publicidad que se realiza en Internet, la cual consiste en introducir un segmento publicitario adentro de una página web, esto es con el propósito de atraer todo lo que sea compra, venta, negociación, hacia el sitio web de la persona que está pagando por estar incluido dentro de él.
Slogan: es un término inglés que se utiliza en el medio de la publicidad para referirse a una consigna que generalmente es de carácter comercial o político, formando parte de una propaganda con la finalidad de crear y darle forma a una idea, lo importante es que dicha frase sea sencilla de recordar para las personas.
Spot de Television: Coloquialmente al termino spot de televisión se le conoce como comerciales de televisión, son una especie de apoyo audiovisual que se le brinda al público por medio de la televisión, su tiempo o permanencia está entre los 10 o 60 segundos para promover un producto o servicio. Su finalidad es captar e inducir el deseo del público hacia un objeto específico.
Publicidad comparativa: se define como aquella en donde el anunciante busca comparar su oferta con la de su competencia, con el objeto de resaltar las características o cualidades de sus productos frente a los demás, esto se puede hacer sin mencionar claramente el nombre de la otra marca, es decir, se puede hacer la comparación de una manera muy perspicaz, sin embargo en el mundo de la publicidad existen reglas por las cuales los empresarios anunciantes deben regirse, dentro de esas leyes existe una que prohíbe la publicidad comparativa, considerándola como ilícita si no se sustentan las características primordiales y objetivamente demostrables de sus productos o servicios.
Publicidad engañosa: se define como aquella que transmite información falsa de algún producto para generar confusión en los consumidores, su finalidad es, como su nombre lo indica engañar y manipular a las personas. Cuando un consumidor observa este tipo de publicidad se hará una idea falsa del producto o servicio que se le está presentando, aun cuando la realidad es totalmente diferente.
Publicidad preventiva: es aquella que se adelanta, se antepone. Esta clase de publicidad lo que busca es prevenir a las personas sobre algo que pueda ocurrir en relación a un producto o servicio, estas comúnmente se fundamentan en temas como el cigarrillo, el alcohol, drogas, los accidentes de tránsito, etc.
Publicidad subliminal: es aquella que ofrece al consumidor un producto o servicio de una forma tan sutil, que la persona no está consciente de lo que observa, lo cual lo conduce a utilizarlo o consumirlo en desconocimiento de las razones verdaderas. Por lo tanto un anuncio subliminal se encuentra proyectado para que las personas lo perciban de una manera inconsciente.
Mensaje publicitario efectivo es aquel que la gente entiende y que genera la acción esperada en la audiencia. Un mensaje efectivo no tiene que ver con que sea bonito o use palabras elaboradas. La efectividad tiene que ver con resultados, con generar impacto, con que los consumidores reconozcan lo que la marca le quiere decir y tengan interés en dar un siguiente paso (que podría ser comprar).
Estos son ejemplos que cumplen con los 5 componentes de un mensaje publicitario efectivo: son claros, concisos, focalizados, directos y creíbles, como la buena comunicación debe ser.
1) Home Vestors: “Compramos casas feas”
Este mensaje no da espacio a interpretaciones, no hace pensar mucho y representa claramente lo que se hace o espera que haga la audiencia. La empresa Home Vestors se adueñó del concepto WeBuyUglyHouses.com (compramos casas feas). ¿Puede haber algo más claro y directo?
El negocio es sencillo, compran casas deterioradas (no sólo en su fachada y terminados, sino en su infraestructura), y las ofrecen en venta. Es una empresa de finca raíz que se dedica a generar un gran tráfico de clientes potenciales en el negocio inmobiliario.
Lo pueden apoyar si necesita vender o comprar una casa, invertir en propiedad raíz o comprar una franquicia. Es la integración total del concepto, la educación de prospectos y las razones de preferencia. Para validar su concepto incluso desarrollaron el concurso “la casa más fea“.
2) Fage: “Yogur ridículamente espeso”
Un mensaje efectivo es directo y no pone a la gente a deducir o interpretar lo que quiere decir. Usualmente por querer decir las cosas demasiado elaboradas se pierde la oportunidad de decirlas correcta y directamente. Se adorna tanto el mensaje que no queda claro lo que quería decir.
Este anuncio de Fage es concreto y directo en lo que puede esperar del producto y lo comunica audazmente: “Yogur ridículamente espeso”. Ese es el beneficio. Si le gustan los yogures más líquidos, entonces este no es su yogur, pero si lo prefiere espeso, no lo piense dos veces, este es el suyo.
Es tomar una posición (aunque implique renunciar a parte del mercado) y no pretender ser todo para todos.
3) Converse: “Los zapatos son aburridos. Use tenis”
Con mensajes como esto, la gente entiende rápidamente por qué debe comprar la marca (especialmente en publicidad exterior, donde sólo se cuenta con uno o dos segundos de atención…)
Esta valla es un muy buen ejemplo de un mensaje efectivo: “Los zapatos son aburridos. Use tenis”. Breve, directo y se apalanca en la razón de fondo de su mercado objetivo, lucir y sentirse diferente.
4) Pizza Sibarita: “Te salva. Tenela”
El principal argumento de todas las pizzas congeladas (y en general de los alimentos) es el sabor, la calidad de los ingredientes, la variedad o la presentación. Nada raro ni nada que sorprenda. El problema es que la calidad es una expectativa, no un diferencial.
Sin embargo Sibarita tiene un mensaje contundente: “Te salva. Tenela”. Es la razón de fondo por la cual la gente compra el producto: porque los saca de apuros. Es evidente que una pizza congelada no tendrá la misma calidad que una recién horneada en una pizzería, por lo tanto argumentar el sabor es enfocarse en el argumento incorrecto.
Por supuesto cualquier competidor podría decir lo mismo, pues todas “te salvan”. Sin embargo el consumidor asigna el diferencial a la marca que mejor lo comunique y con la cual lo termina asociando.
5) Aventura Hospital: “¿Por qué esperar más?”
Cualquiera promete buen servicio, cumplirlo y demostrarlo es otra historia. El tiempo de espera es un factor crítico de preferencia, especialmente si se trata de servicios médicos. Y más crítico si se trata del servicio de urgencias (ER).
La estrategia del Aventura Hospital en Miami es clara y directa. Publica y promueve sus tiempos de espera en urgencias. ¿Cuántos hospitales o centros médicos estarían dispuestos a hacer esto?
Es encontrar un diferencial relevante para el mercado, comunicarlo a los cuatro vientos y demostrarlo con hechos. Tanto en la valla como en la página web, publican el tiempo promedio de espera de un paciente en urgencias. El tiempo se actualiza cada 30 minutos y mide desde que llega el paciente hasta que es atendido por un profesional calificado.
6) LoJack: “Lo tuyo es tuyo”
El mensaje de LoJack no se basa en “proteger lo que más quieres”. Se basa en el profundo sentimiento de que lo que me he ganado nadie tiene por qué quitármelo (robármelo). Mucho más efectivo.
No es sólo para prevenir que no me roben. Es un acto de justicia social. Lo que con tanto esfuerzo he conseguido, no me lo pueden quitar tan fácilmente. Funciona.
7) Easy: “Es Easy, vos podés”
La esencia de Easy es “hágalo usted mismo” (aunque crea que no puede). Imagínese la última vez que compró una biblioteca para armar en casa…“hmmm, ¿y dónde es que iba esta tuerca?…”.
Conscientes de este sentimiento, Easy lo dice claro y directo para animar la compra: “Vos podés”. Ánimo, seguro lo vas a lograr. Reconocer las objeciones o limitaciones que el cliente se atribuye ayuda a movilizar la decisión de compra.
8) Mantequilla: “No puedo creer que no sea mantequilla”
Este es el nivel extremo de claridad en el mensaje. El mensaje es el mismo nombre de la marca. La marca de la mantequilla es “No puedo creer que no sea mantequilla” (I can’t believe it’s not butter). Pocas veces se ve una promesa de valor tan clara y que además es el nombre del producto.
La reconocida marca I can’t believe it’s not butter (No puedo creer que no sea mantequilla) es una mezcla de aceite de soya y canola, entre otros, con sus respectivos beneficios nutricionales y de salud. Y esta es la piedra angular de su diferencial y por ende de sus campañas de comunicación.
Además de comunicarlo efectivamente, la misma marca es el refuerzo del beneficio percibido por el consumidor.
9) Doritos: “Horneados!”
El hecho de ser horneados lo convierte en el eje central de lo comunicación como beneficio principal. Si muchos consumidores se abstienen de consumir snacks por considerarlos comida no saludable, poner en evidencia el beneficio ayuda a generar consumo o por lo menos prueba de producto.
El mensaje principal es visible y evidente, incluso por encima de la marca o el tipo de producto. Así debe ser la comunicación, clara, directa y fácil de entender. Reposicionamiento hacia un estilo de vida saludable.
10) Pradilla publicidad: “No recibimos cuentas por alineamientos, nuestros clientes trabajan con nosotros porque quieren”
Una compañía que dice las cosas como son, de una manera clara y directa; que no se presta para deducciones o interpretaciones.
Es muy común, especialmente en las multinacionales, que a las subsidiarias locales “les toque” trabajar con la agencia definida por su casa matriz; país de origen donde seguramente son una gran cuenta, con toda el esmero y la atención que esto conlleva por parte de la agencia. Sin embargo, las operaciones locales no siempre experimentan este mismo tratamiento, teniendo incluso que pagar “tarifas corporativas” en muchos casos superiores al promedio local del mercado.
Por eso este mensaje es claro y directo. Ataca directamente una percepción en el mercado y una insatisfacción reconocida. No trabajan con clientes sólo porque deben alinearse con su casa matriz, sino porque quieren.
Conclusión
Un mensaje efectivo es aquel que genera resultados. La próxima vez que esté tentado a opinar sobre un mensaje publicitario, no piense si le gusta o no le gusta, piense más bien si funciona o no funciona. Esa es la verdadera medición.
Eslogan
El eslogan es una palabra o frase corta fácil de recordar, un lema original e impactante, a menudo se utiliza en la publicidad, la propaganda política, religiosa, etc. como frase identificativa y para formar confianza. Es un término derivado del inglés, slogan, cuyo origen etimológico es del gaélico, sluagh-ghairm (pronunciado ‘slo-gorm’), donde sluagh significa ejército y ghairm corresponde a lloro o grito. Sluagh-ghairm sería entonces el “grito de guerra” que identificaba a un determinado grupo.
En sentido figurado, el uso del eslogan con fines publicitarios también corresponde a una guerra entre las empresas disputándose la preferencia del consumidor por sus productos o servicios.
El eslogan es ampliamente utilizado en los anuncios en la televisión, en Internet, en los carteles publicitarios, y en otros medios de comunicación. Para crear un eslogan, las personas creativas, en general, utilizan frases cortas y simples, en las que están presentes las características esenciales del producto o de la empresa, con el fin de permanecer grabadas en la memoria del consumidor. El eslogan es una frase clave o expresión que resume el posicionamiento de la marca o de la empresa. Es el logotipo verbal, y debe aparecer en todas las acciones de comunicación.
Existen eslóganes famosos y otros que no, debido al modo de publicitarlo por la empresa, o por ser muy largo, o difícil de memorizar, etc.
Para lograr más ventas y más ganancias, necesitas un “grito de batalla”.
Para vender más necesitas una frase “pegajosa”, una oración pequeña que facilite a tus vendedores ofrecer el producto; pero más aún que posicione la marca de tu empresa en la mente de tus clientes potenciales.
Ese grito de batalla es el “eslogan”.
Por supuesto que tu producto o tu servicio deben ser “rentable y competitivo”, es decir debe tener potencial de ganancias y debe dárselas con otros productos en el mercado. Debe ser capaz de satisfacer una necesidad real de tus clientes.
¿Y qué es un eslogan?
Un eslogan es el mensaje que posiciona y describe la marca de tu producto o de tu servicio. Un eslogan identifica y describe en tres o cuatro palabras. Es una frase pequeña; pero poderosa.
Un eslogan no es la misión de la empresa. Un eslogan no es filosofía. Un eslogan es un compromiso, es una promesa. Genera confianza.
Un eslogan habla de lo que ofrece la marca. Es el “grito de guerra” del empresario y de cada una las personas que están en la compañía.
Es creada para usarse de manera repetitiva para expresar una idea, un propósito, una misión, un valor o una ideología.
Algunos eslogan famosos
Slogan famosos como “Tu país te necesita”, “Vencer o morir”, “Sólo hazlo”, “Me encanta”, “Piensa diferente”, “Líder mundial en noticias”, “Conectando Personas”, “Gente ayudando gente”, “Porque tú lo vales”, “Pasión por la vida”, “Nos gusta la gente”, “Para hacer el bien”, “Solo hazlo”, “El lugar más feliz de la tierra”, “Te ayudamos a curar tu casa”, “Volamos en cielos amistosos”, “Te damos alas”, “Compartimos momentos, compartimos vidas”, y muchos otros tantos.
¿Diez cualidades que debe un eslogan para ser efectivo?
1. Claro, simple, conciso, tajante, apropiado y directo para quien lo escuche.
2. Capaz de mostrar los beneficios principales del producto o de la marca.
3. Debe marcar una diferencia relevante con la competencia.
4. Ingenioso, original, que apele a la curiosidad, que sorprenda.
5. Fácil de recordar, fácil de explicar y fácil de entender.
6. Difícil de olvidar.
7. Que se valga de instrumentos nemotécnicos como estribillos, ritmos, imágenes o secuencias.
8. Capaz de crear sentimiento de bienestar.
9. Debe estimular el deseo a nivel consciente e inconsciente, apelando a la necesidad.
10. Deben tomar en cuenta los criterios éticos, valores morales y los principios de la comunidad.
¿Deseas vender más? Utiliza un eslogan poderoso y “pegajoso”
¿Recuerda la frase “Vencer o Morir”? No hizo falta un discurso para mover a esos romanos para luchar, sus naves estaban ardiendo a la orilla de playa, solo tenían una salida “Vencer o Morir”.
Un buen eslogan es un poderoso imán para los clientes.
Para comenzar a redactarlo debes tener la “visión” y la “misión” de tu empresa. Luego debes definir claramente la “promesa” al cliente.
Puedes tener un eslogan para tu empresa y un eslogan específico y apropiado para cada producto.
Manos a la obra!!!
Así que comienza a redactar tu eslogan, ahora mismo. Redacta dos o tres. Menciónalo al menos a diez personas diferentes con esta pregunta: “¿Qué te dice esta frase? Y mira las respuestas. Revisa las cualidades que debe tener un eslogan, vuelve a trabajar la frase y sigue así hasta que tengas una que “pegue”.
Un eslogan poderoso realmente puede disparar tus ventas y hacer que tengas una empresa más rentable.
Estereotipo
Se llama estereotipo a la serie de pensamientos y predicciones que se asocian a personas que comparten ciertas características, limitando las opciones bajo las cuales estas podrían actuar. El término proviene de vocablo griego “στερεόςτύπος”, cuyo significado es “la impresión sólida”. Se trata de una percepción que, de alguna forma, resulta caricaturesca ante la realidad del grupo social, racial o económico al que se refiere, estableciendo un patrón de comportamiento alejado del contexto. La mayoría de los estereotipos que se hallan en la actualidad, surgieron en épocas anteriores, específicamente en el pensamiento popular, que seguidamente se veía influenciado por ideas externas.
Estereotipo
Los estereotipos tienen una cualidad mutable, pues, según la visión personal, estos pueden establecerse en un enfoque negativo, lleno de prejuicios, o en uno positivo. Todo esto recae en el primer contacto que se tenga con el grupo en cuestión; si la opinión que se recibe demuestra desagrado, es muy probable que se adapte la misma posición. Se dice que un estereotipo está constituido por tres importantes constituyentes: lo cognitivo (información), lo afectivo (sentimientos) y lo comportamental (acciones), que pueden o no estar juntas, pero representan cómo reacciona el individuo ante una colectividad.
En la actualidad, los medios de comunicación y el internet han contribuido de manera exorbitante a la creación de nuevos estereotipos, desde la belleza hasta el comportamiento. La televisión, al igual que las redes sociales, presenta una perspectiva mucho más específica sobre cómo debería lucir y comportarse un ser; esto afecta de manera considerable cómo se comportan las personas ante alguien que posiblemente no cumpla con estos requerimientos. Los estereotipos culturales siempre están relacionados con el desenvolvimiento de un pueblo con respecto a la vida cotidiana; por ejemplo, México suele identificarse con platos típicos como el burrito o los tacos, además de los trajes que utilizan los artistas del género ranchero.
Un hecho bastante conocido y criticado, es el ideal de lo que realmente representa la mujer en la sociedad. Ésta, después de haber experimentado un proceso de liberación, ha quedado atrapada en un estereotipo. De manera inconsciente, aún se le otorga el papel del sexo débil, con una tendencia a erotizar todo lo relacionado con ella. Se aprecia este suceso en los comerciales, en donde se ubican mujeres estéticamente bellas para atraer la atención del público.
Un estereotipo es una construcción subjetiva que algún grupo de individuos realiza sobre otros grupos de individuos. Es una simplificación de la realidad, que carece de fundamento científico y que puede tener una valoración positiva, neutral o negativa.
Todas las personas realizan valoraciones sobre las otras personas, en un contexto de un mundo complejo que a veces no permite conocer a fondo a las personas y requiere tener una opinión sobre ellos.
El estereotipo puede ser una generalización de las cualidades de una persona a todas las que coinciden en una cosa con él, o hasta incluso puede ser la asignación de una cualidad a un grupo del que no se conozca nada. A esto es donde aportan mucho los medios de comunicación, principales formadores de opinión en la sociedad.
Cuando se genera un estereotipo es muy difícil eliminarlo (y los afectados pierden su individualidad), y éstos casi siempre derivan en algún tipo de discriminación. La psicología ha analizado a los estereotipos y le ha encontrado una función en el contexto social en el que vivimos: la necesidad humana de contribuir a la unión con los semejantes a partir de la caracterización de los diferentes, simplificando la realidad que es por demás compleja para definir concretamente los límites de ese propio grupo.
Según la característica sobre la que se realice el estereotipo los podemos clasificar de la siguiente manera:
Estereotipos religiosos: Los valores y las costumbres de una religión que la mayoría no practica son puestos en cuestionamiento, y a partir de allí se lanza una crítica a cualquiera que profese esa religión. Esa crítica en algunos casos se extiende a cosas que no tienen nada que ver con su culto, presentando una ironía: en los países que más aparecen es en los países religiosos, donde la religión oficial suele ser algo intocable e incuestionable.
Estereotipos políticos: La difusión masiva del pensamiento de algunos políticos hace que cualquier persona que pertenezca o que concuerde con él, instantáneamente deriva sus opiniones de él, y pierde el criterio para elaborar pensamientos propios. Aparece una ironía, de que obviamente nadie nace con ideología, por lo que alguna vez tuvo que tomar la decisión racional de apoyarlo.
Estereotipos raciales: La distinción viene por algo tan poco electivo como el color de piel o la pertenencia a una cultura. La valoración positiva o negativa se hace por el solo hecho de ser diferente, cuando basta con pensar unos instantes para dar cuenta que todos somos personas con las mismas necesidades y derechos.
Estereotipos de clase: El poder económico es el causante de un prejuicio social. Ese poder suele derivarse de la interacción de uno con el resto de la sociedad (en el trabajo, en el mercado o donde fuera) así que no deberían haber prejuicios allí.
Estereotipos de país: Suele ocurrir en los lugares donde hay muchos inmigrantes, ya que se le asigna a ellos la causa de los problemas. La respuesta que le dan otros a veces es sobrevalorando el trabajo de los inmigrantes, llegando a otro estereotipo. Cualquier asignación de una personalidad a los habitantes de cierto lugar pertenece a este grupo.
Estereotipo de género: Probablemente el más difícil de sacar, muy impregnado en casi todas las personas sin darse cuenta. Durante siglos la mujer fue totalmente anulada y olvidada, no apareciendo en ninguna parte de la historia dejándoles el lugar de todo a los hombres. Con el tiempo fue consiguiendo conquistas, y hoy no nos resulta extraña una mujer trabajando (con lo obvio que esto debería ser, sumado a que no trabajan de todas las profesiones ni cobran lo mismo que un hombre). Sin embargo, el solo hecho de reclamar por conquistas como género ya es un estereotipo, y es una diferenciación. Por lo tanto, la eliminación del estereotipo es utópica, porque llegará solo cuando no existan diferencias en nada más que lo biológico.
Adjetivos Calificativos
Adjetivo, del latín adiectivus, es una clase de palabra que califica o determina a un sustantivo. Los adjetivos cumplen con su función especificando o resaltando propiedades que se le atribuyen al sustantivo en cuestión.
Adjetivo calificativo
Los adjetivos calificativos son los más frecuentes ya que señalan una cualidad del sustantivo, ya sea concreta o abstracta. Por ejemplo: “El coche es azul” incluye un adjetivo calificativo (“azul”) que refiere a una característica concreta (el color del “coche”). En cambio, la expresión “El coche es horrible” indica una cualidad abstracta y subjetiva (“horrible”).
Por lo general, los adjetivos calificativos permiten responder la pregunta “¿cómo es?” el sustantivo. En nuestro ejemplo anterior: “¿Cómo es el coche? El coche es azul”, “¿Cómo es el coche? El coche es horrible”.
Dicha pregunta puede ser respondida con más de un adjetivo calificativo: “¿Cómo es el coche? El coche es azul, grande, antiguo y horrible”.
Los adjetivos calificativos pueden dividirse en especificativos (cuando la cualidad expresada es necesaria para entender el significado de la oración: “Mañana ensayaré con la guitarra roja”) o explicativos (la cualidad no es imprescindible para comprender la oración, sino que el adjetivo se usa como un recurso expresivo: “En estos momentos estoy mirando el majestuoso océano”).
En nuestro idioma, los adjetivos deben concordar con el sustantivo en género y número. El adjetivo calificativo, en su uso habitual, coincide con el sustantivo (si el sustantivo es masculino, el adjetivo es masculino: “El perro es lindo”). Si el adjetivo califica a más de un sustantivo, debe utilizarse en plural (“Los hijos de Carlos son rubios”). Cuando el adjetivo califica a varios sustantivos de distinto género, por último, tiene que mencionarse en masculino (“El pantalón y la camisa son modernos”).
Apócope de los adjetivos
Adjetivo calificativoEn español, ciertos adjetivos poseen una forma corta, y este fenómeno de la gramática se conoce como apócope, que consiste en suprimir los sonidos vocálicos al final de algunas palabras. Entre los ejemplos más comunes se encuentran los siguientes:
“Tengo un amigo holandés”, “Sé que es un buen hombre”, “No estoy atravesando un buen momento”, Me adapté desde el primer día de trabajo”, “Carlos es el tercer hijo de Nora”, “Espero encontrar algún proyecto interesante”, “No he recibido ningún mensaje esta mañana”.
En cada una de las oraciones recién expuestas, se utiliza la forma apocopada de uno de los siguientes adjetivos: uno, bueno, malo, primero, tercero, alguno y ninguno. Cabe señalar que tanto algún como ningún llevan tilde, dado que al quitar la última vocal se convierten en palabras agudas terminadas en n. Por otro lado, resulta interesante notar que solo se recurre al apócope cuando el sustantivo que debe ser modificado es masculino, ya que en el caso de los femeninos simplemente se debe cambiar la o final por una a:
“una amiga holandesa”, “una buena mujer”, “ninguna llamada”.
El adjetivo grande, por su parte, representa un caso particular, ya que se debe apocopar solamente en los casos en los que su significado es “notable” o “admirable”, y se ubica delante del sustantivo al que modifica, como ocurre en los siguientes ejemplos:
“Es un gran patinador”, “Solamente una gran cantante puede hacerle justicia a este papel”.
Si, en cambio, el adjetivo hace alusión al tamaño de una cosa o de un ser vivo (a veces, también a la edad, si es avanzada), entonces no debe apocoparse ni ubicarse delante del sustantivo, sino detrás:
“Mi pueblo natal es sorprendentemente grande“, “Su hijo es muy grande“.
Otro adjetivo muy común en el habla cotidiana es cualquiera, y también tiene su forma apocopada: cualquier. Ésta se utiliza cuando se ubica delante de un sustantivo singular, ya sea masculino o femenino:
“Cualquier persona puede entender este concepto”, “Se trata de las especificaciones básicas de cualquier producto de esta familia”.
Adverbios
Se conoce como adverbio a la parte invariable de la oración que puede modificar el significado del verbo, de un adjetivo o de otro adverbio o de toda una oración. Por ejemplo, “Llegué bien”, “Debemos despertarnos temprano”.
Semánticamente expresa circunstancias de lugar, tiempo, modo, cantidad, orden, duda, entre otros, y su principal función en el contexto oracional es la de complemento circunstancial, por esa razón puede contestar a preguntas como ¿dónde?, ¿cómo? y ¿cuándo?
Por otra parte, morfológicamente el adverbio es invariable en género y número.
La palabra adverbio deriva del latín adverbium, que se forma por el prefijo ad- (hacia o junto), verbum (palabra o verbo), y el sufijo -ium.
Clasificación de los adverbios
Tipo
Significado
Ejemplos
De lugar
Expresan circunstancias especiales.
aquí, ahí, allí, acá, allá, cerca, lejos, enfrente, delante, detrás, dentro, adentro, fuera, arriba, encima, abajo, debajo, donde, adonde.
De tiempo
Expresan circunstanciales temporales.
hoy, ayer, mañana, tarde, temprano, pronto, nunca, ahora, entonces, mientras, antes, después, anoche, luego, siempre, bien.
De modo
Indican cualidades, modales o matizan las del adjetivo.
bien, mal, así, tal, despacio, aprisa, adrede, aún, como, peor, mejor, y adverbios acabados en –mente.
De cantidad
Expresan modificaciones cuantitativas.
mucho, poco, algo, nada, muy, harto, demasiado, medio, mitad, bastante, más, menos, casi, sólo, cuánto, qué, tan, tanto, todo.
De afirmación
Se utilizan para afirmar.
sí, ciertamente, claro, desde luego.
De negación
Se utilizan para negar.
no, nunca, jamás, tampoco, nada.
De duda
Sirven para expresar duda o incertidumbre.
Acaso, quizá, tal vez, posiblemente.
Grados del adverbio
Existen dos tipos de grados de adverbios:
Grado comparativo: para comparar dos o más cosas. Por ejemplo, “Carlota camina más despacio que Juan”, “él llego temprano como su colega”.
Grado superlativo: puede ser absoluto y se añade la terminación –ísimo/-ísima o -errimo/ -errima. Por ejemplo, “Ramón llegó tardísimo”, y relativo añadiendo al adjetivo un adverbio de cantidad, como, “su hija es la más dulce”.
Locuciones adverbiales
Las locuciones adverbiales son palabras formadas por sustantivos o adjetivos, con o sin proposición, que equivalen a los adverbios en su significación y en su posición sintáctica. Se dividen en distintas clases:
Latinismo: a priori, a posteriori, in vitro, ex aequo, ipso facto, entre otras.
Locuciones que tienen sentido adverbial: a sabiendas, a pie juntillas, a oscuras, de vez en cuando, entre otras.
Grupos proposicionales:funcionalmente equivalen al adverbio como, a ciegas, a oscuras, a lo grande, al revés, con todo, en resumen, por último, entre otras.
Adjetivos adverbializados: alto, bajo, claro (con verbos como decir, hablar, cantar); largo y tendido (con el verbo hablar); claro (con verbos como ver, comprender, explicar); firme, fuerte, rápido (con verbos como andar, dar, golpear, pisar), entre otros.
Ejemplos de adverbios
A continuación se presentan algunos ejemplos de adverbios:
María trabaja lejos. (Adv. de lugar)
Todavía no estoy en mi casa. (Adv. de tiempo)
En este examen salí mejor. (Adv. de modo)
Me gusta bastante la sopa. (Adv. de cantidad)
Efectivamente me gustó el libro. (Adv. de afirmación)
No me gusta tu actitud. (Adv. de negación)
Luis posiblemente no venga hoy. (Adv. de duda)
El Resumen
El resumen es la exposición breve de lo esencial de un tema o materia, tanto efectuada de manera oral como escrita. Consiste en reducir o sintetizar el contenido de una lectura, de un texto, de un documento o de una exposición oral; haciendo un extracto en el que se recoja lo más importante de éstos, con precisión y utilizando nuestras propias palabras.
Un resumen puede hacerse a partir de las ideas principales subrayadas en un texto o de las notas tomadas en una exposición, se debe comprender la organización del material, observar la conexión existente entre las diversas ideas expuestas y los diferentes párrafos, redactar con exactitud y brevedad solo las aportaciones básicas del autor a la materia tratada, con frases cortas y sin juicios críticos.
De igual manera, en el resumen se utilizan palabras propias sin alterar las ideas ni el sentido del texto. Si se incluyen trozos textuales, estos deben ir entre comillas. En el lenguaje periodístico, la entradilla de una noticia es el resumen de la misma y se redacta con las pautas anteriores
Un buen resumen debe cumplir los siguientes requisitos: deber ser completo; sus títulos y subtítulos deben englobar todos los aspectos importantes del tema. Debe ser lógico, los títulos deben estar organizados en un orden jerárquico y según la relación que los una. Debe ser concreto, los títulos deben expresar claramente de qué tema se trata.
Existen diferentes tipos de resúmenes, cada uno de los cuales tiene propósito definido. Está el resumen simple, que puede ser: 1) un esquema o cuadro sinóptico (lista organizada de los títulos de las partes del texto), expresa la organización y relación entre los diferentes elementos; 2) un gráfico; 3) una lista de ideas principales; y 4) un resumen propiamente dicho o sumario que explica los conceptos más importantes y sus relaciones.
También se encuentra el resumen analítico y descriptivo, que puede ser: 1) descripciones de la estructura del argumento; 2) relaciones con los conceptos o argumentos de otros autores; y 3) comentarios críticos sobre los conceptos y teorías formuladas.
Es muy importante señalar que el resumen es una gran técnica de registro de información, ya que presenta como ventajas la obligación de comprender y descubrir ideas y relaciones importantes, así como la obligación de organizarlas, facilita el repaso, y permite recordar fácilmente textos complejos.
Uso del Diccionario
El diccionario es un libro que recopila, en orden alfabético, los vocablos que componen una lengua y aclara sus distintos significados. Los diferentes significados de cada palabra se denominan acepciones. El diccionario se puede utilizar tanto para consultar el significado de una palabra como su ortografía.
Si abrimos el diccionario en cualquiera de sus páginas, observaremos que en sus extremos superiores aparece escrita una palabra: la de la página derecha corresponde a la primera palabra que encontraremos en las páginas abiertas , y la de la izquierda a la última. Esto nos sirve para realizar búsquedas rápidas, ya que fácilmente encontraremos en qué página se encuentra la palabra que buscamos si sus letras se ubican en el alfabeto después de las de la palabra de la página izquierda pero antes de las de la derecha.
Así para buscar “deseo” tengo que:
1. Ubicar la letra “D”, que estará después de la “C” y antes de la “E” según el abedecario. Aunque ya no tenga que buscar en todo el libro, igual siguen siendo muchas páginas para leer una por una.
2. Buscar, leyendo las palabras en el extremo superior, el comienzo “DE”. Aún son muchas hojas. C
3. Buscar ahora “DES”. De repente encuentro que la página izquiera tiene en su extremo superior la palabra “desembarco” y sé que la palabra que busco estará después: ambas palabras comparten el comienzo (“DESE”) pero la “M” está antes que la “O”. Cuando miro la palabra del extremo de la página derecha, encuentro “desfiladero” y sé que “deseo” está antes que ella, porque aunque el comienzo sea el mismo (“DES”), la “E” está antes que la “F”. De esta forma, toda mi búsqueda se restringe a dos páginas.
4. Leer las palabras de ambas páginas, guiándonos siempre por el orden alfabético, hasta encontrar “DESEO”.
Cada palabra que compone un diccionario suele aparecer en negrita o subrayada, acompañada de una abreviatura que informa la acategoría de la palabras a la que pertenece: si es sustantivo, adjetivo, verbo, etc.
Los verbos no aparecen en su forma conjugada, sino como infinitivos (terminación -ar, -er, -ir). Por esto, si quiero encontrar “deseaba”, deberé buscar su infinitivo “DESEAR”. En ocasiones, dependiendo de cuán completo sea el diccionario, es necesario pensar de qué palabra deriva el vocablo que deseamos buscar para poder encontrarlo.
Si el diccionario lo utilizamos para conocer el significado de un término, tenemos que tener en cuenta que no todas las acepciones serán las adecuadas. Deberemos pensar en qué contexto aparecen para encontrar el significado más adecuado. Por ejemplo, en “Voy al banco a cobrar un cheque”, si busco en el diccionario “banco” , encontraré que puede significar: a) asiento hecho generalmente de madera; b)establecimiento público de crédito; c)conjunto de peces de la misma especie que van juntos en gran número. En nuestro ejemplo, la acepción que deberemos elegir es la b).
Si el diccionario lo utilizamos para conocer la ortografía de una palabra, es necesario buscarla de todas las formas posibles de ser escrita y leer su significado. Por ejemplo, si tengo dudas de cómo se escribe la palabra que nombra a la persona respecto a su padre o madre (hijo), deberé buscar ijo, igo (no las encontraré, porque no existen), hijo e higo (la primera es la que buscaba, pero la segunda no, por ser el fruto de una higuera). Esta es la única manera de evitar errores.
Actualmente hay diccionarios virtuales que pueden utilizarse si estás conectado a internet. Uno de ellos es el Diccionario de la Real Academia Española, cuya página de búsqueda es la siguiente: http://buscon.rae.es
Como ya sabrás, además del diccionario descripto existen otros tipos: diccionarios de sinónimos y antónimos, etimológicos, técnicos, bilingüe, gramaticales, etc.
Preposiciones
La preposición es una palabra que relaciona los elementos de una oración. Las preposiciones pueden indicar origen, procedencia, destino, dirección, lugar, medio, punto de partida, motivo, etc.
Las preposiciones son: a, ante, bajo, con, de, desde, durante, en, entre, excepto, hacia, hasta, mediante, para, por, salvo, según, sin, sobre y tras.
A
dirección: Voy a casa.
tiempo: Llegué a las once de la noche.
precio: Las patatas están a dos pesos el kilo.
día: Estamos a 1 de enero de 1999
dirección: El balcón de mi casa da al sur.
periodicidad: Tómalo dos veces a la semana.
situación: Está a la derecha.
complemento directo: ¿Ves a Roberto?
complemento indirecto: Se lo di a José.
manera: Vamos a pie.
para indicar futuro: ¿Vais a viajar el verano que viene a Barcelona?
imperativo: ¡A callar!
ANTE
situación: Estaba ante mí.
preferencia: Ante nada, María.
respecto: Ante lo que dice José, me callo.
BAJO
lugar: El libro estaba bajo la mesa.
modo: Bajo la dirección de José Heredia.
CON
medio: Escribía con el lápiz.
modo: Hazlo con cuidado.
compañía: Fui con Inés.
motivo: Se enfermó con el frío que hizo anoche.
DE
procedencia: Soy de Cuba.
pertenencia: Esta camisa es de José.
dirección: Salí de la escuela a las 11.
materia: La mesa es de madera.
tema: Hablamos de la economía nicaragüense.
modo: Ernesto está de director.
tiempo: Vamos, ya es de noche.
contenido: ¿Dónde está mi libro de historia?
tiempo: Abierto de 10 a 17.
modo: Estoy cansadísimo, vine de pie (=parado) en el autobús.
DESDE
tiempo: La clase es desde las 5 hasta las 6 y media.
lugar: Desde aquí se ven muy bien los músicos.
DURANTE
tiempo: ¿Qué vas a hacer durante la noche?
EN
lugar: Ella está en su casa.
medio: Vino en barco.
tiempo: En primavera me gusta montar en bicicleta.
precio: Vendió su yate en/por10 mil dólares.
dirección: Entró en su casa.
modo: Me lo dijo en un tono que no me gustó nada.
ENTRE
hora: Entre las dos y las tres.
lugar: Su casa estaba entre un cine y una farmacia.
lugar impreciso: Estaba entre la multitud.
EXCEPTO
excepción: Iremos todos excepto José, él es un mentiroso.
HACIA
dirección: Miré hacia la orilla y ya no había nadie.
hora: Ella llegó hacia las dos de la mañana.
HASTA
límite: Llegó hasta Los Pirineos.
hora límite: Estuve esperándote hasta las diez.
MEDIANTE
medio: Mediante estas reglas, lograremos mejores resultados.
PARA
dirección: Salió para Madrid.
objetivo: Lo hace para salir bien en los exámenes.
tiempo: Para mañana estará hecho.
finalidad: Lo compré para Ernesto.
POR
lugar: Paseamos por el parque.
causa: Brindemos por Vicente, se lo merece.
motivo: Si lo hago, es sólo por ti.
tiempo indeterminado: Por la mañana, siempre tengo prisa.
precio: Se lo vendí por 15 mil escudos.
medio: Enviamos el paquete por avión.
tiempo aproximado: Nos veremos por el invierno.
modo: Por la fuerza no conseguirás nada.
distribución: Sale a dos lápices por persona.
velocidad: Iba conduciendo, por lo menos, a 180 kilómetros por hora.
periodicidad: Vamos al gimnasio dos veces por semana.
SALVO
excepción: Todos irán salvo José.
SEGÚN
modo Lo haremos según lo ha dicho Roberto.
SIN
privación: Estaba sin conocimiento.
SOBRE
lugar: El libro está sobre la mesa.
hora aproximada: Llegaron sobre las dos.
tema: Hablábamos sobre problemas actuales.
TRAS tiempo: Tras haber dormido toda la mañana, se despertó feliz.
Párrafo
El párrafo es la unidad mínima de un texto compuesto por una o más oraciones que desarrollan una idea. La palabra párrafo se deriva del latín tardío paragraphus.
El párrafo es el fragmento de un texto y está formado por un conjunto de oraciones principales y secundarias, estas últimas conocidas como subordinadas, relacionadas de manera lógica y coherente entre sí a fin de desarrollar un determinado tema. Las oraciones de un párrafo se distinguen por estar separadas por puntos y seguidos.
En referencia a lo anterior, la oración principal trata de la idea central del texto, es decir, presenta los aspectos más importantes del tema que, a su vez, serán desarrollados en las oraciones secundariasque consisten en fundamentar y ampliar lo enunciado en la oración principal.
En este sentido, se debe resaltar la importancia del orden de las ideas que componen a cada párrafo a fin de que se mantenga la coherencia a lo largo de todo el texto.
Es decir, entre un párrafo y otro debe haber un hilo conector que los relacione sin perder el sentido de la información, de esta manera, el lector puede percibir el texto como una unidad de información clara.
Ahora bien, en cuanto al tamaño del párrafo, no existe un límite como tal que determine su extensión máxima, ya que, esto es variable según la temática del que trate el texto. Por ello, en un mismo texto es común encontrar párrafos extensos o cortos, lo importante es su coherencia y el sentido de las ideas.
Por ello, un conjunto de párrafos son los que forman un texto el cual puede ser narrativo, descriptivo, expositivo, diálogo, un artículo de prensa, entre otros.
Por otra parte, el párrafo se puede identificar conel signo tipográfico (§), conocido también como signo de sección, que indica el comienzo de un párrafo o las divisiones internas de un capítulo. Este signo existe en el programa Word con el fin de que el escritor posea conocimientos de cuantos párrafos tiene redactados.
Asimismo en este programa se pueden ajustarlos párrafos de un texto empleando diversas herramientas como el de alineación, interlineado, sangrado, bordes, tamaño de la fuente, entre otros.
Características del párrafo
Los párrafos están compuestos por una serie de elementos y reglas gramaticales que lo hacen fácil de identificar en los textos, entre los que se encuentran:
Iniciar con un pequeño espacio en blanco, denominado sangría.
Iniciar con mayúscula en la primera palabra del párrafo.
Están formados por una o más oraciones.
Se emplea el punto y aparte para cerrar la idea de cada párrafo y continuar con el siguiente.
Tipos de párrafos
En un mismo texto se puede observar diferentes tipos de párrafos, entre los cuales se puede evidenciar los que se presentan a continuación.
Párrafos narrativos
Consiste en la narración o exposición de hechos de forma cronológica. Los párrafos narrativos son característicos de novelas, crónicas, cuentos, textos periodísticos, entre otros.
Párrafos argumentativos
Como lo indica su nombre este es un tipo de párrafo en el cual el autor o autores expresan opiniones u argumentos con el fin de convencer o disuadir al lector acerca de determinados ideas o acontecimientos.
Párrafos expositivos
Se caracteriza por tener una narración amplia y detallada sobre ciertos temas que se está desarrollando.
Párrafos aclarativos
Consiste en la aclaración de ciertos puntos del texto, suelen estar en la parte inferior del texto al cual hacen acotación o en la parte final del libro.
Párrafos de diálogos
Desarrolla la conversación o el diálogo de varios personajes o hablantes. Este tipo de párrafo son comunes en novelas y cuentos.
Párrafos de enumeración
Establecen la enumeración o exposición de varios sucesos, ideas, conceptos, así como, características, pasos, entre otros. También, son empleados para jerarquizar por orden de importancia una información.
La Leyenda
Una leyenda es un relato o serie de sucesos imaginarios o maravillosos enmarcados en un contexto histórico.
Leyenda también se refiere a una composición literaria en la cual se narran sucesos imaginarios de un lugar.
Se utiliza esta palabra también para referirse a un ídolo o persona que ha conseguido grandes proezas y es considerado un referente. Por ejemplo: “Michael Jordan es una leyenda del baloncesto”.
En el sentido de ‘texto’ una leyenda también es la información que acompaña a un mapa, dibujo o gráfico a modo de explicación o aclaración. También se aplica a las inscripciones en lápidas, escudos, grabados y monedas.
La palabra leyenda procede del latín legenda, derivado de legĕre que significa leer.
Características de las leyendas
Las leyendas se caracterizan por ser relatos que explican o caracterizan un lugar o acontecimiento mezclando hechos verídicos y fantásticos.
Las leyendas buscan explicar fenómenos o hechos misteriosos de lugares o de acontecimientos históricos de manera informal. Además, las leyendas son transmitidas de forma oral de generación en generación otorgando diferentes versiones de la misma narración.
Mito y leyenda
Las palabras ‘mito’ y ‘leyenda’ en muchas ocasiones se utilizan indistintamente. Sin embargo, se suelen asociar los mitos con relatos en el que se incluyen personajes sobrenaturales como dioses y monstruos, en muchas ocasiones relacionados con la cultura clásica de Grecia y Roma. Una leyenda, aunque pueda incluir elementos fantásticos o sobrenaturales, está más ligado a la realidad.
Tipos de leyendas
Las leyendas forman parte del folclore de un pueblo o región. En este sentido, los tipos de leyendas que existen se definen por lugar, contexto, género o público.
De esta manera podemos distinguir los siguientes tipos de leyendas: leyendas urbanas, leyendas históricas, leyendas de terror y leyendas infantiles.
Leyenda urbana
Una leyenda urbana es un relato inventado que forma parte del folclore contemporáneo. Se difunde de forma oral o a través de Internet. Algunas de ellas incluyen elementos inverosímiles y la mayoría se difunden como si fuesen ciertas. El concepto de “urbana” en este caso no hace referencia en sentido estricto a una leyenda “de la ciudad” en oposición, por ejemplo a “rural”.
Una leyenda urbana significa que un tipo de historia pertenece a la vida moderna, a diferencia de otras leyendas más antiguas que pertenecen a la tradición popular. Un ejemplo de leyenda urbana es la idea de que personajes como, por ejemplo, Walt Disney fue criogenizado para conservar su cuerpo para en un futuro poder reanimarlo.
Leyenda infantil
Una leyenda infantil es un tipo de relato destinado a los niños que posee elementos fantásticos o imaginarios pertenecientes a la tradición popular. En algunos casos tratan de dar una explicación al origen de un lugar o acontecimientos pasados.
En ocasiones se trata de leyendas populares adaptadas al público infantil eliminando elementos no apropiados a su edad. Un ejemplo de leyenda infantil puede ser la historia de Santa Claus o Papá Noel, extendida en muchos países y con algunas variantes.
Leyenda de terror
Un tipo de leyendas muy comunes son historias o relatos que tratan de infundir miedo al oyente. Incluyen habitualmente temas macabros como la muerte o el dolor. Muchas de ellas se incluyen también dentro de la categoría de leyendas urbanas.
En ocasiones se cuentan como si fueran ciertas, referidas a alguien cercano (un amigo de un amigo, por ejemplo) o a acontecimientos que supuestamente ocurrieron en un lugar próximo (por ejemplo, un bosque o una cueva). Un ejemplo de leyenda de terror es la leyenda de la llorona o la leyenda del chupacabras.
El Periódico
Los periódicos los podemos encontrar prácticamente en todos los países del mundo. Sobre todo en los países occidentales, que cuentan con leyes de protección a la libertad de expresión y al derecho a la información. También conocidos como diarios, cuentan con una larga historia, que ha visto su máximo esplendor a fines del siglo XIX y durante todo el siglo XX.
Desde que el hombre vive en sociedad y conforma mancomunadamente una esfera pública, la información tiene un valor y una importancia fundamental, sobre todo conocida en tiempo y forma. Es por eso que desde los inicios del Imperio Romano que ya existían publicaciones escritas en antiguos medios que eran distribuidas entre los principales gobernantes.
Con la invención de la imprenta y la masificación de las zonas urbanas, comenzaron a existir proclamas, manifiestos y anuncios de diversas índoles, que eran leídas o distribuidas en la población, generalmente conocidas como gacetillas.
Con el advenimiento de la revolución industrial y los grandes asentamientos en la ciudad, comenzaron a existir empresas mediáticas dedicadas a la profesión del periodismo, que realizaban de forma continua y diaria la elaboración de varias páginas impresas en papel barato y en blanco y negro, escritas con los sucesos que afectaban la política, la economía, los eventos policiales y las noticias deportivas de cada ciudad.
La base de la existencia de los periódicos es la labor de quienes redactan las notas y artículos, que por lo general son periodistas de profesión, aunque muchas veces escriben todo tipo de personas que sean idóneas en un tema. Trabajan en una redacción, donde llegan cables con novedades de todo el mundo, que son desarrolladas con máxima premura. Quienes controlan y deciden qué es una noticia y qué no son los jefes de redacción y editores, responsables legales por lo que se expresa en un medio.
Más allá de la parte humana, son bien conocidas las máquinas que hacen posible la aparición de los periódicos todos los días. Los famosos rodillos, prensas y rotativas son las partes que componen las grandes impresoras que trabajan de noche la mayor parte del tiempo.
Un periódico cuenta con diferentes secciones y suplementos, y es una fuente catalizadora no sólo de información y entretenimiento, sino que también canaliza y expone cuestiones sociales sensibles: existen múltiples casos donde el periodismo juega un papel clave en procesos sociales y contiene o promueve manifestaciones colectivas que luego tienen un fuerte impacto en el devenir político de un país. Es por esto que la libertad de expresión es fundamental en el progreso de un país, ya que la voz de un periódico es también la voz del pueblo.
Redactores o los reporteros; el trabajo específico de este secretario de redacción es de leer y verificar los artículos que le van llegando, corrigiendo alguna cosa si correspondiera, y definiendo la titulación o encabezado (título, subtítulo, antecedente del título, titulación de destaque, etc.), adaptando contenidos de artículos y titulaciones a los imperativos de la maqueta o estructura del espacio disponible, a efectos de así asegurar una buena presentación.
Una vez que todos los artículos fueron corregidos y formateados, el Un periódico, o diario, es un documento que presenta en orden cronológico o temático un cierto número de informaciones y comentarios sobre sucesos ocurridos o previsibles durante un período dado (generalmente una jornada o una sucesión de jornadas, de ahí precisamente el nombre de diario). Por extensión, un diario también designa una publicación (impresa) que agrupa y presenta cierto número de artículos sobre los sucesos del día.
En el origen, se entendía por diario un registro de los eventos o sucesos más importantes en la vida de una persona (diario íntimo), o un registro de incidentes y novedades (diario de a bordo o cuaderno de bitácora;1 por ejemplo, el oportunamente escrito por Cristóbal Colón en su primer viaje a América2). Y uno de los ejemplos más representativos y antiguos es el Journal d’un bourgeois de Paris (Diario de un burgués de París),3 en su momento llevado por un parisino entre 1405 y 1431, y luego continuado por otro hasta 1449.
Los primeros periódicos de actualidades (escritos) también se presentaron en forma cronológica, aunque pronto se evolucionó hacia una forma más sintética y práctica, clasificando los sucesos por temas y rúbricas.
Precisamente de esta mejorada forma de presentación y ordenamiento es que surge el concepto de periódico en su acepción más moderna, como soporte en papel conteniendo informaciones y datos correspondientes a un cierto período, y sustituyendo así a los términos gaceta y gacetilla en una parte de los usos.45
A partir del siglo XVII el periodismo comienza a madurar, con el desarrollo de varias especialidades: político, informativo, cultural, y mundano.
El primer periódico impreso conocido se llama Strassburger Relation, y apareció precisamente en Estrasburgo hacia 1605. El periódico sueco Post- och Inrikes Tidningar o POIT, cuyo nombre equivale a Boletín de informaciones nacionales, es un periódico también muy antiguo, fundado en 1645 por la reina Cristina de Suecia; y precisamente en el año 2006 este órgano de prensa sin duda era el más longevo del mundo, aunque en enero de 2007, la versión papel del mismo se discontinuó, desplazada por una única versión web (la última edición-papel de este título estuvo datada 29 de diciembre de 2006).6
En Francia, el periódico más longevo fue La Gazette de France, fundado por Théophraste Renaudot, y publicado en París entre el 20 de mayo de 1631 y el 30 de septiembre de 1915.7
A lo largo del siglo XVIII surge el periodismo diario. El primero de este tipo fue el Daily Courant (1702-1735), que introdujo la publicidad en sus ediciones; y el segundo con salidas diarias fue el Diario Noticioso8 (Madrid, 1758). Sin embargo, la periodicidad diaria no sería afirmada hasta comienzos del siglo XIX.
Con la industrialización de la prensa escrita, fueron fundados los grandes títulos de la prensa de hoy día, y el vocablo periódico se afirmó en su uso, designando a la vez el soporte físico de la información (el periódico en papel prensa) así como la organización, sociedad o institución que lo edita; este tipo de entidades emplea periodistas y reporteros, que son quienes elaboran los contenidos que luego son difundidos.
La manera de presentación de la información con una orientación sistemática y temática de los periódicos, rápidamente fue emulada por otros medios de comunicación: la radio, y luego la televisión, aunque en estos casos, la emisión de noticias y actualidades transmitidas por un presentador, tomó el nombre de informativo o noticiero o noticiario o radioinformativo o teleinformativo o telediario o teleperiódico.
El primer informativo televisado en Francia fue difundido en 1949 por la R.T.F. (Radiodifusión y Televisión Francesa), luego convertida en la O.R.T.F. (Office de radiodiffusion-télévision française).9
Construcción de un periódico de actualidades
Selección de artículos
Contenidos: Selección de noticias (medios orales,10 medios escritos).1112
En esta sección se detalla particularmente lo que se pasa en aunque en líneas generales, lo aquí presentado tiene validez también para otros países.
La redacción de un órgano de prensa reagrupa a todos los periodistas que participarán en la creación de la próxima edición, y está dirigida por un redactor jefe, cuyo rol es definir la orientación del periódico, establecer la agenda del día, de la semana, o del mes (según corresponda), y fijar en definitiva el número y la temática de los artículos que serán publicados en el periódico o en el magacín.
El redactor jefe es apoyado y respaldado por uno o varios adjuntos, que pueden ser responsables de una rúbrica o de un servicio (internacional, sociedad, deporte, cultura, política).
Una conferencia de redacción es una reunión durante la cual los periodistas se reúnen para intercambiar ideas sobre lo que es o será importante, lo que obviamente ameritará, para cada asunto, la inclusión de uno o varios artículos en el contenido a editar. En ocasiones, los asistentes a estas reuniones debaten, a veces en forma enfática o acalorada, lo que finalmente permite una buena selección, y una sana circulación de ideas en el seno de la redacción. Como conclusión o resultado, las temáticas y las orientaciones son bien definidas, así como los formatos (entrevista, reportaje, investigación, editorial, etc.).
En un diario, los temas cambian en función de la actualidad o de aquello que los periodistas recogen durante sus trabajos de campo. Alcanzada una determinada hora, la edición debe ser cerrada (en el caso de un periódico que se imprime en la madrugada, el cierre deberá ser entre las 20:00 y las 23:00 horas). Todos los periodistas deben respetar estos plazos (o sea, lo que se llama el deadline en la jerga inglesa), y deben entregar sus artículos en hora oportuna.
Las versiones entregadas de esos artículos son enviadas al secretario de redacción, quien es un periodista usualmente elegido entre los propios secretario de redacción participa en las correcciones y arreglos finales. Cuando todos los espacios hayan sido controlados y validados por el redactor-jefe o el secretario general de la redacción (SGR), el trabajo se da por concluido, y todo se pasa a la imprenta para la correspondiente impresión.
La Noticia
Una noticia es la información sobre un hecho o un conjunto de hechos que, dentro de una comunidad, sociedad o ámbito específico, resulta relevante, novedosa o inusual. La palabra, como tal, proviene del latín notitia.
En este sentido, una noticia es el relato, la construcción y la elaboración de un hecho, evento o acontecimiento que se considera importante o pertinente divulgar para el conocimiento público.
Las noticias son los relatos de los eventos o acontecimientos más importantes en un día o una semana. Es lo que llena las páginas de los periódicos o diarios, de los portales web noticiosos o de los programas informativos de radio y televisión.
Para elaborar una noticia, se parte de una fórmula de seis preguntas, que son:
¿Qué pasó?
¿A quién le pasó?
¿Cómo pasó?
¿Cuándo pasó?
¿Dónde pasó?
¿Por qué o para qué ocurrió?
En la noticia, la información debe estar ordenada en orden decreciente en función de la importancia de lo referido. Así, se maneja el esquema de la pirámide invertida, según el cual los datos más importantes se encuentran al principio y los menos significativos se hallan hacia el final.
Las noticias pueden referirse a los más diversos ámbitos y acontecimientos: política, economía, sociedad, guerras, delitos, sucesos, tragedias, protestas, etc., son algunos de los temas comunes, pero también lo son los deportes, la ciencia, la tecnología o la farándula.
En una noticia, debe haber la mayor objetividad y veracidad posible en la forma en que es relatado un hecho noticioso, para ello, el periodista debe encontrarse apegado a su código de ética profesional.
Características de una noticia
Veracidad: los hechos referidos deben ser ciertos y comprobables.
Claridad: la información debe ser presentada de forma coherente y clara.
Brevedad: los hechos deben ser explicados de manera concreta, evitando repetir información o referir datos irrelevantes.
Generalidad: toda noticia debe ser interesante o relevante para el público y la sociedad en general.
Actualidad: los eventos referidos deben ser recientes.
Novedad: los hechos deben constituir una novedad, ser desacostumbrados o raros.
Interés humano: la noticia también puede ser capaz de conmover o emocionar.
Proximidad: los sucesos referidos suscitan mayor interés mientras más cercanos sean al receptor.
Prominencia: si hay personas importantes involucradas, la noticia produce mayor interés.
Consecuencia: debe dársele prioridad a aquello que afecte la vida de las personas.
Oportunidad: la rapidez con que se dé a conocer un acontecimiento le suma valor como noticia.
Desenlace: algunas noticias resultan particularmente interesantes por tener desenlaces inesperados o sorprendentes.
Tema: algunos temas de por sí generan interés en el público, como los avances de la ciencia y la tecnología.
Partes de una noticia
Al redactar una noticia, esta debe contener tres partes fundamentales:
Titular: es el conjunto de elementos de titulación, constituidos por antetítulo, título y subtítulo; debe captar la atención de los lectores.
Antetítulo: indica un antecedente clave para entender el titular y la noticia.
Título: destaca lo más importante de la noticia.
Subtítulo (o bajada): es una ampliación del contenido adelantado en el titular, adelantando algunos detalles.
Lead o entradilla: es el primer párrafo, en él se concentra la parte más importante de la noticia.
Cuerpo de la noticia: es el texto donde es relatada la noticia, ordena la información en función de lo más importante a lo menos importante.
Asimismo, en la prensa, las noticias pueden contener otros elementos:
Volanta o epígrafe: texto que está encima del título con letra más pequeña.
Foto: imagen de la noticia.
Pie de foto: leyenda explicativa de la foto.
Ladillos: pequeños subtítulos dentro del cuerpo de la noticia para organizar el contenido. Destacados: frases sacadas del cuerpo de la noticia con información de interés.
Pronombres Personales
Pronombre es un término que procede, etimológicamente hablando, del latín. Más exactamente emana de la suma de dos partículas latinas: el prefijo “pro-“, que es equivalente a “delante”, y el sustantivo “nomen”, que puede traducirse como “nombre”.
Pronombres personales
Personal, por otra parte, podemos establecer que es una palabra que también es fruto de la derivación del término latino “personalis”. Este se encuentra conformado por dos componentes: “persona”, que es sinónimo de “persona”, y el sufijo “-al”, que viene a significar “relativo a”.
Pronombre es un tipo de palabra sin referente fijo. Los pronombres se determinan según la relación que entablan con otras palabras que ya se han nombrado, pudiéndose referir a personas o a cosas extralingüísticas.
Los pronombres personales son aquellos que suelen referirse a personas, animales u objetos y que no tienen contenido léxico. Estos pronombres expresan diversas categorías gramaticales, siendo los más usuales los que indican la persona gramatical. Los pronombres personales también pueden distinguir el número gramatical (singular o plural).
“Yo”, “nosotros”, “él”, “tú” y “ustedes” son ejemplos de pronombres personales. La expresión “Yo soy abogado y trabajo en un estudio jurídico del centro” tiene sentido según la persona que pronuncia la frase. El pronombre personal “yo” indica que quien realiza dicho comentario es “abogado”.
Si una persona quiere comentar que otro sujeto es “abogado” tendrá que decir, según el contexto, “Él es abogado”, “Tú eres abogado”, etc. Otra posibilidad es que el hablante sea “abogado” y que quiera incluir en su expresión a otro colega. En ese caso, puede expresar “Nosotros somos abogados”, lo que equivale a “Él y yo somos abogados”.
Existen otros datos de interés que también merece la pena conocer acerca de los pronombres personales. En concreto, estas son las especificaciones más significativas:
• De la primera persona, están el yo en singular así como el nosotros o el nosotras en plural.
• Respecto a la segunda persona, se encuentran el tú para el singular y para el plural dos formas: vosotros y vosotras.
• En referencia a la tercera persona, tendríamos que destacar la existencia de cuatro formas diferentes para el singular: él, ella, ello y usted. Para el plural, por otra parte, existen tres modalidades: ellos, ellas y ustedes.
• Se utiliza el pronombre personal específicamente en casos en los que se desee dejar patente quién es el sujeto y también cuando se quiere dar énfasis a quién sería el sujeto.
• De la misma manera, de manera generalizada, cuando se habla de un grupo de personas, lo habitual es emplear la forma masculina del pronombre para referirse al mismo y sólo recurrir a la forma femenina cuando todas las integrantes del conjunto son mujeres.
Los pronombres personales también pueden indicar posesión (como “mío” o “tuyo”) u objetos verbales (“me”, “lo”): “No te preocupes, Carlos ya me lo dijo”, “¿Ese coche es tuyo?”, “Deja ese cuaderno que es mío”, “Un primo suyo es futbolista profesional y juega en Austria”, “Vamos a mi casa para hacer el trabajo de ciencias naturales y luego tenemos la tarde libre”, “Me gusta tu campera”.
EJEMPLOS
•Yo soy deportista, tú abogado y él médico
•Tú repararás el closet, él soldará las puertas, ellos repararán los muros y él •reparará el baño en lo que yo superviso.
•Ellos se van a la escuela y nosotros nos vamos al trabajo.
•Yo tengo mucha hambre.
•Tú tienes poco dinero.
•Él trabaja en la tienda de su padre.
•Como tú no trabajará él.
•Yo tengo frio y el parece que no tiene nada.
•Espero que tú escuches esta canción.
•Termino yo y nos vamos con él.
•Lloramos ella y yo cuando tú naciste.
•Yo tengo mi permiso para conducir
•El esperará a que tú termines tu tarea.
•Nosotros seremos los que compondremos la canción.
•Espero que uno de nosotros pague la cuenta.
•Ustedes tienen poco dinero
•Entre vosotros está el culpable
•Entrenare al equipo incluidos ustedes.
•Ellos son los más capaces
•El delantero será escogido entre ellos.
••No esperaré a que ellos vengan por mí.
•Este problema está en manos de ellos.
•Los problemas son de vosotros, debéis resolverlos.
•Nosotros tenemos entradas para el cine.
•Ellos van a jugar fútbol.